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San Valentín: cómo viven el amor las personas con problemas de salud mental y adicciones

Si existe confianza, el diagnóstico no debería ser un secreto ni impedimento para la relación

Foto: ANDINA/Luis Iparraguirre.

Foto: ANDINA/Luis Iparraguirre.

04:00 | Lima, feb. 14.

Tener un trastorno o enfermedad de salud mental no es impedimento para formar una pareja en la que se consoliden los anhelos de las dos partes y se viva a plenitud el amor, ingrediente esencial de la vida, que ayuda además a la recuperación de las personas afectadas por estas complicaciones.

Así lo manifestaron expertos del hospital Víctor Larco Herrera durante el programa Saludable Mente de Andina Canal Online, quienes comentaron además que son diversos los tipos de parejas no convencionales en las que el tema de la salud mental es un aspecto importante. 

“Su condición médica no mengua su lado afectivo. Los humanos somos seres amorosos, entendiéndose al amor como un concepto amplio: el amor filial, el amor materno, el amor a la pareja, el amor al cónyuge. No hay que limitar nuestra naturaleza y dentro de ella está el amor”, refirió la doctora Clara Huamaní, jefa de Servicios de Recuperación y Reinserción Social y Familiar.  

Las patologías de salud mental afectan básicamente la vivencia del amor y cómo este se expresa, sostuvo por su parte el doctor Carlos Palacios, director adjunto de dicho nosocomio. 

“Para que estas personas recuperen su capacidad de gozar y disfrutar del amor es importante que muestren una estabilidad en su enfermedad. Por ejemplo, si hablamos de una persona que padece un cuadro depresivo no podrá vivir su cariño con intensidad, tal vez se aleje de la pareja o manifieste cierta irritabilidad y no significa una disminución del cariño. Es parte de su problema (médico)”.  

Habrá otros cuadros clínicos en los que las características de la enfermedad o trastorno serán más evidentes, como en el desorden de personalidad, sobre todo cuando surjan las discusiones, por la impulsividad y la forma en que se llevan ciertos problemas. 

“Diría que lo importante es no juzgar a la persona cuando atraviesa el proceso mórbido (se evidencia la enfermedad). En todo caso esperar que se estabilice y luego definir en pareja si se quieren o no. Habrá personas que dirán ‘no me la juego. No deseo’. Es duro, pero es una respuesta válida”. 

Pese a todo 


En esta misma línea, la doctora Huamán agregó que hay parejas que pese a las dificultades que imponen los trastornos de salud mental apuestan por el valor de su relación, de su amor. 

“Hay parejas con diagnósticos más graves como la psicosis (con periodos de alucinaciones). En consulta he tenido a un esposo que me decía de su mujer 'yo la amo, así con sus particularidades. Porque ella es muy amorosa con mis hijos y voy a acompañarla siempre'. Eso favorece muchísimo a la recuperación. El señor decía 'cuando ella no tiene crisis es otra y yo amo a esa otra persona'”.

Los expertos indicaron que más allá de la relación de pareja, en la mayoría de las enfermedades mentales, si no en todas, el soporte familiar es un factor positivo, que mejora el pronóstico de recuperación. “Es casi determinante.”




Frente a la interrogante de revelar o no a la pareja el diagnóstico que se tiene, los especialistas dijeron que, si bien todos tenemos derecho a la privacidad de estos temas, de existir la confianza necesaria se podría comentar este aspecto, que de un modo u otro influirá en cómo se lleva la relación. 

Adicciones, tema complejo 


Aquellos que tienen como pareja a alguien que es o ha sido adicto, enfrentan también una serie de retos. 

“En esto casos no aconsejo vivir un amor sin condiciones, porque un amor mal enfocado puede hacer daño al proceso de recuperación de un adicto, como el hecho de no combatir sus adicciones o no recriminarlas por el temor a que el ser querido no vuelva más”, explicó el director adjunto del hospital Larco Herrera.  

Indicó que quien tiene que reconocer el problema, en primer término, es el propio adicto o adicta. Será la pareja la que decidirá si continúa en esa relación, en virtud de una serie de factores a evaluar, comenzando por el hecho de saber si desea o no abandonar su consumo.  

Ambos expertos recomendaron a los familiares y parejas de personas con estas características a psicoeducarse para que conozcan lo que van a manejar o enfrentar juntos. Qué cosas les pueden ser útiles y qué cosas no deben hacer.  

“Hay que educarse y pedir información a una fuente confiable, a un profesional en salud mental para que explique qué es lo que va a venir más adelante. Es fundamental que la pareja reconozca la sintomatología de la enfermedad y entienda por qué aparece. Ya será decisión de la pareja si sigue adelante o cree que no podrá con ello”, sostuvo el doctor Palacios. 

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(FIN) KGR/ART
GRM

Publicado: 14/2/2019