El ciudadano cajamarquino José Rodríguez Villa donó valiosas piezas históricas para el museo Arqueológico y Etnográfico de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) Cajamarca, consistente en un cepillo canalador de madera usado en la década de 1950, un plato de base anular con diseños de la cultura Cajamarca, un cántaro pequeño con asas y un percutor y proyectil lítico.
Los bienes patrimoniales fueron recibidos por la titular de la DDC Judith Padilla Malca para su custodia y serán exhibidos en el museo de la institución donde el público local y los turistas podrán apreciar y valorar. “Son piezas muy valiosas que algunas personas suelen heredar de sus familiares. Agradecemos al señor José Rodríguez por la donación de estos objetos que evidencian la forma de vida de los antiguos cajamarquinos”, afirmó Padilla a la Agencia Andina.
Comentó que no es usual que las personas hagan este tipo de donaciones; aunque recordó que
en 2017 en la provincia de Cutervo, algunos ciudadanos hicieron entrega de piezas de oro y plata que fueron halladas en el cerro Ilucán y que se encuentran en posesión de la municipalidad provincial de Cutervo a la espera de contar con
un museo para su exhibición.
También se dio un caso similar en la comunidad de Jamcate, distrito cajamarquino de Chetilla, donde los padres de familias de la escuela del lugar decidieron entregar momias bien conservadas, restos de cerámica y otros objetos culturales que se exhiben en el museo escolar y que fue implementado por iniciativa del director del plantel.
Sobre el caso del señor Rodríguez, explicó que él se puso en contacto con la DDC para hacer entrega de los bienes: cepillo canalador de madera para ebanistería marca Stanley, utilizado para molduras de marcos y machihembrado, herramienta que perteneció a su abuelo; además,
un plato de cerámica Cajamarca, un proyectil de honda de piedra, un martillo o mano de piedra, cerámica de tipo utilitario con dos asas, piezas halladas en una antigua vivienda que adquirió en el centro de esta ciudad.
“No es usual la entrega de este material, pero cuando hay una gestión de confianza se da estos casos. Algunas personas tienen artículos de valor y debemos impulsar desde las instituciones públicas la recuperación de esos bienes, que se convierten en productos de interés colectivo, con un fin cultural”, precisó.
Judith Padilla recordó que la comercialización de bienes culturales está prohibida y constituye un delito. “Muchas personas pueden tener o haber heredado piezas históricas, y si quieren mantenerlo en posesión deben registrarlo. Hay personas que tienen registrado sus bienes o también pueden entregarlo en custodia a la DDC”, remarcó.
Preservación del patrimonio
José Rodríguez es docente de la facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Cajamarca. En diálogo con la Agencia Andina dijo que tomó la decisión de entregar los bienes a la DDC porque estarán en el lugar indicado y servirán como elemento ilustrativo de lo que fue el pasado.
“La herramienta heredada de mi abuelo ya no se utiliza, ha sido reemplazada por maquinas eléctricas modernas. Es difícil desprenderse de una pieza que tiene un gran valor sentimental, pero sé que servirá para un propósito importante de ilustrar una etapa de la vida”, expresó.
Respecto a la cerámica, comentó que fue hallada en la casa que adquirió en el centro de la ciudad y puede servir como referencia de la historia de Cajamarca. “Creo que es importante contribuir a la preservación del patrimonio, como bien común, como bien de la sociedad”.
“En Cajamarca hay una tradición bastante rica, familias antiguas que han poseído bienes interesantes, valiosos que a veces están arrumados en los altillos y pierden su valor, su potencial de ser ilustrativo para las generaciones venideras que ya no tendrán la posibilidad de entrar en contacto con esa realidad”, acotó.
Por último, el docente universitario dijo tener un respeto muy grande por la historia. “Es importante que la nueva generación no se desconecte de la historia, que es parte de nuestra identidad. Un elemento fundamental en toda sociedad es el fortalecimiento de la identidad. Las cosas pequeñas que he donado puede ser un gesto aislado, pero constituye un elemento que puede motivar acciones similares en otras personas y de esa manera contribuir al enriquecimiento de nuestro patrimonio”, puntualizó.