El dolor ya no tiene que vivirse en silencio ni entre agujas. El Hospital Guillermo Almenara Irigoyen de Seguro Social de Salud (EsSalud) comenzó aplicar una innovadora terapia ambulatoria que permitiría controlar el dolor crónico y oncológico sin necesidad de inyecciones constantes. En esta nota te lo contamos.
Debido al uso de infusores elastoméricos, que son dispositivos médicos portátiles, los cuales administran medicamentos de forma continua durante siete días. Esta tecnología utilizada por el Servicio de Anestesiología del nosocomio y está dirigido a pacientes con dolor agudo y crónico, especialmente aquellos con cáncer o en cuidados paliativos, quienes hoy en día continúan el tratamiento desde la comodidad de su casa.
El especialista Juan Carlos Otiniano, médico anestesiólogo del Servicio de Reanimación y Terapia del Dolor del Hospital Almenara, señaló que estos dispositivos en forma de “una dona” son una herramienta que administra medicamentos de forma continua y precisa a la persona, permitiendo que pacientes con dolor agudo y crónico —muchos de ellos oncológicos— puedan volver a sonreír, caminar y reencontrarse con su vida.
“No existe una sola terapia para todos. Cada paciente tiene una historia distinta, un dolor distinto. Por eso personalizamos la dosis mediante evaluaciones continuas, hasta encontrar el tratamiento ideal para cada caso”, indicó después de precisar que esta terapia individualizada facilita el alivio real y sostenido.
Explicó, además, que los infusores elastoméricos funcionan mediante un reservorio flexible que libera el medicamento de forma constante las 24 horas del día durante siete días completos.
“Gracias a su aplicación subcutánea, el paciente ya no necesita recibir múltiples inyecciones diarias. El personal de enfermería coloca el catéter, conecta el infusor y verifica su funcionamiento, permitiendo que el tratamiento continúe en casa sin interrupciones y con total seguridad”, refirió el especialista.
También detalló que el equipo multidisciplinario del Hospital Almenara, integrado por anestesiólogos, enfermeras, especialistas en rehabilitación, psicólogos y psiquiatras, garantiza un manejo integral del dolor.
Una historia distinta
Uno de los casos más emotivos es el de la señora Zumilda Ríos Romero, de 60 años, quien viaja cada semana desde Huacho hasta Lima para recibir su infusor. Durante años, el dolor intenso la limitó al punto de no poder realizar tareas básicas. Hoy su historia es distinta.
“Ahora puedo gozar de mis hijos, de mis nietos, hacer mis quehaceres… Antes el dolor no me dejaba moverme. La ‘bombita’ me ha devuelto la alegría”, narró con emoción, agradeciendo al equipo de enfermería por su dedicación y paciencia semanal.
Actualmente, en promedio 40 pacientes por semana acuden a la Unidad del Dolor del Hospital Almenara para el recambio de su infusor elastomérico, quienes han logrado permanecer en sus hogares sin dolor, retomar su vida cotidiana y seguir luchando contra enfermedades complejas con mayor fortaleza física y emocional.