Andina

Conoce las siete áreas naturales protegidas de Perú que debes visitar una vez en la vida

Sucursales del edén poseen espectacular belleza paisajística, enorme biodiversidad y riqueza cultural

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14:11 | Lima, oct. 17.

Hoy se celebra el Día de las Áreas Naturales Protegidas, una fecha que reafirma el gran valor de estos espacios como ejes de desarrollo y como principales destinos turísticos del Perú al garantizar una experiencia inolvidable gracias a su extraordinaria biodiversidad, impactante belleza paisajística e invalorable riqueza cultural, atributos invaluables que deben preservarse para las actuales y futuras generaciones.

Este enorme mosaico de ecosistemas distribuidos a lo largo y ancho del territorio nacional está representado en gran medida en las más de 150 áreas naturales protegidas de administración nacional, regional, comunal y privada. Estos lugares paradisiacos brindan a los visitantes una experiencia única donde pueden notar cómo la naturaleza se expresa en su condición más pura y hermosa.


A continuación, conoce las áreas naturales protegidas que todo amante de la naturaleza debe conocer.

Reserva Nacional de Paracas


A cuatro horas al sur de Lima por vía terrestre, se encuentra la Reserva Nacional de Paracas, donde se conservan y anidan numerosas especies de aves residentes y migratorias, tortugas marinas, lobos marinos y delfines. 


Experimente el placer de caminar por la orilla de sus playas cubiertas con fina arena y sentir el sonido y la fuerza de los vientos Paracas. Este desierto, que aparenta quietud y calma, esconde vida que habita entre el mar y la arena, como las colonias de pingüinos, coloridas bandadas de parihuanas o flamencos, las bulliciosas gaviotas, entre otras especies.


Al igual que el Santuario Lagunas de Mejía, la Reserva Nacional de Paracas es un sitio Ramsar por ser un lugar clave de descanso y alimentación para especies migratorias. No deje de enriquecerse con esta experiencia ecológica degustando deliciosos platos marinos, como las emblemáticas conchas de abanico y el cebiche, cuyos ingredientes básicos se obtienen en la Reserva Nacional de Paracas: otra razón más para conservar su mar y desierto.


Parque Nacional Huascarán


Ubicado en la cordillera tropical más alta del mundo, la Cordillera Blanca, el Parque Nacional Huascarán sobresale por sus montañas nevadas y lagunas altoandinas, que lo posicionan como un atractivo internacional ideal para el turismo de aventura. 


Debe su nombre al célebre nevado Huascarán, el más alto del Perú y el quinto más alto del hemisferio occidental, con una altura de 6,768 metros. El impresionante paisaje montañoso es el atractivo central del Parque, donde crece la imponente Puya Raimondi, descubierta y bautizada por el célebre botánico italiano Antonio Raimondi. Esta especie puede llegar a crecer hasta 12 metros de altura y produce racimos de hasta 8,000 flores y 6 millones de semillas por planta.


Y si de deportes se trata, se puede dar rienda suelta a la adrenalina visitando los circuitos de aventura más importantes: trekking, bicicleta de montaña, escalada en hielo y roca, práctica de esquí en Vallunaraju Rurec y Copa, la zona de recreación del nevado Pastoruri. De lo contrario, puede relajarse con un apacible paseo en bote en la Laguna Chinancocha (Quebrada de Llanganuco-Yungay) y en la Laguna Purhuay (Huari).


El Parque Nacional Huascarán fue declarado Reserva de Biósfera e incluido en la Lista de Patrimonio Natural de la Humanidad de la Unesco y Área Importante para la Conservación de Aves, reconocimiento otorgado por la BirdLife International y Conservation International.  



Reserva Nacional Pacaya Samiria 


Conocida también como la “Selva de los espejos”, la Reserva Nacional Pacaya Samiria fue creada el 4 de febrero de 1982 para conservar ecosistemas representativos de la selva baja de la Amazonía peruana y preservar su diversidad genética. En ese sentido, protege especies de flora y fauna de la Amazonía en peligro de extinción, como el lagarto negro y el lobo de río.


