El consumo de sal yodada es una de las intervenciones de salud pública más efectivas y accesibles para prevenir la deficiencia de yodo, una condición que afecta al desarrollo cerebral, auditivo y del lenguaje en los niños, especialmente durante la gestación o en etapas tempranas de vida.
El yodo es un micronutriente esencial para la síntesis de hormonas tiroideas que regulan el metabolismo, el crecimiento y el desarrollo neurológico.
Según la Iodine Global Network (IGN), organización no gubernamental para la eliminación sostenible de la deficiencia de yodo, la deficiencia de este micronutriente es la principal causa prevenible de discapacidad intelectual en el mundo.
La sal yodada es clave para prevenir trastornos por deficiencia de yodo, pero no basta con que esté disponible, sino que es necesario comprobar que contiene la cantidad adecuada de yodo, mediante un monitoreo periódico a cargo del Ministerio de Salud, afirma el endocrinólogo Eduardo Pretell.
Es esa línea, resulta importante que las familias aprendan a identificar una “buena sal yodada”. Por ello, el doctor Pretell comparte recomendaciones básicas para garantizar un consumo adecuado de sal yodada en el hogar, así como pautas esenciales para mujeres gestantes y familias con niños.
1. Verifica su contenido. Comprueba siempre que la sal que usas en la cocina sea yodada y cuente con la aprobación de la autoridad sanitaria correspondiente.
2. Cuida su conservación. Mantén la sal en un envase bien cerrado y guárdala en un lugar fresco y seco. La humedad o el calor pueden reducir su contenido de yodo y disminuir su efectividad.
3. Hazla parte de tu rutina. Incluye la sal yodada de manera habitual en la preparación de tus comidas familiares; su consumo diario es clave para mantener una función tiroidea saludable.
4. Protege a quienes más lo necesitan. Si estás embarazada o tienes niños pequeños, asegúrate de que reciban controles médicos y consulta con un profesional de salud sobre la importancia del yodo en la alimentación.
Aunque la sal yodada es la intervención más práctica y rentable, también se recomienda una dieta que incluya pescados, mariscos y algas (yuyo o cochayuyo) de origen marino que contienen altos niveles de yodo.
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(FIN) NDP/CCH
JRA
Publicado: 25/11/2025