Por Sofía PichihuaKyra es un robot que esquiva obstáculos cuando recorre una pista que cambia aleatoriamente. Con este prototipo de vehículo autónomo, las escolares Isabella Gonzales Portocarrero (16) y Vania Alexandra Pachas Acuña (18) clasificaron a la Olimpiada Mundial de Robótica (WRO 2025), que se celebrará en Singapur del 26 al 28 de noviembre.
El equipo peruano Ruwance -integrado por las jóvenes Isabella Gonzales Portocarrero (16), estudiante del Colegio PEAD Unidos, y
Vania Pachas Acuña (18), quien concluyó su secundaria en la Institución Educativa Nuestra Señora de la Reconciliación- obtuvo el primer puesto en la categoría Futuros Ingenieros de la Olimpiada Nacional de Robótica, evento organizado por Conecta y Claro en el Colegio de Ingenieros del Perú.
Como representantes de Perú en la
Olimpiada Mundial de Robótica (WRO 2025), las escolares recibieron la mentoría de Anthony Valladolid Ballon, estudiante de Ingeniería Mecatrónica en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), quien tiene amplia experiencia en concursos internacionales tras ganar el primer lugar en la categoría satélite del concurso de tecnología espacial
Latin American Space Challenge (LASC 2023).
La pieza central del éxito del equipo peruano es el robot autónomo, bautizado como "Kyra". Este vehículo fue diseñado, construido y programado específicamente para conducir en una pista que cambia aleatoriamente en cada ronda, con el desafío principal de esquivar obstáculos.
¿Cómo construyeron el robot Kyra?
El desarrollo de Kyra fue un proceso de "ensayo y error" que requirió muchas modificaciones en las áreas mecánica, electrónica y de programación. Desde el inicio, el equipo priorizó un prototipo pequeño que pudiera girar y esquivar obstáculos con facilidad.
"Eso significó jugar con la posición de los componentes, imprimir piezas en 3D para soportes e incluso fabricar nuestras propias ruedas", dijo Vania Pachas a la Agencia Andina.
Uno de los mayores retos superados por el equipo peruano fue el “Obstacle Challenge”, para el cual Kyra debe encaminarse por diferentes rutas según las características de los obstáculos presentados. Para resolver este complejo desafío, el equipo combinó técnicas de visión por computadora y planificación de trayectorias.
"Familiarizarme con el entorno de programación de robots ROS (Robot Operating System) fue un reto. Venía de trabajar en proyectos Arduino y entornos más simples, así que pasar a uno más complejo me sacó de mi zona de confort, sin embargo, con la ayuda de Anthony e Isabella, pude adaptarme rápido y comprender el funcionamiento", confesó.
Kyra funciona utilizando tecnología de código abierto y sistemas avanzados ya que está controlado por una Raspberry Pi 5 que ejecuta el sistema operativo Ubuntu junto con el framework ROS 2 (Robot Operating System). Este framework es esencial, ya que divide el código en "nodos" —partes que realizan diferentes funciones— que se comunican entre sí para garantizar que el carro opere correctamente.
Para la detección y navegación, el robot está equipado con un LiDAR que detecta distancias en 360°, una cámara, un motor y un servomotor que incorpora un sistema Ackermann para el giro.
Para las pruebas, el equipo realiza ensayos constantes para evaluar la velocidad y precisión del robot. Isabella Gonzales señaló a la Agencia Andina que utilizan el algoritmo de control PID para que el vehículo circule correctamente por la pista. Además, se calibra el auto para detectar los colores de los obstáculos usando el formato HSV, lo cual es crucial debido a las variaciones de luz y otros factores ambientales.
Actualmente, el equipo Ruwance se encuentra en una fase intensiva de mejora del robot Kyra, enfocándose en refinar el comportamiento del vehículo de cara a la Olimpiada Mundial de Robótica (WRO 2025).
La competencia mundial presentará el desafío de enfrentarse a equipos internacionales con mayor experiencia y disponibilidad tecnológica. Isabella ya tuvo la oportunidad de participar en la edición del año pasado. "Considero que mi experiencia me ha ayudado en varios aspectos de la competencia. En la parte técnica, aprenderse el reglamento es sumamente importante. Además de saber qué está permitido y agilizar el desarrollo del carro, te permite entender los criterios de evaluación. Algo que aprendí es que, si ocurre un error que no se puede arreglar, es importante guardar el tiempo, ya que este se sigue sumando y puede bajar el puntaje", comentó.
Por otro lado, también está la parte logística. "La competencia no solo es armar y codear el carro una vez, sino dedicarle muchas horas, hay que organizarse y saber que probablemente tendrás que dejar otras cosas. La competencia internacional es totalmente distinta a la nacional, requiere más inversión, el año pasado hicimos una rifa y este año probablemente algo similar, además de buscar sponsors. Y fuera de lo económico, la experiencia es mucho más desafiante, otros países tienen tecnologías que ni siquiera conocíamos. Antes de ir, no tenía idea de qué era ROS, pero fue muy enriquecedor", manifestó la escolar de 16 años.
Las integrantes destacan que la experiencia no solo ha enriquecido sus conocimientos en sistemas y programación, sino también en habilidades cruciales como la organización, el trabajo en equipo y la paciencia.
Con este logro, las estudiantes esperan inspirar a más jóvenes, y en especial a más niñas y mujeres a involucrarse en áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), asegurando que encontrarán una comunidad innovadora y gratificante.
Por su parte, el asesor Anthony Valladolid señaló que, como universitario, el concurso "es una oportunidad interesante para transmitir, de manera práctica, los conocimientos aprendidos en la carrera y, sobre todo, aprender del trabajo en equipo con jóvenes que buscan desarrollar soluciones tecnológicas con herramientas de código abierto".
En su opinión, este tipo de competencias impulsa a los estudiantes escolares a ponerse en sintonía con los últimos avances tecnológicos y a aplicarlos a escala, como en el caso específico de robótica y desarrollo de vehículos autónomos.
El equipo Ruwance forma parte del club de robótica Robotek Perú, que en 2024 obtuvo el tercer puesto en la Olimpiada Mundial de Robótica - Américas en Puerto Rico, además de participar en la final mundial en Turquía ese mismo año.
Entre los ganadores nacionales también hay otros seis equipos que alcanzaron el pase al mundial, incluyendo categorías como RoboMisión Elemental, Junior y Senior, además de Futuros Innovadores.
Entre los finalistas también participaron equipos de diversas regiones, como Sullana (Colegio Santa Rosa), Arequipa (Edward Norton School), Chiclayo (Colegio Manuel Pardo) y Puno (Colegio Cramer), con proyectos que abordaron temas como reciclaje, energías renovables y accesibilidad tecnológica.
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Publicado: 22/10/2025