San Martín: asociación cumple labor de defensa del bosque en el Alto Huallaga

ANDINA/Difusión

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12:42 | Lima, set. 29.

La Asociación de Conservación y Protección Ecológica Alto Ahuashiyacu (ACPECEAA) lidera una intensa labor de preservación ambiental en las 2,500 hectáreas en el corazón de la selva alta peruana en convenio con el Área de Conservación Regional Cordillera Escalera (ACR-CE).

Este espacio natural, ubicado entre los kilómetros 8 y 20 de la carretera Tarapoto–Yurimaguas, constituye un enclave vital para la biodiversidad y los recursos hídricos de la región San Martín.

Reconocida por su riqueza natural y su alta fragilidad ecológica, la Cordillera Escalera alberga una extraordinaria variedad de flora y fauna, incluyendo especies endémicas y en peligro de extinción. Por ello, la caza, captura, tenencia, transporte o comercialización de estas especies está estrictamente prohibida por ley.


Geisen Santillán Panduro vicepresidente de ACPECEAA, señala que la misión de la organización es proteger el ecosistema a través de alianzas estratégicas con entidades públicas y privadas.

“Esta zona es crucial para nuestra región, el 90% de nuestras fuentes de agua nacen aquí. Nuestro compromiso es preservar estos ecosistemas, no solo para el presente, sino para las futuras generaciones”, afirmó.

Labor de la asociación
Conformada por 23 miembros comprometidos, ACPECEAA ejecuta un plan operativo integral que incluye actividades de reforestación, restauración de áreas degradadas, patrullajes ambientales y campañas de limpieza. Uno de sus principales logros ha sido la implementación de un vivero especializado en especies nativas, utilizado para recuperar zonas afectadas por actividades humanas o desastres naturales.

ACPECEAA también administra la Catarata de Ahuashiyacu, uno de los destinos turísticos más emblemáticos de San Martín, en coordinación con la jefatura del ACR Cordillera Escalera. Los ingresos generados por este atractivo natural son reinvertidos directamente en acciones de conservación, vigilancia y logística, lo que ha permitido fortalecer la presencia territorial y mejorar las condiciones para un turismo responsable.


Pese a los avances, la organización enfrenta retos constantes como tala ilegal, extracción no autorizada de especies vegetales —en especial orquídeas—, tráfico de tierras e incendios forestales. Ante estas amenazas, los guardabosques de ACPECEAA realizan patrullajes constantes, tanto para disuadir estas actividades como para garantizar la seguridad de los visitantes.

“Nuestro equipo está capacitado para realizar acciones de control y vigilancia. Su presencia ha sido clave para reducir la presión sobre estos ecosistemas. Sin embargo, necesitamos más apoyo institucional y ciudadano para mantener y ampliar nuestro impacto”, advirtió Santillán Panduro.

Llamado para el cambio
El vicepresidente de ACPECEAA hizo un llamado urgente a la ciudadanía, empresas, instituciones y turistas a involucrarse activamente en la protección del ACR-CE, un área que abarca más de 149 mil  hectáreas de selva montañosa, bosques húmedos y una enorme diversidad biológica, gran parte de ella endémica o en riesgo.

“Es momento de cambiar nuestra visión sobre las áreas naturales protegidas. No se trata solo de preservar un paisaje, sino de garantizar la vida, el agua, el aire y el futuro de nuestros hijos y nietos. Necesitamos sumar esfuerzos, desde acciones de vigilancia y reforestación, hasta campañas educativas y el simple acto de no arrojar residuos en la naturaleza”, indicó Santillán.


Asimismo, exhortó a los visitantes a actuar con responsabilidad durante su estancia en estas áreas.

“Este es un ecosistema frágil que necesita del compromiso de todos. La conciencia ambiental no debe ser opcional, sino una prioridad colectiva”, concluyó.

(FIN) JQC/FGM

JRA

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Published: 9/29/2025