Un total de 35 adultos mayores nos demuestran que nunca es tarde para aprender. Ellos, miembros del Centro de Desarrollo Integral de la Familia (Cedif) de Ayacucho están aprendiendo a leer y escribir con el apoyo de un grupo de voluntarios, destacó el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (Mimp).
Los adultos mayores tienen entre 65 y 87 años de edad y participan de las clases de alfabetización que dictan dos veces por semana cinco jóvenes voluntarios/as que se sumaron a la campaña “Acompáñanos a cambiar vidas”.
El primer objetivo de este grupo de voluntarios es que los usuarios que no cuentan con algún nivel educativo puedan escribir correctamente información acerca de ellos, como el nombre completo y dirección, a fin de que puedan realizar trámites personales.
“Las clases empiezan desde lo más básico: reconocer las letras. Luego, poco a poco, les enseñamos a identificar palabras. Utilizamos materiales didácticos y ágiles para mejor comprensión”, refiere Deyssi Cruz, quien se unió al voluntariado del Inabif en febrero de este año.
“Aprender a leer y escribir los hace sentir más independientes. Es importante que sepan escribir su dirección para que no olviden dónde viven. Quieren aprender y nosotros nos sentimos satisfechos de enseñarles”, afirma, por su parte, Liz Flores, quien lleva dos meses como voluntaria en la institución.
“Agradezco al grupo de voluntarios la dedicación que tienen con nosotros. Ahora ya puedo reconocer algunas palabras”, refiere Teófilo Condori Quispe (de 82 años), quien años atrás se dedicaba a la construcción de casas.
Además de enseñar a leer y escribir, este grupo de voluntarios también brinda clases de pintura y dibujo a otras personas adultas mayores del mencionado Cedif. Quienes deseen formar parte del voluntariado del Inabif pueden ingresar al
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