Guerrero dio positivo a un metabolito de cocaína, una sustancia incluida en la lista de prohibiciones de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), tras un control efectuado después de un partido de las eliminatorias mundialistas contra Argentina, el 5 de octubre.
El 3 de noviembre de 2017 se comunicó la medida provisional de la FIFA de 30 días para el goleador de la bicolor. La sanción se haría efectiva hasta que se determinara su absolución o una suspensión adicional.
El 5 de noviembre
Guerrero llegó a Lima con su abogado Pedro Fida y el bioquímico Luiz Claudio Cameron para reunirse con representantes de la Federación Peruana de Fútbol.
El 30 de noviembre, el propio goleador histórico de la selección peruana dio su descargo, por un espacio de 4 horas, ante el Comité de Disciplina de la FIFA, ubicado en Zúrich, y aseguró que se había descartado el consumo de cocaína.
El primer fallo de la Comisión Disciplinaria de la FIFA se dio a conocer el 8 de diciembre y en él se decidió suspender a Guerrero por un año.
No obstante, la defensa legal del delantero decidió recurrir ante Tribunal de Apelaciones, entidad que, tras el descargo de sus abogados, anunció una reducción de 6 meses al castigo inicial.
Con esta decisión, Paolo Guerrero, no quedó contento, pero le daba la oportunidad de jugar el Mundial Rusia 2018 con la selección peruana, un sueño que tiene desde pequeño.
Guerrero y sus abogados presentaron, el 29 de enero, un recurso de apelación ante el Tribunal de Arbitraje del Deporte para pedir la absolución de su castigo porque se considera inocente. El fallo final está previsto que conozca a finales de marzo.
(FIN) JSO