Llegó el verano y muchos peruanos se sienten motivados, con las visitas a las playas y piscinas, a bajar esos kilitos extra, por lo que más de uno podría haber empezado una dieta.
Pero ese régimen alimenticio muchas veces no cuenta con una asesoría profesional, o lo que es peor, se replican recetas de amigos o del internet sin ser adaptadas a las necesidades de cada organismo ni al estilo de vida, lo que podría poner en riesgo la salud.
En ese contexto, Erika Jaime, nutricionista dietista de NutriFud, centro especializado en generar dietas personalizadas según las necesidades y estilos de vida de cada persona, nos comparte cuáles son los cinco factores que indican que una persona está llevando
una dieta saludable.
- Asesoría de un nutricionista. El 25% de peruanos considera que al hacer dieta se gasta mucho dinero, lo que, en un intento por reducir costos, puede llevarlos a autodirigir su plan alimenticio. Un nutricionista brindará una dieta personalizada en base a un análisis completo del paciente, donde se considera condiciones médicas, alergias, genética, historial médico, entre otras variables, que permitan generar un régimen que logre los resultados esperados y mejore la salud y estilo de vida.
- El objetivo se logra gradualmente. Una dieta saludable tiene por objetivo perder no más de cuatro kilos por mes. Perder más peso en un mes, además de no ser sano, genera que el cuerpo entre en un estado de alerta por “escasez”, buscando aprovechar al máximo las calorías posibles de cada alimento que se ingesta. Esto en el corto plazo genera el denominado efecto rebote. Lo ideal es ir disminuyendo de peso de manera gradual y no de golpe.
- No agrava la sensación de hambre. Una buena dieta toma en cuenta el estilo de vida alimenticio del paciente. Si se quiere bajar de peso, debe reducirse gradualmente las calorías que se ingiere, lo que permite que la capacidad gástrica se reduzca poco a poco y elimine la sensación de hambre. Reducir la alimentación abruptamente puede dar sensación de hambre y, por ende, ser una señal de que no se están cubriendo necesidades básicas de energía.
- Puede darse "un gustito" de fin de semana. Tras una semana de estricta dieta, puede recompensarse con un “gustito” de una comida como una hamburguesa de carne de res con pan y no sentir culpa, porque son una fuente buena de proteínas y carbohidratos. El problema está en la cantidad de salsas o papas fritas que lo acompañan. La clave está en no exagerar.
- No hay que saltarse ninguna comida del día. Muchas veces la gente confunde la dieta con comer menos, y reemplazar la cena o el desayuno por un simple jugo. Eso en realidad lo que puede causar es un déficit calórico, lo que dará una sensación de cansancio más que de bienestar. Lo ideal es no consumir menos de 1,200 calorías al día manteniendo tres comidas al día.
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(FIN) NDP/ART
Published: 2/6/2019