Por tercer día consecutivo, decenas de transportistas de diferentes empresas tomaron distintas vías de Lima, con dirección al Congreso de la República, para exigir a las autoridades medidas concretas para terminar con las extorsiones y el sicariato, que ha dejado sin vida a distintos compañeros de labores suyos.
La protesta partió desde distintos puntos de la ciudad, como San Juan de Lurigancho y Puente Piedra; decenas de ellos se encontraron en el paradero de Acho para llegar juntos a la sede del Parlamento Nacional, ubicada en la avenida Abancay, en el Cercado de Lima.
"Queremos trabajar sin miedo", fue una de los principales mensajes que se repetía en sus carteles. En esta movilización participan conductores y cobradores, quienes caminaron flanqueados por efectivos policiales motorizados y a pie. La marcha generó congestión vehicular en diversos tramos de la ciudad.
La movilización fue encabezada por unidades de la empresa Consorcio Roma, que en reiteradas oportunidades ha denunciado ser víctima de extorsión. También se sumaron las empresas Las Flores y Huáscar, esta última afectada por el pago de hasta cuatro extorsiones.

Inicialmente, los manifestantes llegaron en sus propios buses, pero la Policía les impidió continuar y tuvieron que seguir la marcha a pie.
Un chofer de la empresa Huáscar denunció que el último miércoles uno de sus compañeros recibió disparos y permanece hospitalizado, mientras que el conductor de otra empresa está en la unidad de cuidados intensivos por un ataque similar.
Los transportistas señalaron que en varias reuniones con empresarios y autoridades no han encontrado soluciones y que la violencia contra ellos continúa en aumento. Por ello, subrayaron que seguirán con las protestas hasta que su voz sea escuchada por las autoridades.
“Mi familia me espera en casa, solo pedimos seguridad para transportistas, colegios y trabajadores independientes”, expresó otro de los conductores durante la marcha.
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