Con un área de 2 millones 80,000 hectáreas, esta área natural protegida comprende parte de las provincias de Loreto, Requena, Alto Amazonas y Ucayali, del departamento de Loreto. Está ubicada en la depresión Ucamara, donde se da la confluencia de los grandes ríos Ucayali y Marañón, los cuales forman sus límites naturales. La parte suroccidental está delimitada por una franja de colinas bajas que forma la divisoria de aguas con el río Huallaga.


La Reserva Nacional Pacaya Samiria alberga una alta diversidad biológica y una importante población humana que aprovecha de sus recursos naturales. Comprende en su interior las cuencas de los ríos Pacaya, Samiria y Yanayacu-Pucate. Aunque mayormente se trata de una planicie de selva baja aluvial e inundable, presenta algunas colinas bajas en las nacientes del Pacaya.


Protege además el área de bosque inundable más extensa de la Amazonía. Este gigantesco humedal motivó su designación como uno de los primeros sitios Ramsar del Perú, en 1992.


En la Reserva Nacional Pacaya Samiria habitan numerosas comunidades, tanto nativas y tradicionales como de colonos relativamente recientes. Su territorio ofrece beneficios a miles de personas en la zona y en las ciudades vecinas, así como la posibilidad de realizar un turismo de primer nivel para conocer la Amazonía peruana. Muestra de ello es que en 2018 recibió 14,202 visitantes, entre peruanos y extranjeros. Y en enero del 2019 tuvo como huésped de lujo al galardonado actor estadounidense Robert de Niro.


Existen tres circuitos turísticos principales: la cuenca Yanayacu-Pucate, desde la comunidad Veinte de Enero, cerca a Nauta, hasta la famosa cocha El Dorado. Es la zona donde se encuentra la mayor cantidad de refugios y zonas de campamento a lo largo del río. La laguna El Dorado es considerada el corazón de la Reserva Nacional Pacaya Samiria y uno de los lugares con mayor concentración de fauna. 


Existen también 15 zonas de campamento autorizado en las 8 áreas de uso turístico, tres refugios en la cuenca Yanayacu-Pucate y dos refugios en la comunidad de San Martín de Tipishca. Los circuitos fluviales de varios días en los límites de la reserva, son ofrecidos por empresas que operan en Iquitos y Lima.


Reserva Nacional Tambopata


Creada hace 21 años para conservar la flora, la fauna y los procesos ecológicos de una muestra de la selva húmeda tropical peruana, la Reserva Nacional Tambopata deslumbra al mundo por su espectacular belleza paisajística y la megadiversidad biológica que alberga y que estamos llamados a preservar. El aforo autorizado a esta área natural protegida es del 60 %, dado que se encuentra en la región Madre de Dios, que tiene un nivel de alerta moderado.


La Reserva Nacional Tambopata se ubica al sur del río Madre de Dios, en los distritos de Tambopata e Inambari de la provincia de Tambopata. Fue creada oficialmente el 4 de septiembre del 2000, mediante Decreto Supremo Nº 048-2000-AG y tiene una superficie total de 274,690 hectáreas.


El destino turístico más visitado es el lago Sandoval, ubicado en la cuenca del río Madre de Dios. Este espejo de agua de 127 hectáreas está rodeado de palmeras repletas de guacamayos y se encuentra a solo media hora por río de Puerto Maldonado. En sus aguas, que pueden ser recorridas en botes de paseo que alquilan los pobladores locales y los albergues, habita una numerosa familia de lobos de río a la que se le aprecia cazando y acicalándose sobre los troncos. También hay una torre observatorio para una vista panorámica.


Los atractivos característicos de Tambopata son las collpas que se hallan en la orilla de los ríos reuniendo a cientos de aves (guacamayos, halcones y loros) ofreciendo un espectáculo de color y sonido espectacular (todo esto en especial entre las 5:30 y 9:00 am).


La Reserva Nacional Tambopata es una de las primeras en el Perú en impulsar una propuesta para ampliar su oferta turística e incluir a todos los sectores de la población, incluyendo a personas con discapacidad, adultos mayores y familias con niños pequeños.


