Cuatro profesores de aula recibieron las Palmas Magisteriales 2017 en el grado de Educador. Oliva Margarita Ita Alvarado y Víctor Alfredo Rojas Ayala, dos de ellos, han creado novedosas estrategias de enseñanza para que sus alumnos aprendan a pensar, sentir y comprometerse con el país.
Ella, a través del cuidado del medio ambiente, él de la recopilación de mitos de la sierra central.
Para
Oliva Ita Alvarado educar es un estilo de vida. Luego de 30 años de experiencia educativa recibió las
Palmas Magisteriales 2017 en el
Grado de Educador por crear una estrategia pedagógica que articula la enseñanza de la protección ambiental con el desarrollo cognitivo, emocional y social de los alumnos.
Sus niñas y niños de la escuela unidocente San Isidro de Huayllapampa, en Recuay, Áncash, aprenden gracias al proyecto ambiental “Desarrollando cultura ambiental y bienestar social a través del sistema agro ecológico escolar”.
Una metodología de enseñanza que le ha merecido diversos reconocimientos nacionales e internacionales, pues a la vez que fortalece una cultura ambiental en sus alumnos de inicial, también lo hace en los padres de familia y comunidad.
“Además de instruirlos sobre cómo evitar contaminar nuestro ambiente, he creado una estrategia pedagógica que permite a los pequeños lograr conocimientos, aprendizajes, socializarse y razonar. Por medio del plantado de árboles lo pueden conseguir”, sostiene.
Oliva, es hija de padres campesinos y natural de Malvas, Huarmey. Y esas condiciones sociales la predispusieron a inclinar su pasión hacia la educación por la infancia y la niñez de zonas rurales. Hasta diseñó una pedagogía de los sentidos para niños con habilidades diferentes.
A la escuela unidocente llegan niños y niñas de diferentes edades y ritmos de aprendizajes, 8 ,10 hasta 12 escolares de extrema pobreza al año, cuenta la tercera hija de los Ita Alvarado.
Sin embargo, no ha sido impedimento para formar estudiantes que trabajan en equipo, se comunican bien, socializan e interactúan entre ellos.
Oliva es Magister en Educación, con mención en Docencia y Gestión Educativa.
Mitos mineros y pedagogía
En cambio, Víctor Alfredo Rojas Ayala encontró en la literatura, especialmente en la recopilación de historias del “Muqui” personaje mítico del mundo minero en Cerro de Pasco, una veta de oportunidades para que sus alumnos leyeran y desarrollaran su comprensión lectora.
Don Víctor, hijo de padres mineros, creció escuchando relatos orales sobre las bondades y maldades del duende “Muqui” enano bienhechor y protector de los trabajadores de minas, pero también castigador de quien codicia y ambiciona sin piedad.
“Hemos editado una antología de estos cuentos que me han servido para que mis alumnos desarrollen sus capacidades educativas. Lo logramos estimulando su comunicación a través de textos propios de las zonas mineras, llenos de magia y fantasía”.
A los 15 años, decidió seguir los pasos de su padre y trabajó como minero. Laboró en socavones y pudo conversar con los hombres que vieron y oyeron sobre ese duende. Así se enteró que el Muqui es benevolente y amigable y a veces contribuye con el bienestar del trabajador.
Pero también, castiga el mal comportamiento del ser humano, al avaro y ambicioso, y hasta lo puede matar si cree que lo amerita. Los alumnos redactan historias y hasta escriben guiones de teatro.
“Estas valiosas experiencias las hemos recogido de los mineros, en su literatura oral y testimonios escritos en donde todos revaloran el trabajo minero de Pasco.
(FIN) SMS/LIT
Video: Palma Magisterial: conoce a los maestros innovadores de la enseñanza en sus aulas
Publicado: 8/7/2017