Han transcurrido más de 60 años desde su primer encuentro, pero aún conservan la misma ilusión y admiración de aquel día. Camilo Sulca Candia, de 73 años, y Jesús Pozo Medina, de 69 años, se conocieron cosechando y procesando cacao, uno de los productos emblemáticos de la Amazonía peruana. Fue así que esta fruta tropical los unió y los mantiene juntos, pues ahora vienen sacando adelante un emprendimiento en su natural distrito de Ayna, en la provincia de La Mar, departamento de Ayacucho.
Ambos viven en el centro poblado San Francisco, ubicado en la zona del valle de los ríos Rímac, Ene y Mantaro (Vraem), que compromete cinco departamentos del país y está marcado por difíciles acontecimientos, que vienen superando como resultado del esfuerzo de todos sus pobladores.
“La gente del Vraem ha sufrido mucho, pero sabemos que debemos mantenernos unidos para lograr cambios buenos. Con mi esposa nos conocimos por el cacao, cuando recogíamos esta fruta y, con el tiempo, nos enamoramos. Construimos nuestra casita y tuvimos hijos”, declaró Sulca, quien también es usuario del programa Pensión 65.
Lamentablemente, sus hijos partieron por otros caminos y volvieron a ser solo dos personas. Ahora, en esta etapa de su vida, con altos y bajos, han aprendido que siempre tendrán la compañía del otro. “La vida es como el cacao, tiene un proceso para poder disfrutarlo, pero a la hora de hacerlo tiene un sabor fuerte, un poco amargo, que luego permite crear diversos productos”, reflexionó don Camilo.
“Pasaban los días y no podíamos quedarnos de brazos cruzados, decidimos generar un ingreso extra con los derivados del cacao. Nos arriesgamos porque lo conocemos bien. Si no nos resultaba, igual podíamos buscar otros negocitos pues nos tenemos uno al otro”, agregó Pozo Medina.
Sabor intenso
Camilo y Jesús son especialistas en el tratamiento, cosecha y proceso del cacao. Con unos ahorros, compraron uno de sus insumos clave, una pequeña trituradora donde parten los granos.
“Traemos la fruta del Vraem, lo secamos y luego de tostarlo, lo pelamos. Una vez que está listo, comenzamos con las variaciones. Por ejemplo, las cáscaras pasan por un moledor y lo trabajamos para que al final tengamos una deliciosa cocoa. El fruto pasa por el triturador y después de repetir el tratamiento, sacamos pasta, chocolate, incluso mermelada”, detalló Sulca.
La sexagenaria resaltó que el resultado lo ponen a la venta en los Encuentros de Saberes Productivos que organiza la Municipalidad de Ayna y Pensión 65. “Nos eligen por la preparación artesanal que le damos a la fruta y el sabor intenso de los chocolates y mermeladas. Una vez que lo prueban, se llevan un pedacito del Vraem en sus corazones”, concluyó.
Reconocimiento
La pareja de esposos estuvo presente en el V Encuentro de Saberes Productivos realizado en el distrito de Samugari, en Ayacucho, y reunió diferentes distritos del Vraem.
En la actividad, más de 300 adultos mayores hicieron gala de sus talentos y habilidades heredados por sus antepasados, fortaleciendo la identidad cultural de sus localidades. Ahí, Emilio y Jesús fueron condecorados por tener uno de los productos más consumidos. “Nos pueden llamar al 938 784 970 o 948 046 345”, dijo Pozo muy entusiasta.
(FIN) NDP/LZD
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Publicado: 20/7/2024