En agosto del 2019, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) inauguró un “sendero elevado de madera”, que tiene un largo de 2,800 metros. Parte desde el puesto de control de la Reserva Nacional de Tambopata y llega hasta el muelle de embarque del lago Sandoval. Esta vía ha permitido reducir el tiempo, de tres horas a 45 minutos. Además, cuenta con señalética interpretativa; zonas de embarque y desembarque en sus puntos de partida y llegada.


Parque Nacional del Manu


El Parque Nacional del Manu tiene una extensión de 1 millón 716,295.22 hectáreas y comprende parte de las provincias de Paucartambo (Cusco) y Manu (Madre de Dios).


Su establecimiento, el 29 de mayo de 1973, tuvo como propósito proteger una muestra representativa de la diversidad biológica, así como de los paisajes de la selva baja, ceja de selva y de los Andes del suroriente peruano. Asimismo, en él se pretende fomentar el turismo sustentado en criterios ecológicos y culturalmente compatibles.


La creación de esta área natural protegida apuntó a promover y facilitar la investigación, educación y recreación, así como contribuir a la preservación del patrimonio arqueológico. Su presencia contribuye al reconocimiento y protección de la diversidad cultural y a la autodeterminación de los pueblos indígenas del área.


El Parque Nacional del Manu protege una de las zonas más importantes del planeta en cuanto a megadiversidad de especies biológicas. Su gran extensión atraviesa frígidas punas que sobrepasan los 4,000 metros de altitud, agrestes montañas boscosas que dan origen a una multitud de pequeñas quebradas y valles, bosques nublados de selva alta, y finalmente el llano amazónico.


Este magnífico y único escenario natural incluye un amplio y complejo sistema hidrográfico y garantiza la presencia de una diversidad de ecosistemas poco intervenidos por el ser humano.


En estas circunstancias, la diversidad biológica que alberga el Parque Nacional del Manu se manifiesta en todo su potencial en un paisaje único en el planeta.


El Parque Nacional del Manu alberga una gran cantidad de especies de fauna silvestre. Se ha registrado 228 especies de mamíferos (44% del total en Perú); 1,030 especies de aves (56 % del total); 132 especies de reptiles (30 % del total) y 210 de peces.


Entre los mamíferos grandes destaca el otorongo, el tigre negro, la sachavaca, la huangana, el sajino, el venado, el venado cenizo, entre otros.


También el lobo de río, el ronsoco, el coto mono, el maquisapa negro, el mono choro, el mono machín blanco y el mono machín negro, entre otros.


Por otro lado, el número de insectos en el Parque Nacional del Manu se estima en cerca de 30 especies. Se ha registrado más de 1,300 especies de mariposas, 136 de libélulas, al menos 300 de hormigas (en un solo árbol se encontraron más de 40 especies) y más de 650 de escarabajos, entre otras.


En lo que respecta a la flora del Parque Nacional del Manu, el número de especies vegetales es muy elevado. Los diversos registros indican que por lo menos existen 162 familias; 1,191 géneros y 4,385 especies identificadas. En una sola hectárea se llegó a encontrar hasta 250 variedades de árboles


Los bosques de aguajales son uno de los ecosistemas más resaltantes, donde las palmeras de aguaje y de huasaí son las dominantes. Se desarrollan sobre áreas casi permanentemente inundadas, especialmente en la margen derecha del río Manu.


También destaca la presencia del cedro, tornillo, castaña, lupuna y caucho, entre otras especies.


Los bosques tropicales del Manu han permitido que los procesos ecológicos y evolutivos se realicen casi sin la presencia del hombre. Sin embargo, en la zona existe también una enorme riqueza cultural, representada por las actuales poblaciones indígenas en diferentes niveles de contacto con el exterior, y un patrimonio arqueológico aún no revelado en toda su magnitud.


En sus fronteras se encuentra la Reserva Territorial de los grupos étnicos Kugapakori y Nahua; el Santuario Nacional Megantoni y la Reserva Comunal Amarakaeri.


