La Conferencia Mundial de Robots de Pekín inauguró su edición anual con más de medio millar de máquinas
inteligentes y una clara apuesta por incluir éstas en nuevos sectores productivos, como el comercial desde tenderos a
recepcionistas o el educativo.
El evento de tres días, que incluye una exposición con los avances de 60 firmas chinas del sector y conferencias con expertos de Estados Unidos, Europa y Asia Oriental, está protagonizado este año por robots humanoides que según sus desarrolladores podrán ser en el futuro recepcionistas de hotel o de un banco, o vendedores.
"El coste de estos robots actualmente es alto, de unos 100.000 dólares, pero cuando podamos bajarlo hasta 20 o 30 mil veremos pronto muchos más robots en los centros comerciales chinos", vaticina en declaraciones a Efe
Hansen Shu, consejero delegado de la firma Robosen.
Autómatas de su firma, algunos con aspecto de protagonistas de la saga Transformers, bailan para los visitantes de la conferencia, entre ellos muchos niños, y según Shu el reto ahora es introducir en estos productos inteligencia artificial, algo que según él "está comenzando y va lento, pero es el único camino".
La conferencia muestra también robots "médicos" como Cancan, aunque su funcionamiento es similar al de los tenderos o recepcionistas: disponen de una pantalla informativa en su cara o en su pecho, sensores para no chocar con viandantes, son capaces de escuchar al usuario, y le dan información. "Escucha la enfermedad que tiene el paciente y le encamina al lugar del hospital donde puede ser atendido, o a la farmacia del centro médico, y le da consejos sobre como tratarse", explica uno de los responsables de la firma Canze, aunque aún no está preparado para sustituir a los médicos de carne y hueso.
Sin embargo, David Wang, de la firma Beijing Lingyi Technoogy, asegura a Efe que su robot doméstico, dotado de prácticamente las mismas articulaciones que un humano y capaz de cocinar o limpiar, ya está muy solicitado entre la gente más rica de China. Por ahora, su robot maravilla a los asistentes haciendo taichi, y muchas otras máquinas del evento muestran también sus dotes artísticas tocando la guitarra, escribiendo caligrafía china o dibujando con la misma destreza que un pintor.
No todos los robots de las conferencias son humanoides: uno de los pabellones está íntegramente dedicado a los brazos-robot de uso frecuente desde hace décadas en la industria. También se muestran drones, un sector boyante en la economía china, con capacidad para transportar hasta una tonelada durante 200 kilómetros, y que se cuentan entre los mayores aparatos voladores no tripulados del mundo.
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(FIN) EFE/MAE
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Published: 8/16/2018