El Instituto del Mar del Perú (Imarpe) confirmó el varamiento de un nuevo ejemplar de tiburón bocón o tiburón de boca ancha (Megachasma pelagios) de 4,52 m de longitud total, una de las especies de tiburones más raras y menos observadas en el mundo, en la costa de la provincia de Paita, región Piura.
Precisó que el hecho ocurrió el miércoles 17 de diciembre. Los profesionales del Laboratorio Costero del Imarpe analizaron el ejemplar de tiburón bocón. Agregó que la especie fue hallada en la zona rocosa comprendida entre Playa Gaviotas y el centro poblado de Yacila, un sector caracterizado por acantilados y formaciones rocosas singulares.
El tiburón varado fue encontrado sin vida sobre la franja intermareal, en un entorno de difícil acceso dominado por rocas y playas angostas. En el lugar, los especialistas realizaron mediciones morfométricas, observaciones externas y pesquisas técnicas necesarias, siguiendo los protocolos científicos establecidos para este tipo de eventos.
Al momento de la evaluación, el ejemplar se encontraba en avanzado estado de descomposición, lo que limitó la obtención de algunos indicadores biológicos; sin embargo, se logró confirmar la identificación taxonómica y documentar el evento.
Megachasma pelagios es un tiburón pelágico que se alimenta por filtración y se distribuye en hábitats oceánicos desde aproximadamente la superficie hasta 1.500 m en aguas tropicales de todo el mundo. Estos tiburones habitan los océanos Atlántico, Índico y Pacífico.
Imarpe indicó que el Perú ha tenido algunos registros de ejemplares varados y captura incidental en la pesquería con redes de deriva sobre todo en el norte del país. Se sabe muy poco de esta especie, por lo que se requiere más investigación sobre su ecología, uso del hábitat y los posibles efectos de la pesca. Debido a su rareza, historia natural y sensibilidad intrínseca a la captura incidental en pesquerías, estos registros deberían ser monitoreados para asegurar que esta especie no se vea amenazada.
Por último, Imarpe afirmó que este varamiento recuerda que nuestras costas forman parte de un sistema marino complejo y dinámico. Reportar oportunamente estos sucesos y evitar la manipulación de los ejemplares es fundamental para la investigación científica y la conservación.
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