Las comunidades de los Yora, Mashko-Piro, Matsiguenka, Harakmbut, Wachipaeri y Yine habitan ancestralmente entre los bosques y ríos de estas selvas. Por su parte, las comunidades de Tayakome y Yomibato son reconocidas dentro del área. Ambas se ubican en la zona alta del río Manu. 


En el sector suroeste existe una asociación de agricultores conocida como Callanga. Además, en el sector noroeste adyacente al Parque Nacional del Manu, y en el interior, existe un número no determinado de poblaciones indígenas en aislamiento voluntario.

Desde 1977 el Parque Nacional del Manu ostenta el estatus de Reserva de Biósfera. A su vez, en 1987 fue declarado Patrimonio Natural de la Humanidad otorgado por Unesco.


Para ser incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, los sitios deben tener un valor universal excepcional y cumplir al menos uno de los diez criterios de selección. Estos criterios se explican en las Directrices operativas para la implementación de la Convención del Patrimonio Mundial que, además del texto de la Convención, es la principal herramienta de trabajo sobre el Patrimonio Mundial. El Comité revisa periódicamente los criterios para reflejar la evolución del propio concepto de Patrimonio Mundial.


En este caso, el Parque Nacional del Manu reúne según la Unesco los criterios IX y X de la Convención del Patrimonio Mundial. El criterio IX señala que el lugar elegido debe ser ejemplo destacado que represente importantes procesos ecológicos y biológicos en curso en la evolución y el desarrollo de ecosistemas terrestres, de agua dulce, costeros y marinos y comunidades de plantas y animales.


Por su parte, el criterio X establece que debe contener los hábitats naturales más importantes y significativos para la conservación in situ de la diversidad biológica, incluidos aquellos que contienen especies amenazadas de valor universal excepcional desde el punto de vista de la ciencia o la conservación.

El Parque Nacional del Manu ha recibido diversos reconocimientos nacionales e internacionales, siendo el más reciente el otorgado por la organización Green Destinations en 2022 que le confirió la distinción como una de las ocho áreas naturales protegidas del Perú que forman parte de las Top 100 mejores historias de turismo sostenible en el mundo. Y en la edición de este año también compite por este notable reconocimiento junto a otras siete áreas naturales protegidas de nuestro país. 


Este reconocimiento reafirma una vez más que el Parque Nacional del Manu es uno de los principales destinos de naturaleza en el Perú y el mundo.

En la cuenca baja del río Manu se puede apreciar la exuberancia de la llanura amazónica. Se ha destinado cinco zonas para la visita, en donde se concentra una alta diversidad de flora y fauna silvestre. Se trata de las cochas (lagos en forma de herradura) Salvador, Otorongo y Juárez, así como los sectores de Pakitza y Limonal.


En estas zonas existe una gran variedad de circuitos y senderos para apreciar la belleza de la selva tropical. Destacan también las cochas donde es posible observar especies que en otros ecosistemas han desaparecido, como el lobo de río y el lagarto negro.


Otro atractivo son los bosques en ambas márgenes del río Manu, donde no sólo es posible observar gran variedad de flora, sino numerosa fauna asociada. Un hito de atracción son las colpas, donde acuden numerosas especies de fauna. Los aguajales también posibilitan la concentración de fauna típica, como los guacamayos.


El mirador de Tres Cruces, en el extremo sur del Parque Nacional del Manu, permite apreciar espectaculares salidas de sol a más de 3,600 metros sobre la llanura amazónica. A través de un fenómeno óptico que ocurre especialmente entre mayo y agosto, cuando el cielo está despejado, se tiene la impresión de que el sol aparece dos veces en un mismo amanecer. 


Además, se puede apreciar dos vistas panorámicas opuestas: la serranía al sur y el impenetrable bosque nublado al norte. Desde este lugar se puede tomar un circuito pedestre señalizado de aproximadamente siete kilómetros (3 horas de recorrido), desde el puesto de vigilancia de Acjanaco hasta el fundo Pillahuata.


El Parque Nacional del Manu posee uno de los más renombrados centros de investigación para los trópicos: la estación biológica de Cocha Cashu. Asimismo, en la cuenca baja del río Manu existen cinco zonas de campamento, tres miradores o espigones, así como tres albergues en cesión de uso.


