Miles de autos particulares, taxis colectivos e incluso buses no autorizados de transporte de pasajeros han convertido a la avenida Javier Prado en una de las más caóticas de Lima y una pesadilla en pérdida de horas/hombre para las millones de personas que circulan por allí.
Frente a
esta realidad, el presidente de la organización
Luz Ámbar,
Luis Quispe Candia, brindó una serie de medidas que las autoridades deberían adoptar para que el viaje
desde San Miguel hasta La Molina sea fluido, barato y seguro.
Quispe Candia consideró vital que el Perú tenga una Autoridad Única del Transporte, la cual, dijo, resolvería y tomaría de manera concertada medidas relacionadas al transporte y el tránsito, sin el riesgo de que luego se eliminen por cambio de gobierno.
Consideró que en el caso de Javier Prado se debe mejorar la infraestructura en dicha avenida, comenzando con la implementación de un corredor segregado donde buses autorizados avancen rápido y de forma exclusiva.
"No es posible que en la Javier Prado existan todavía empresas, del Callao en particular, que siguen operando en la misma ruta que los buses de la empresa concesionaria que brinda el servicio legalmente”, anotó.
Puso como ejemplo de un
transporte eficiente las experiencias que vivió en las ciudades brasileras de Sao Paulo y Curitiba, donde se han implementado corredores segregados en las principales avenidas a fin de
darle fluidez a la circulación de los vehículos.
“Ellos tienen los corredores segregados para los buses. Pero allá el corredor para los buses de transporte público está separado de los vehículos particulares solo con una línea amarilla continua. No se pone un muro o una reja como sería necesario aquí”, manifestó Quispe.
Consideró que hace falta incrementar el número de buses que tiene actualmente la empresa concesionaria del corredor Javier Prado, y sumar otra cantidad de buses para las rutas alimentadoras.
Indicó que es muy importante que la empresa del corredor Javier Prado establezca una frecuencia de viajes cada 5 minutos en horas valle y de 3 minutos en horas punta, con la suficiente cantidad de buses de gran capacidad que vaya desplazando poco a poco a los taxis y autos colectivos.
“En Lima tenemos más de 300 mil taxis. Y en la Javier Prado, el número de taxis y colectivos tipo Van, comenzaría a disminuir porque la oferta y la demanda jugaría a favor de un transporte público eficiente, rápido y barato”, enfatizó.
Mencionó igualmente la necesidad de acelerar la construcción de un bypass en el óvalo Monitor, a fin de que los vecinos de La Molina puedan salir e ingresar a diario con mayor fluidez.
La Molina probablemente sea el distrito donde sus pobladores no solo tienen uno sino varios vehículos en cada familia. Y solo tienen dos accesos que van hacia Raúl Ferrero y hacia Javier Prado, no hay otra salida.
“Siendo así, esta avenida se ha convertido en un cuello de botella y por ahí circulan la gran mayoría son vehículos privados y taxis. Esto se ha convertido en un cuello de botella que se podría solucionar con un bypass”, aseveró.
Finalmente, Quispe Candia reiteró su pedido para que en primer lugar se establezca una sola autoridad de transporte urbano que tenga las facultades para
realizar los cambios y las restricciones necesarias para solucionar el
caos vehicular no solo en la
Javier Prado sino en todo Lima.
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(FIN) LIT/RRC
Publicado: 15/8/2018