Si han sido víctimas de maltrato o han sufrido una violación, los niños y adolescentes deberían poder hacer una denuncia ellos mismos, sin contar con la presencia de un adulto, porque todas las instancias del Estado están obligadas a darles asistencia inmediata.
Así lo manifestó la Adjunta para la niñez y la adolescencia de la Defensoría del Pueblo, Matilde Cobeña Vásquez, para quien, en este momento, no existen las condiciones necesarias para que los menores puedan denunciar actos que los dañan física o emocionalmente.
No se les cree o hay una demora enorme en atender sus casos, advirtió la especialista a la Agencia Andina.
Refirió que el año pasado, en los
Centros de Emergencia Mujer (CEM), se registraron
más de 6,000 casos de violencia sexual, teniendo a los niños y adolescentes como la población más agredida del país.
Deben creerles
“Es importante que la fiscalía intervenga inmediatamente y que además lo haga de forma rigurosa para que no exista impunidad, que en las comisarías se atiendan los casos de violencia contra la niñez con celeridad, que se crea a un niño cuando vaya a hacer una denuncia y no se espere que vaya acompañado de un adulto”, anotó.
Indicó que se debe trabajar en el sistema de protección de los menores para que puedan acudir a las comisarías a realizar sus denuncias, se les escuche y no sientan miedo de hacer valer sus derechos.
Se trata de un trabajo paralelo, explicó, que requiere mejorar los protocolos de atención de los niños y adolescentes antes situaciones de abuso, a la par de trabajar en su empoderamiento, para que sepan que son sujetos de derechos y que el Estado está obligado a protegerlos.
“Ante un caso de agresión o violación, todas las entidades dentro del sistema de atención a la infancia tienen que cumplir su función, entre ellos también los gobiernos regionales y locales. Estos últimos tienen que
fortalecer sus Demunas, que son el servicio especializado más cerca al niño dentro de su localidad”, indicó.
La Defensoría Municipal del Niño y del Adolescente (DEMUNA) es un servicio encargado de proteger y promover los derechos de los niños, y adolescentes en la jurisdicción de la municipalidad. Desde 1997 está considerada en la Ley Orgánica de Municipalidades como una función de los gobiernos locales.
No tienen espacios privados
“Las Demunas no puede ser un órgano decorativo, no puede estar ahí con personal mínimo que no está capacitado. Fortalecerlas es un trabajo de los gobiernos locales”, agregó Cobeña.
Señaló que la Defensoría del Pueblo realizó una supervisión de las Demunas en el 2013, tras lo cual se descubrió una serie de carencias y problemas que ameritan una intervención más decidida de las municipalidades.
Se detectó, por ejemplo, que el 83 % de ellas no posee salas especiales para niños y niñas, el 54 % no cuenta con un ambiente privado y el 45 % no cuenta con baños dentro del local.
El informe puso en evidencia también que el 33 % de su personal no ha recibido capacitación de ningún tipo para cumplir con sus funciones.
“Entonces si vas a la oficina donde está todo el mundo y quieres contar un hecho de violencia, te vas a retractar, no vas a tener la confianza para hacerlo porque los casos de violencia no se cuentan de manera fácil. Es necesario además que las Demunas cuente con ese personal multidisciplinario, no basta con tener un abogado, es necesario tener un psicólogo”, subrayó.
En este momento hay 1, 264 en todo el país. La cifra indica que todavía hay muchos gobiernos locales que no han implementado una en su localidad.
“En cada distrito debería haber una, para que cuando un niño o niña se sienta vulnerado, si decide no ir a su comisaría, vaya a su Demuna, diga lo que le está pasando y ella actúe. Este es un servicio especializado en la niñez que debe estar en funciones, si esto no llegara a pasar deben avisar a la Defensoría del Pueblo”, alertó.
La experta dijo que, aunque el presupuesto público destinado a la infancia ha crecido en los últimos años, es insuficiente para atender todas las demandas que existen alrededor de ella y que es urgente trabajar en espacios, como las Demunas o comisarías, donde la palabra de los menores sea escuchada y atendida de inmediato, como ocurre en otros lugares del mundo.
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(FIN) KGR/ART
JRA
Publicado: 11/2/2018