La
salida de Paolo Guerrero del Mundial Rusia 2018 ha desatado una histeria colectiva de la que tenemos que salir para continuar con la vida y, mientras eso ocurre, los padres de familia deben evitar trasladar su frustración hacia sus hijos a la par de sacar algunas lecciones de esta experiencia.
Así lo afirmó el psicólogo
Luis Ávila, jefe del Centro Regional de Apoyo Emocional (CRAE) de la Diresa Callao, para quien existe una gran identificación con los avatares legales del jugador, razón por la cual los peruanos sienten como propio
el castigo impuesto por el TAS.
“
Es como si tratara de un hermano o familiar. Lo mismo ha pasado con su madre, doña Peta. Su caso es singular porque ha tenido sufrimiento, muchas carencias, pero su profesionalismo y disciplina lo han llevado hasta dónde está y es por es que duele”.
Indicó que hay mucha intensidad en el pueblo peruano, pero poca conciencia de la realidad. “Ya no importa que el
Perú esté en Mundial, pero sí que no esté nuestro capitán.
Se ha olvidado que el triunfo logrado ha sido colectivo. Paolo no es la selección. Él integra la selección”.
Dijo que casos similares han pasado con grandes futbolistas como Luis Suárez (Uruguay), pero su selección ha sabido salir adelante y eso le toca hacer ahora a nuestro país.
Habrá duelo
“Vamos a pasar un duelo, sentirnos tocados, pero luego tendremos que reponernos, porque la vida sigue. Los padres deben evitar canalizar su angustia y frustración hacia sus hijos y, por el contrario, encontrar aprendizajes de este caso”.
Durante el
programa Saludable Mente de Andina Canal Online, indicó que a
Paolo Guerrero -como a todos- le pasan cosas complicadas, pero debemos aprender a levantarnos y “es lo que Paolo tendrá que hacer porque el país sigue andando”.
“Lo que ha pasado es una histeria colectiva, pero con el paso de los días va a disminuir. Los padres deben entender que aquí hay una lección para nuestros hijos y es que las cosas no van a salir siempre como quisiéramos y tenemos la responsabilidad de ponernos de pie, como país y como persona”.
No seamos como las barras bravas
Pidió no perder de vista que el fútbol es un juego que termina con el pitazo final.
“Hay que
evitar lo que hacen las barras bravas, que es llevar las peleas del fútbol a las calles.
Mientras los futbolistas acaban el partido y son amigos, las barras bravas llevan a la vida real la rivalidad de las tribunas. Hacen propia la victoria o la derrota. No tienen cultura deportiva”.
Comentó que muchos
niños admiran y quieren ser como Paolo Guerrero, pero se olvidan de que él continúa siendo una persona de carne y hueso y por eso tiene aciertos y también desaciertos.
“Acá hay una confusión al vivir nuestros sueños a través de un ídolo, en este caso Paolo. Esa confusión se rompe dentro de la familia con educación y autoestima. La familia debe educar con valores, sin olvidar enseñar que las derrotas y fracasos son parte de la vida y nos ofrecen aprendizajes. Hace que las personas evalúen qué fue lo que falló, para luego comenzar otra vez”, finalizó.
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(FIN) KGR/RRC
Published: 5/18/2018