Por: Gladis Juan de DiosEn sus más de diez años de experiencia en instalaciones de sistemas de puesta a tierra, el ingeniero Francisco Añazgo advirtió una serie de falencias recurrentes que le llevaron a pensar que aquel método convencional -y único hasta el momento- estaba quedando obsoleto. Su espíritu inventor le llevó a crear un sistema innovador seguro, eficiente, conforme a la norma técnica y amigable con el medio ambiente. Así nació Hidrathor.
No es su único invento ni el primero.
Francisco Añazgo es ingeniero electricista, docente e investigador de la Universidad Peruana Unión, y desde que egresó de la universidad ha dedicado su carrera profesional a las invenciones y
varias de ellas han sido patentadas por el Indecopi.
Uno de sus últimos inventos es el Sistema de puesta a tierra de fácil mantenimiento, al que ha denominado "Hidrathor", que hace unos meses obtuvo el primer puesto en el concurso
Energízate Perú, organizado por Perú Energía, y en el 2024 fue reconocido con una medalla de oro y una medalla especial en el
Concurso Internacional de Invenciones e Innovaciones (iCAN) en Toronto, Canadá.

¿Cuáles son las ventajas del sistema innovador de puesta a tierra que propone Hidrathor? Para ello, es necesario entender cómo funciona el sistema tradicional.
El sistema de puesta a tierra en Perú
El sistema de puesta a tierra es un mecanismo que busca proteger la vida de las personas, equipos y maquinarias, en casos que ocurran descargas eléctricas peligrosas. En ese sentido, actúa desviando las corrientes eléctricas hacia el suelo, en lugar de que éstas busquen otros caminos como el cuerpo de una persona.
En Perú, el
sistema tradicional de puesta a tierra utiliza -entre otros materiales- los electrodos de varilla. Estos deben cumplir ciertas características conforme al
Código Nacional de Electricidad, por ejemplo, tener una longitud mínima de 2 m y alcanzar una profundidad no menor de 2.5 m.

Para realizar la instalación, la norma también indica que se debe perforar el terreno a 3 m de profundidad, colocar una escalera permanente que tenga inclinación, montar refuerzos alrededor de las paredes, y otras precisiones.
Cumplir con todos estos requerimientos hace que el sistema de puesta a tierra sea muy costoso y poco accesible, por lo que muchos usuarios optan por “sacarle la vuelta a la norma”.
“En todos los años que tengo de experiencia profesional, puedo asegurar que no he visto una sola vez que se haya cumplido a cabalidad con los establecido”, afirmó el ingeniero Francisco Añazgo en una entrevista para la agencia Andina.
Lo que ordena la norma vs lo que se hace en realidad
Las investigaciones realizadas por Añazgo revelaron cómo, en busca de ser competitivo, el mercado opta por la reducción de costos en cuanto al uso de materiales y a seguimiento de procesos, lo que termina poniendo en riesgo tanto la vida de los instaladores como de los beneficiarios del sistema.
Una de las situaciones donde se evidencia el incumplimiento de la norma es durante las excavaciones a profundidad, pues estas se realizan directamente sin ningún tipo de cuidado. En estos casos, el trabajo se complejiza y se pone en riesgo la vida de la persona que realiza la excavación, ya que puede quedar atrapada por el deslizamiento de la tierra.
Otra situación recurrente es la colocación de la varilla sin realizar ninguna excavación. Es decir, clavan la varilla y golpean repetidamente hasta hacerla entrar. No se tiene la precaución de que ésta pueda chocar con una roca y doblarse o romperse, con lo que el sistema resultaría poco o nada eficiente.
En casos más recientes, se ha detectado el uso de varilla de una longitud muy pequeña, colocadas superficialmente con el fin único de aprobar la inspección técnica. En este caso se saltan muchos procesos como trabajo de excavación y se utilizan escasamente los recursos, lo que resulta en un sistema de protección eléctrica nulo.

