La psiquiatra Vanessa Herrera López, autora del libro Relaciones saludables de pareja, advirtió que el machismo, como reflejo de una cultura patriarcal arraigada, sigue marcando negativamente la vida de muchas mujeres. Según explicó, los patrones de relaciones tóxicas y las conductas heredadas de generaciones anteriores alimentan una normalización de la violencia que dificulta la construcción de vínculos equitativos y respetuosos.
Este problema afecta de manera especial a adolescentes y mujeres jóvenes, quienes al crecer en ambientes donde la violencia es tolerada, suelen carecer de apoyo suficiente para romper con estos ciclos.
“El maltrato de madres hacia sus hijas también forma parte de esta cadena. Las mujeres que han sobrevivido a contextos violentos pueden sufrir trastornos como depresión, ansiedad o estrés postraumático, lo que, en algunos casos, se traduce en conductas negligentes o violentas hacia sus propios hijos. Este ciclo debe terminar”, enfatizó Herrera.
Factores complejos y soluciones integrales
Para Herrera, abordar la violencia contra la mujer exige entender la complejidad de sus causas.
“Factores individuales, familiares, sociales y relacionales interactúan. Haber crecido en un entorno violento, la falta de educación en igualdad desde la infancia, las carencias económicas y la ausencia de redes de apoyo incrementan la tolerancia hacia la violencia”.
Además, la falta de acceso a servicios de salud mental impide que muchas víctimas superen las secuelas y construyan una vida libre de maltrato.
Por ello subrayó la importancia de fortalecer iniciativas como los Centros de Salud Mental Comunitaria (CSMC), que ofrecen un soporte integral y ayudan a empoderar a las mujeres. “Es fundamental que las mujeres comprendan que no tienen que soportar la violencia esperando que su pareja cambie. Romper con estas creencias requiere acompañamiento profesional y recursos adecuados”.
Necesidad de educar desde la infancia
La especialista destacó que el feminicidio, como expresión más extrema de la violencia de género, refleja una percepción de posesión hacia las parejas por parte de los agresores, alimentada por celos y un afán de control. Este problema, añadió, puede prevenirse a través de programas educativos que desde la infancia enseñen a gestionar emociones, desmontar mitos del amor romántico y fomentar relaciones basadas en respeto e igualdad.
Vanessa Herrera López, destacada psiquiatra, autora de Relaciones saludables de pareja
“Invertir en educación es clave. Desde la primera infancia debemos inculcar habilidades socioemocionales, manejo de conflictos y deconstrucción de estereotipos de género. Solo así podremos construir una sociedad más justa y libre de violencia”, concluye Herrera.
Cifras del 2024
El más sonado de los feminicidios en el 2024 fue, irónicamente, en el mes en el que se conmemora la lucha contra la violencia a la mujer: el perpetrado contra
Sheyla Mayumi Cóndor Torres, una joven de 26 años que desapareció y, tras varios días de búsqueda infructuosa, fue encontrada sin vida en la vivienda de Darwin Condori, un policía con antecedentes de violencia.
Este caso evidenció graves fallas en la respuesta de las autoridades, generando indignación y protestas en todo el país.
Otros, como el feminicidio de una madre de familia en octubre de este año, en Ambo, Huánuco, asesinada a machetazos por su pareja en presencia de sus hijos menores de edad, también generó el rechazo de la comunidad local, que exigió justicia inmediata.
Lo mismo ocurrió en Arequipa, en agosto. Una mujer fue asesinada dentro de su vivienda por su conviviente, un policía. Este feminicidio generó cuestionamientos sobre el acceso a armas de servicio por parte de agentes con antecedentes de conducta violenta.
En mayo una adolescente de 17 años fue hallada sin vida después de haber sido reportada por su familia como desaparecida. Su expareja confesó el crimen tras ser detenido. Este caso reavivó el debate sobre las políticas de prevención para jóvenes en situaciones de riesgo.
Cifras alarmantes
Estos casos son apenas una muestra de la preocupante cifra de feminicidios registrados en Perú en 2024, un año en el que el Ministerio de la Mujer ha reportado que 71 víctimas (de las 141 identificadas entre enero y noviembre) tienen entre 30 y 59 años, y 63 son menores de 30 años.
Además, la mayoría de asesinatos ocurre en el hogar (64) y las razones están relacionadas con los celos (49), como también la resistencia a aceptar que la mujer quiere la separación.
Asimismo, las estadísticas del MIMP revelan que, un poco más de la mitad, 75 en total, no tomaron ninguna acción, es decir, no denunciaron ni solicitaron apoyo de la familia o amigos. Las regiones con más casos son: Lima Metropolitana (33), Cusco (13) y Cajamarca (10), seguidos por Huánuco (8), Ica (8) y Arequipa (6).
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(FIN) SMS/RRC
Publicado: 3/1/2025