Bayern Múnich no pasó del 1-1 ante Union Berlín en un partido que dominó, pero un error de su arquero Jonas Urbig le costó caro. Leroy Sané abrió el marcador al 75', pero Hollerbach empató al 83' tras un rebote por una mala intervención de Urbig.
Desde el inicio, el Bayern impuso su dominio con la posesión del balón, instalándose en campo contrario y anulando cualquier intento de salida del Union Berlín. Sin embargo, la profundidad y la claridad en los últimos metros fueron un problema constante. Los centros al área no encontraban destinatario, las combinaciones en corto se veían frustradas por la defensa visitante y los saques de esquina no generaban peligro.
La primera ocasión clara llegó en el descuento de la primera mitad, cuando Serge Gnabry remató desde corta distancia tras un córner cobrado en corto, pero Frederick Rönnow, guardameta del Union, reaccionó con una gran parada para evitar el gol. Hasta ese momento, el Bayern solo había conseguido dos remates desviados desde fuera del área, obra de Gnabry y Dayot Upamecano.
En la segunda parte, el Union Berlín adoptó un enfoque más agresivo, adelantando líneas y buscando presionar en campo rival. La estrategia le permitió generar algunas oportunidades, incluyendo un peligroso contragolpe en el minuto 59 que culminó con un remate de Ilic desviado a saque de esquina por Urbig.
El Bayern también encontró espacios y en el 63 estuvo cerca de abrir el marcador con un remate de Jamal Musiala dentro del área tras un pase de Michael Olise. Finalmente, en el 75, Sané rompía la paridad con un disparo certero de pierna derecha desde el centro del área, luego de un buen centro de Josip Stanišic desde la banda derecha.
Si el partido hubiese sido como la primera mitad, el tanto de Sané habría parecido definitivo. Sin embargo, el Union Berlín había cambiado su postura y buscaba sus opciones en ataque. Ocho minutos después del gol bávaro, el empate llegó de manera inesperada: un error de Jonas Urbig al intentar desviar un balón que podría haber atrapado dejó el esférico a merced de Hollerbach, quien no perdonó y sentenció el 1-1 definitivo.