De la varilla a la tubería
“Gracias a la experiencia que tengo haciendo invenciones he logrado establecer una fórmula para inventar. Ya no lo hago como antes. Ahora empiezo revisando la norma y la capacidad de fabricación. Esto hace que las propuestas sean más viables, sean realmente útiles y tengan mayor probabilidad de aceptación”, señaló el investigador peruano, quien reveló que creó el sistema de puesta a tierra Hidrathor usando tal fórmula .
Si bien el
Código Nacional de Electricidad -Utilización establece una longitud mínima de 2.5 m para el electrodo de varilla que actúa como elemento conductor en un sistema de puesta a tierra, la
norma técnica NTP-IEC 60364-5-54 acepta otros tipos de electrodos para los cuales no establece una longitud mínima pero sí otros requisitos importantes.
“Para Hidrathor no usamos electrodos de varilla, en su lugar utilizamos una tubería de cobre de 50 mm de diámetro, que supera los 20 mm que establece la norma como mínimo. Y con un espesor de 2.11 mm sobre los 2.0 mm mínimo exigido. Entonces, al no usar varilla, la longitud de nuestro elemento conductor, puede ser mucho menor. Y es ahí donde se nos abre una serie de posibilidades para lograr un sistema de puesta a tierra más eficiente”, explicó Añazgo.
“En primer lugar -continúa- minimizamos la probabilidad de accidentes relacionados a una excavación tan profunda, ya que el sistema Hidrathor solo necesita una profundidad de 1.35 m para el electrodo pequeño, y en casos muy particulares hasta 1.7 m para el más grande; en comparación a los 3 m que necesita la varilla”.
La eficiencia del sistema de puesta a tierra Hidrathor no se ve afectada, aseguró. Por el contrario, se optimiza, pues según nos cuenta, con un electrodo pequeño se puede alcanzar valores de resistencia de 3 ohmios hasta 18 ohmios como máximo, respetando así la norma que establece que el valor de resistencia de la puesta a tierra no debe ser mayor a 25 Ohm.

“Si bien el sistema convencional, aplicándose correctamente, puede alcanzar los mismos valores de resistencia, la pregunta es ¿cuánto nos cuesta llegar a ese nivel de protección? Entonces ahí está la diferencia”, puntualizó el inventor.
Reduciendo la huella ambiental
La reducción de la longitud del elemento conductor propuesto por Hidrathor, también tiene implicancias directas con la reducción de la huella ambiental debido a que se utiliza menos material complementario en la instalación del sistema.
Por ejemplo, explicó el investigador, en comparación con un sistema tradicional, se reduce a la mitad la cantidad de elementos químicos que ingresan al suelo, como la sal, los geles, el cemento conductivo y la bentonita, necesarios para hacer al terreno más conductivo y bajar su resistencia eléctrica. Así también, se utiliza una menor cantidad de tierra y desmonte.
Francisco también resalta que hay una mejora importante en el uso eficiente del agua, pues mientras el sistema convencional requiere de 1,000 m3, para el sistema Hidrathor con 200 m3 es suficiente.
El compromiso con el cuidado del medio ambiente ha acompañado a Añazgo a lo largo de su carrera como inventor, llevándole a crear productos sostenibles. Recientemente ha diseñado un anillo protector para la caja de registro del sistema puesta a tierra Hidrathor, hecho de material reciclado.
“Una de nuestras misiones, junto con la innovación, es pensar siempre en el medio ambiente, en la economía circular. Entonces, en vez de fabricar un producto con plástico nuevo que finalmente terminará en nuestros ríos y mares, mejor, utilizamos un material producto del reciclaje de aquellos plásticos marinos”, explicó Añazgo, y añade que estos anillos protectores también pueden ser reutilizados en otras cajas de registro.
Un caso de éxito con apoyo estatal
Hidrathor se benefició de un fondo que recibió Añazgo tras ganar el concurso
StartUp Perú 9G en el 2023, una iniciativa del
ProInnóvate del Ministerio de la Producción del Perú que otorga fondos no reembolsables a los emprendedores por sus proyectos, para su lanzamiento y consolidación en el mercado.
En esa ocasión, Francisco Añazgo postuló un invento distinto y gracias al capital semilla recibido creó la empresa Innovaciones Energéticas Perú, desde donde luego desarrolló el sistema Hidrathor. Actualmente, el sistema ya está en el mercado peruano y su comercialización está orientada a las empresas y personas naturales dedicadas a las instalaciones eléctricas.
Con iniciativas como esta, el
Programa Nacional de Desarrollo Tecnológico e Innovación (ProInnóvate) cumple con el objetivo de impulsar, incrementar y consolidar la innovación, el desarrollo tecnológico, el desarrollo productivo y el emprendimiento en el país. Así también, se visibiliza su aporte al crecimiento de la economía, el bienestar social, la protección del medio ambiente y el desarrollo sostenible.
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Publicado: 15/9/2025