En la lista de inventos ‘Patentes frente al Covid-19’ que organizó el Indecopi, destaca entre los 45 ganadores el diseño de un “horno crematorio desmontable”, elaborado por dos hermanos cusqueños de la comunidad de Mollebamba, a 15 minutos de la ciudad de Urcos, provincia de Quispicanchi.
La genialidad de Eleazar y Elías Huillcahuamán Ttito, de 36 y 26 años de edad, respectivamente, fue apreciada por sus padres cuando de pequeños retornaban del colegio Mariano Santos, al primero solían llamarle “científico loco” al diseñar un vehículo capaz de desplazarse por mar, tierra y aire. El menor le seguía los pasos.
Verlos desenvueltos profesionalmente es el objetivo de la familia, Eleazar estudia mecánica en la Tecsup y Elías ingeniería civil en la universidad San Martín de Porres en Arequipa, aquí sobresalen rediseñando máquinas y perfeccionado “ladrillos machihembrados”.
“En las clases el profesor nos dice que el 60 por ciento de las máquinas están mal diseñadas y yo trabajo en rediseñarlas óptimamente”, dice Eleazar e interrumpe Elías “ahora estamos tras la patente de ladrillos que permita acceder a los más pobres a viviendas más baratas con un aspecto más futurista”.
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Ambos, desde una habitación que comparten en la zona de Viva El Perú del distrito de Santiago por la pandemia, afirman haber sido conmovidos por las numerosas personas fallecidas y abandonadas a causa del Covid-19 en plena vía pública del Ecuador.
“Nos dimos cuenta que si pasaba en el Perú habría más contagiados. Hemos tenido experiencia en hornos y motores, y de ahí viene la idea del crematorio desmontable”, relataba Eleazar “Estamos viendo apoyar al Estado peruano para contribuir con este diseño, su costo es bajo, estamos aptos para apoyar incluso a empresas”, agregó.
Horno crematorio
El equipo está creado sobre una base cuenta con el horno cilíndrico, una cámara de postcombustión, tuberías, bridas de acoples y desacoples, un cilindro de refrigeración, cámara de cristalización y filtro de purificación de gases. La estructura es desmontable para su transporte.
El horno es manejable a una posición horizontal para el deslizamiento del féretro desde una camilla “una vez adentro se procede a tapar la compuerta, girar a través de la manivela hasta que el horno de cremación llegue a la posición vertical. La parte superior tiene que estar asegurada. Luego se enciende con la mezcla preparada de gas y oxígeno para la incineración del cuerpo”, enfatizan.
Cuando la incineración del cuerpo haya concluido, señalan, que se cierra el suministro de gas, oxigeno, y se apaga la fuente de encendido “se deja apagado hasta que enfrié después se procede a abrir la tapa para extraer las cenizas que se encuentra en la tapa cónica”, agregan.
Los hermanos aseguran un trabajo adecuado “es desmontable para cada uno de sus componentes, para su mantenimiento preventivo; el horno está provisto de múltiples fuentes de encendido, para su auto combustión”, subrayan.
Por último, los Eleazar y Elías Huillcahuamán Ttito afirman que el horno tiene un recubrimiento exterior para proteger al material termoaislante de los daños externos, y la cámara de cristalización tiene paneles internos que hacen que se cristalicen de manera óptima y eficiente. El crematorio, produce menor cantidad de CO2 dióxido de carbono y otros gases nocivos a la atmósfera.
Aunque en la lista de ganadores del ‘
Patentes frente al Covid-19’ del Indecopi, figura solo el nombre del menor, los Huillcahuaman Ttito comparten experiencias y conocimientos y trabajan de manera conjunta en sus diseños. En sus tiempos libres visitan Mollebamba.
Según la Defensoría del Pueblo, en el Perú existen cuatro crematorios públicos (en el Agustino Chorrillos, el Callao y Junín) y 10 privados, uno de ellos está en Cusco. Los costos de cremación oscilan entre 1,500 a 5,000 soles.