En un entorno marcado por la transformación digital, la automatización, la inteligencia artificial y el cambio en las expectativas de colaboradores y empleadores, el sistema financiero está exigiendo nuevas competencias a sus equipos y al talento que busca incorporar.
¿Qué rasgos tiene el talento que buscan hoy las empresas? Hoy, las organizaciones financieras priorizan profesionales con capacidad de análisis de datos, dominio tecnológico y pensamiento estratégico, pero también con solidez personal, criterio y sentido de responsabilidad.
A ello se suma una mentalidad innovadora: personas capaces de cuestionar procesos, proponer mejoras y usar la tecnología no como un fin, sino como una herramienta para generar valor.
La comunicación efectiva, el trabajo colaborativo, la capacidad de liderazgo y un criterio ético robusto se han vuelto competencias centrales.
El foco ya no está solo en lo que saben hacer técnicamente, sino en cómo toman decisiones, cómo se adaptan al cambio, cómo interactúan con clientes y equipos diversos, y qué tan conectados están con la dinámica del mercado, del país y de sus desafíos sociales y económicos.
“El perfil del profesional financiero ha evolucionado. Ya no basta con saber de números: se necesita entender el contexto, interpretar información compleja, trabajar en equipo y actuar con responsabilidad en entornos de alta presión”, señaló Vanessa Ratto, gerente de Estrategia de Personas de Prima AFP.
¿Y qué busca el talento?
La incorporación de jóvenes talentos, particularmente de la Generación Z, ha acelerado esta transformación.
Este grupo pone en primer plano factores como el propósito del trabajo, la flexibilidad, la posibilidad de aprendizaje continuo y la coherencia entre los valores personales y los de la organización.
Frente a ello, las empresas financieras vienen ajustando sus modelos de desarrollo, promoviendo programas de formación integral, liderazgo joven y espacios de innovación interna.
“El reto no es solo atraer talento, sino acompañarlo, formarlo y retenerlo en un entorno que cambia tan rápido como el nuestro. Las nuevas generaciones esperan organizaciones más abiertas, más horizontales y con impacto real”, aseguró Ratto.
En este contexto, el desarrollo del talento se consolida como un eje estratégico: no solo para mejorar la eficiencia operativa, sino para fortalecer la confianza, la reputación y la capacidad de innovación del sistema financiero en su conjunto.
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Publicado: 3/12/2025