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Pava aliblanca: conoce el proyecto que contribuye a conservación de esta ave emblemática

Se ejecuta en Lambayeque, Piura y Cajamarca, destacó el Ministerio del Ambiente

La pava aliblanca es una de las aves emblemáticas del Perú que encontró en la Reserva Ecológica Chaparrí uno de los lugares donde se salvó de la extinción.  Foto: Cortesía Heinz Plenge Pardo

La pava aliblanca es una de las aves emblemáticas del Perú que encontró en la Reserva Ecológica Chaparrí uno de los lugares donde se salvó de la extinción. Foto: Cortesía Heinz Plenge Pardo

15:01 | Chiclayo, nov. 6.

La pava aliblanca (Penelope albipennis) es un ave emblemática del Perú por su condición de especie endémica (que solo vive en los bosques secos de la costa norte peruana); sin embargo, se encuentra en peligro crítico de extinción por lo que se realizan esfuerzos, desde diversos sectores, para lograr su conservación y protección.

El Ministerio del Ambiente (Minam) indicó que el hábitat natural de la pava aliblanca son los bosques secos de la costa norte, en los valles ubicados en Lambayeque, Piura y Cajamarca, y cumplen una labor fundamental en la preservación de la biodiversidad. Por ese motivo el Minam informó que desarrolla diferentes acciones para asegurar su conservación frente a las amenazas que ponen en riesgo su existencia.



Aporte a la biodiversidad


La presencia de la pava aliblanca en los bosques secos son un indicador que estos ecosistemas son saludables y tienen agua permanente.


Al alimentarse de frutos, las semillas que no digiere son expulsadas en sus excrementos, lo que contribuye al crecimiento del bosque.


Estos factores demuestran su importancia biológica y por ello se resalta el proyecto de intervención del Minam que fue presentado en el primer Simposio Nacional de Conservación y Recuperación de la Pava Aliblanca en el Perú, realizado en la ciudad de Chiclayo, Lambayeque.

Recuperación de poblaciones del ave


En este certamen, la viceministra de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales del Minam, Raquel Soto, afirmó que se ejecuta un proyecto de inversión pública que impulsa la recuperación de las poblaciones de la pava aliblanca en áreas y territorios clave. Ello en alianza con el Sernanp, los gobiernos de las regiones mencionadas, la academia y el sector privado.


Sostuvo que dicha intervención se ejecuta en la provincia de Chota, en Cajamarca; así como en las provincias de Ferreñafe, Lambayeque y Chiclayo, en Lambayeque; y en Morropón y Huancabamba, región Piura.


Los estudios revelan que, entre 2023 y lo que va de 2024, la especie aumentó a 858 individuos en su ámbito natural (Piura, Lambayeque y Cajamarca). Esta cifra es superior a los 553 registrados en 2017.

En el citado simposio se abordaron también los instrumentos de gestión que fomentan la protección de la citada especie, su manejo sostenible de las áreas naturales protegidas que habitan y que alientan las investigaciones que se publicarán próximamente.

Pava aliblanca


La pava aliblanca es una especie protegida por la Convención CITES y categorizada como amenazada por la legislación nacional (en peligro crítico), debido a factores como la cacería ilegal y la pérdida y fragmentación de sus hábitats.

El hábitat de esta ave se encuentra reducido a una estrecha franja discontinua de bosque de entre aproximadamente 120 a 200 kilómetros de largo y entre 5 a 40 kilómetros de ancho, que se extiende de forma casi paralela a la cordillera de los Andes y comprende los departamentos de Lambayeque, Piura y Cajamarca, entre los 500 y 1100 metros sobre el nivel del mar.

Historia del ave emblemática


La pava aliblanca es un ave esbelta de plumaje negro, con 8 a 9 plumas blancas en los extremos de las alas. El primer espécimen de pava aliblanca fue recolectado en 1876 por el científico polaco Jean Stolzman en la isla La Condesa, en el delta del río Tumbes.

Sin embargo, la caza indiscriminada y la tala de bosques contribuyeron a la desaparición de aves, por ellos la comunidad científica declaró extinta a la pava aliblanca tras varias expediciones sin resultados.


En 1977, el campesino Sebastián Chinchay redescubrió a la pava aliblanca en la quebrada San Isidro, en el valle de Olmos, en Lambayeque. Ante esta importante noticia en 1978, Gustavo del Solar creó un programa de reproducción en cautiverio y reintroducción de la pava aliblanca.

En el año 2000 se estableció un programa de reintroducción de esta especie. 

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Publicado: 6/11/2024