Uno de los enigmas más importantes de la arqueología peruana fue resuelto esta semana por investigadores peruanos y estadounidenses en el interior del valle de Moche, al norte de Perú. Se trata del hallazgo monumental del ingreso al Castillo Jesús María, un edificio de adobe que se levantó hace más de 3,500 años en el pueblo del mismo nombre, centro poblado Menocucho, distrito Laredo, provincia de Trujillo, región La Libertad.
Es una escalinata de adobe, con pisos enlucidos, que fueron construidos hacia el eje este-oeste del Castillo de Jesús María, descubiertas recién por el equipo del Proyecto de Investigación Arqueológico Menocucho (PIAM), dirigido por el trujillano Aldo Watanave.

“El Castillo de Jesús María es un sitio del periodo inicial, estamos hablando de alrededor de entre 1,300 a 1500 años antes de Cristo. Durante mucho tiempo se ha intentado saber dónde estaba el acceso principal al sitio, pero tras nuestras excavaciones e investigaciones hemos logrado acercarnos a resolver esta pregunta”, indicó a la Agencia Andina el arqueólogo Elvis Monzón, arqueólogo residente de PIAM.
El investigador señala que las escalinatas miden alrededor de 25 centímetros de ancho y estás construidas con adobes troncocónicos, denominados así debido a que tienen forma redondeada y alargada. No se usó gavera de caña, por lo que su tamaño es variable y oscila entre los 22 y 25 centímetros.
Las excavaciones han permitido determinar que el acceso tenía un ancho de dos metros; sin embargo, no descarta que pudo ser aún mucho mayor. Asimismo, revelan que el acceso pudo alcanzar una longitud de 12 a 15 metros.

Tras el abandono del sitio, el lugar fue tapado con el mismo material. Las huellas de los dedos de los antiguos peruanos que construyeron estos adobes troncocónicos aún se pueden visualizar tras las excavaciones de los arqueológos.
Ingreso decorado
Una de las particularidades más fascinantes del lugar es que este acceso estuvo decorado con pintura mural, lo que ha significado uno de los aspectos más interesantes y relevantes para la arqueología y la academia.

Elvis Monzón señala que este acceso definitivamente tuvo que ser una suerte de fachada también, porque estuvo decorado con color rojo en los pasos, mientras que los contrapasos estuvieron decorados con color azul.
“Si revisamos un poco los colores que se han utilizado en el antiguo Perú, el color azul ha sido utilizado muy poco; sin embargo, vemos que para el caso del (Castillo) Menocucho (ahora Jesús María), para este sitio el periodo inicial, se ha utilizado, lo cual es fascinante”, indicó.
Mencionó en la parte de las quebradas han encontrado algunas canteras de donde se extraía el pigmento rojo, con los cuales se estaba decorando las fachando. Además, hemos detectado que usaban elementos malacológicos como contenedores para trasladar el pigmento.

Respecto al color azul, aún no hay una certeza de dónde pudieron haber obtenido ese pigmento, por ser una tonalidad bastante rara para la época.
Estructuras cilíndricas
De igual manera, en el lado norte del Castillo de Jesús María, el equipo PIAM realizó una limpieza del perfil de unos 15 metros de largo, que se encontraba sobre un pozo de huaqueo. Durante esos trabajos se confirmó que el sitio fue construido con columnas cilíndricas y que tuvieron decoración mural color blanca y amarilla.
Michelle Watanave, investigadora principal de PIAM, indicó que gracias a esta limpieza de perfil también se ha podido determinar que el Castillo Jesús María tuvo tres fases de construcción, por lo que no se descarta que la primera fase corresponda al Precerámico.
Más hallazgos
Durante estas últimas semanas, el equipo PIAM ha contribuido de manera significativa a la arqueología peruana, que la Agencia Andina ha informado en exclusiva. Descubrieron la primera plataforma funeraria del Precerámico en el valle interior del río Moche, que data de más de 4,500 años de antigüedad. Allí fueron enterrados cinco individuos, donde el de mayor importancia fue el Señor de Jesús María.
Asimismo, hallaron la primera vivienda del periodo Inicial en la parte superior de la plataforma funeraria, que dará mayores datos a los investigadores para entender la vida diaria de los habitantes de aquella época, justamente uno de los objetivos más importantes del PIAM.

PIAM
El Proyecto de Investigación Arqueológico Menocucho se encuentra excavando en la parte media alta el valle Moche desde el 2022. El objetivo del equipo liderado por Aldo Watanabe es entender la vida doméstica y cómo se adaptaron estos antiguos peruanos a la zona.
Por ello, durante estos años, se han realizado diversas unidades de excavación que han permitido registrar estos hallazgos, pero también encontrar elementos malacológicos, fragmentos de cerámica, cuentas y decoraciones en piedra, cuarzo y otros minerales asociados a diferentes culturas, lo que demostraría una ocupación larga del sitio.
De igual manera hay un trabajo importante de proyección a la comunidad, a fin de sensibilizar a la población en el cuidado, protección preservación del sitio. Por ello, gran parte del equipo está compuesto por habitantes de la zona, quienes ayudan en cada proceso de excavación e investigación.
El sitio volverá a ser tapado nuevamente por los investigadores y las piezas entregada a la Dirección Desconcentrada de Cultura de La Libertad, previo informe de los arqueólogos, quienes ahora procederán a realizar el fechado radiocarbónico de las muestras, a fin de poder tener una certeza mayor de la antigüedad del sitio, porque aún falta mucho por descubrir.
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