También se instaló una torre metálica de 18 metros de altura en la cocha Otorongo y un sendero elevado con plataforma en el sector Limonal. Además, se puede visitar el Centro de Interpretación ubicado en el puesto de vigilancia El Limonal.




El aplicativo Manu Biósfera está disponible actualmente para dispositivos móviles con sistema operativo Android, aunque se espera que pronto esté disponible también para dispositivos con sistema operativo iOS. La información contenida está en los idiomas español e inglés.


El aplicativo brinda, en primer término, recomendaciones para una experiencia inolvidable, entre ellas respetar las recomendaciones de los guardaparques, transitar solo por rutas y senderos señalizados para contribuir a conservar la flora y fauna silvestre, conservar la limpieza y cuidar la infraestructura del área protegida, entre otras.


También ofrece información detallada sobre el protocolo sanitario para el turismo en las áreas naturales protegidas.


A continuación, los usuarios del aplicativo móvil deben registrar sus datos: nombres, apellidos y correo electrónico, así como crear una contraseña de seguridad.


La información que contiene el menú principal del aplicativo móvil está dividida en los siguientes temas: información general, principales atractivos y especies de flora y fauna emblemáticos; lugares para visitar; consejos de viaje; alertas; horarios de visita; control de atención; tarifas y costos; preguntas frecuentes; y misceláneos.


Al ingresar a principales atractivos se puede obtener información detallada sobre, por ejemplo, el formidable mirador Tres Cruces como su ubicación, altitud y toda su riqueza paisajística. 


Asimismo, se ofrece propuestas de itinerarios para todos los gustos, que pueden realizarse tanto al interior del Parque Nacional del Manu como en su zona de amortiguamiento.


Otra información muy importante está referida a las Rutas del Manu: Manu Andino, Manu Cultural y Río Manu. En cada una de ellas se ofrece datos sobre el recorrido a desarrollar con la ayuda de mapas interactivos que muestran la ubicación de los atractivos y servicios turísticos más cercanos como alojamiento, restaurantes y centros poblados.


En la pestaña “Visitas” existe la opción “Avistamientos”, en la cual los usuarios del aplicativo móvil pueden registrar imágenes e información requerida sobre las especies que pueden observar y fotografiar, así como apreciar los registros fotográficos de otros visitantes.


El aplicativo contiene también la sección “Encuestas” que permite anotar y registrar los comentarios de los turistas sobre su visita al Parque Nacional y la Reserva de Biósfera del Manu



Actualmente operan en el Parque Nacional del Manu, específicamente en la ruta Río Manu, diez operadores turísticos autorizados que brindan el conjunto de servicios requeridos para una completa experiencia de viaje (alojamiento, guiado, transporte y alimentación). 



La temporada de visitas al Parque Nacional del Manu es desde abril hasta octubre, dado que de noviembre a marzo es época de lluvias, lo que dificulta el acceso y el recorrido por el área protegida.



La mayoría de visitantes al Parque Nacional del Manu suelen viajar primero al Cusco, donde pueden desarrollar también un tour por sus atractivos, y a continuación viajan a Puerto Maldonado para partir hacia el área protegida por vía fluvial. Sin embargo, también se puede viajar directamente a Madre de Dios, pero es menos frecuente. 




Santuario Histórico Bosque de Pómac


Se trata de un bosque seco biodiverso, cuna de historia preinca y naturaleza viva hasta nuestros tiempos. La cultura Sicán dejó en Pómac una huella imborrable de su riqueza cultural. 


Esta área protegida alberga casi 6,000 hectáreas de bosques de algarrobo, especie endémica de la costa norte peruana. Durante el recorrido podemos conocer el lazo existente entre esta cultura y su entorno natural, dos elementos que se unen para crear un paisaje cultural único, que comprende, además, diversas especies de aves endémicas y la mayor cantidad de pirámides prehispánicas de Sudamérica. 


Según la lengua muchik, Sicán significa “casa o templo de la luna” y fue una cultura de la costa norte del Perú, que se desarrolló entre el 900 y 1,100 d.C. cuya capital se estableció en la zona de Pómac. 


