Las negociaciones para intentar formar un gobierno en Alemania entre cuatro partidos fracasaron el domingo principalmente a causa de divergencias en torno a la política migratoria.
Inmigración
Se trata del principal tema de discordia en un país donde la extrema derecha hizo grandes progresos en estas últimas elecciones, aprovechando el descontento de una parte del electorado tras la llegada de más de un millón de demandantes de asilo desde 2015.
La Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Angela Merkel, su aliado bávaro CSU y los liberales querían limitar el número de refugiados autorizados a 200.000 por año.
Los Verdes reclamaban, por su parte, que el año próximo se retomara el dispositivo de los reagrupamientos familiares para todos los refugiados.
En la actualidad, solo quienes tienen asilo por persecución religiosa se benefician de ello. Esta posibilidad fue suspendida el año pasado y hasta marzo de 2018 para los refugiados acogidos por motivo de guerra, como los sirios, ya que estos solo disponen de un estatuto temporal de un año, renovable en función de la evolución de la situación en sus países de origen. Una protección llamada "subsidiaria".
Los partidos no lograron ponerse de acuerdo sobre esta cuestión.
Clima
Los partidos se enfrentaron sobre la forma de disminuir las emisiones de C02 de Alemania para alcanzar sus propios objetivos. Todos estaban de acuerdo en reducir la parte de la electricidad producida con carbón. Pero ¿cuánto? ¿Sólo 3 gigavatios de producción, como proponían conservadores y liberales, o 10 gigavatios?
Los ecologistas pedían además mayores ventajas fiscales para los vehículos limpios. Y las formaciones divergían sobre la magnitud de las futuras restricciones para los autos diésel en la ciudad.
Europa
¿Qué debía responder Alemania a las propuestas para relanzar la Unión Europea y la zona euro del presidente francés, Emmanuel Macron?
Los liberales no querían más fondos de rescate para los países golpeados por la crisis de la deuda y rechazaban un presupuesto propio de la zona euro para proyectos comunes. Los conservadores de Angela Merkel eran más abiertos sobre estos dos temas, pero se oponían a mutualizar la deuda. Los ecologistas en cambio pedían no dejar de lado la propuesta del mandatario francés.
Respecto a Turquía, la CSU quería romper de forma definitiva las negociaciones para su adhesión a la UE, una posición demasiado radical para los Verdes.
Fiscalía
Los liberales consideraron que las bajadas de impuestos planteadas no iban demasiado lejos. Reclamaban la supresión de una tasa para ayudar a las regiones pobres de la ex RDA. Los Verdes insistían, por su parte, en aumentar las inversiones públicas.
(FIN) AFP/VVS
Publicado: 20/11/2017