Hace 4,500 años vivió un gran señor que dominó el interior del valle del río Moche, en lo que hoy se conoce como Zona Arqueológica Monumental Castillo de Jesús María, que se extiende por alrededor de 22 hectáreas en el pueblo del mismo nombre, en el centro poblado de Menocucho, distrito de Laredo, provincia de Trujillo, región La Libertad.
La evidencia de su existencia e importancia en su tiempo fue hallada por un grupo de investigadores peruanos y norteamericanos del Proyecto de Investigación Arqueológico Menocucho (PIAM), que desde el 2022 busca comprender el comportamiento y las adaptaciones de los antiguos habitantes del interior del valle de Moche.

Aldo Watanave, director de PIAM, contó a la Agencia Andina que se trata de una plataforma funeraria ubicada al norte de la huaca Jesús María (ex Menocucho), donde se hallaron enterrados a cinco individuos en un mismo evento funerario, donde el más importante es el señor de Jesús María.
Contexto funerario
El personaje principal fue enterrado en una tumba de 3.5 metros de largo por 3.6 metros de ancho en forma de media luna. Estaba en posición sentado con la mirada hacia el este. Sobre su pecho se colocó dos pendientes elaborados con productos malacológicos (conchas) en cuyo centro hay una cruz, parecida a la cruz del sur que se ve en el firmamento; sobre su pierna izquierda fue colocada una valva de Choromytilus chorus (concha) y a sus orillas un mortero con una mano de moler.
Afuera de dicha tumba se ha encontrado un individuo ‘subadulto’ o joven que está en posición extendida y mirando hacia el norte.

La tumba secundaria mide 1.65 metros de largo por 1.45 de ancho, y el individuo está en posición flexionada hacia su lado izquierdo, y también está mirando hacia el este. En el lado de su corazón fue colocado una piedra con puntas ovaladas. Por el tamaño de los restos, Watanave cree que se trataría de una mujer.
De igual manera, afuera de dicha tumba se ha encontrado los restos de un infante, pero debido al mal estado de conservación, no se puede determinar su posición, ni hacia dónde está mirando.
Finalmente, afuera de ambas tumbas, se ha encontrado un tercer individuo ‘subadulto’ con el cuerpo extendido que también está en posición extendida y mirando al norte.
“Preliminarmente, creemos que cada una de las tumbas tuvo su acompañante, pero aún tenemos que hacer mayores análisis de lo encontrado”, dijo.
Las tumbas fueron construidas con piedra y argamaso de barro y al parecer estuvieron enlucidas por fuera, mientras que al interior se rellenaron con piedras muy grandes. Dos enormes rocas se pueden apreciar aún en una especie de protección del personaje principal.

“Como hemos apreciado, estamos ante una especie de plataforma funeraria, que ha sido usada para el entierro de un personaje muy importante, hablamos de un adulto de sexo masculino. Posiblemente ha sido un líder de la comunidad, antes que el sitio se conozca como Menocucho”, señala Aldo Watanave.
Precerámico
El investigador de la Universidad de Florida precisa que, hasta antes de este hallazgo, la única evidencia de ocupación precerámica en el valle de Moche se había registrado en el distrito de Salaverry.
“Está pendiente hacer fechados radiocarbónicos para determinar la fecha de los individuos, pero la ausencia de cerámica en la plataforma funeraria, y la asociación del mortero con la mano de moler, nos dice que este entierro corresponde a la época del Precerámico, unos 4,500 años de antigüedad aproximadamente. Este sería el primero en registrarse en el interior del valle de Moche”, acotó.
El mortero
Aldo Watanabe afirma que el mortero está hecho en piedra y tiene dos tipos de decoraciones. En uno de sus lados hay un escarbado que forman cuatro líneas en alto relieve, mientras que el otro lado hay alrededor 23 especies de rectángulos, que podrían haber sido caritas, aunque por el mal estado de conservación es imposible tener la certeza de aquello.
“Los que nos está tratando de decir los hallazgos es que ha existido una dualidad, entre la parte del océano, por los productos malacológicos encontrados aquí, con la parte interior que se desprender del trabajo de piedra, y que es una especie de convergencia en el valle de Moche”, agregó.
PIAM
El Proyecto de Investigación Arqueológico Menocucho se encuentra realizando excavaciones en la parte media alta el valle Moche desde el 2022. El objetivo del equipo liderado por Aldo Watanabe es entender el cómo vivían la población de esta zona y por eso en estos años se han realizado diversas unidades de excavación.
En estos años se han encontrado elementos malacológicos, fragmentos de cerámica, cuentas y decoraciones en piedra, cuarzo y otros minerales asociados a diferentes culturas, lo que demostraría una ocupación larga del sitio.
De igual manera hay un trabajo importante de proyección a la comunidad, a fin de sensibilizar a la población en el cuidado, protección preservación del sitio. Por ello, gran parte del equipo está compuesto por habitantes de la zona, quienes ayudan en cada proceso de excavación e investigación.
El resto del equipo lo integran Elvis Monzón, arqueólogo residente de PIAM, y Michelle Watanave, como investigadora principal.