Al ingresar a la zona arqueológica, se puede apreciar a más de veinte pirámides de adobe distribuidas en un área de 45 kilómetros cuadrados, así como las tumbas de la élite Sicán, la mayor parte de ellas enterradas al pie de las pirámides.


En el bosque es imperdible la visita al mirador Las Salinas, desde donde se tiene una vista panorámica del bosque seco, las pirámides e incluso el curso del río La Leche. También conocer la casa de Karl Weiss (pionero de la actividad apícola en la región), el algarrobo con más de 500 años de antigüedad y de forma caprichosa, al que los lugareños atribuyen milagros y leyendas. También puede apreciarse la huaca Las Ventanas, una pirámide trunca de adobe con más de 10 metros de altura y que forma parte del Complejo Arqueológico Sicán, en donde se descubrió el famoso “Tumi” o cuchillo ceremonial de oro puro. 




Reserva Nacional Lago Titicaca


Próxima a cumplir 42 años de creación como área natural protegida por el Estado, la Reserva Nacional Lago Titicaca conserva una gran biodiversidad, apoya el desarrollo socioeconómico de la región Puno y mantiene las tradiciones culturales de las comunidades que habitan las inmediaciones del lago más alto del mundo.


Creada oficialmente el 31 de octubre de 1978, mediante Decreto Supremo N° 185-78-AA, la Reserva Nacional del Titicaca está ubicada en las aguas continentales del Lago Titicaca, en las inmediaciones de las provincias de Puno y Huancané del departamento de Puno, a una altitud promedio de 3,810 metros sobre el nivel del mar. 


Tiene una extensión de 36,180 hectáreas. La totalidad del lado peruano del lago Titicaca ha sido reconocida por la Convención Ramsar, el 20 de enero de 1997, considerándose como un Humedal de Importancia Internacional, especialmente como hábitat de aves acuáticas.


En el interior del lago se han establecido tres zonas: el lago Mayor o de Chucuito (con la máxima profundidad de 283 metros); el lago Menor o Wiñaymarca; y la bahía de Puno. El lago tiene cinco ríos tributarios principales: Ramis, Huancané, Coata, Ilave y Suches. La única descarga de sus aguas se efectúa a través del río Desaguadero (lo que representa solo el 9% del total), mientras el resto se pierde por evaporación. La temperatura de sus aguas varía entre 11° y 14° C.


Específicamente, la Reserva Nacional del Titicaca está ubicada en las aguas del lago Titicaca en dos sectores que no tienen continuidad física: el sector Ramis, con 7,030 hectáreas y que está ubicado en la provincia de Huancané, la cual incluye una zona de totoral y una parte pelágica en la margen derecha de los ríos Ramis y Huancané; y las lagunas de Yaricoa y Sunuco, en la margen izquierda del río Huancané. 


El otro sector es Puno, con 29,150 hectáreas, ubicado en la provincia del mismo nombre y que abarca diversos totorales comprendidos entre la isla Estévez y la península de Capachica. Gran parte de las conocidas islas flotantes de los Uros se ubica dentro de la reserva, mientras que otras colindan con ella. Asimismo, muchas de ellas están preparadas para recibir visitantes, mientras que otras permanecen solo con fines de vivienda. 


En la actualidad, muchos de sus pobladores se dedican al turismo y al negocio de las artesanías, actividades a las que han sumado la pesca y caza tradicionales, con lo cual   conservan su ancestral vínculo con los recursos naturales que el lago brinda, convirtiendo esta zona en uno de los potenciales turísticos más importantes de la reserva.


Las comunidades campesinas se han organizado para formar diversos Comités de Conservación, los cuales tienen guardaparques voluntarios que ordenan el uso de los recursos y apoyan en el control y vigilancia de la Reserva Nacional Lago Titicaca. Asimismo, dan cuenta a la asamblea comunal y al personal del área sobre actividades que ponen en riesgo la integridad de la zona protegida.

(FIN) LZD/MAO
JRA


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Publicado: 17/10/2023