La boda fue celebrada por distinguidas personalidades y ciudadanos de a pie, quienes se volcaron a la Plaza de Armas de Lima para ser testigos de esta unión.
El tenor, siempre atento, no dudó en compartir su felicidad y se tomó un tiempo para saludar a sus compatriotas
no solo al pie de la catedral de Lima, sino también desde el balcón del Palacio Municipal.