Por Susana MendozaLos seres humanos pueden sacar lo mejor o peor de sí en situaciones límite y la meditación puede servir para encontrar la calma mental que tanto se necesita para enfrentar el encierro o alguna emergencia por el coronavirus, dijo la directora de EspaciosaMente, Claudia Velasco Mosto.
La meditación es una habilidad natural que tienen todas las personas, pero que se va perdiendo mientras van creciendo por las características de las sociedades contemporáneas, las que incentivan a ser racional o pensar siempre en el pasado o futuro, comentó.
En diálogo con la agencia Andina, Velasco Mosto explicó que la meditación es útil para tener conciencia del presente pues es necesario "vivir" o "estar" en el presente cuando las emociones rebasan o impiden que las personas tomen decisiones correctas y empáticas.
“Meditar sirve para vivir el momento presente, sin juicios ni críticas, con una actitud amorosa. Así, a pesar de la crisis, la persona puede ser receptiva porque se siente
calmada”, indicó.
Calma mental
Esta calma mental trae tranquilidad y, para lograrla, se requiere de un entrenamiento constante con alguien que conozca esta práctica; solo así, anotó, el cambio que empiece a generarse se convertirá en un estado permanente.
Las personas están tan acostumbradas a recordar experiencias del pasado o a pensar en el futuro que sienten resentimiento o miedo permanentemente. Esas emociones, en medio de la epidemia del coronavirus, no ayudan.
Sin embargo, dijo, esta crisis puede ser una oportunidad para que toda persona, sin interesar su condición social, cultural, etaria, descubra que tiene un recurso propio (interno) que no necesita comprar sino cultivar poco a poco.
1. Respirar con intensidad en cuatro tiempos (cuatro veces) y exhalar lentamente en cada tiempo, dos veces. Al dosificar la salida del aire, la mente se calma.
2. Mientras se realiza alguna tarea manual o doméstica, es necesario llevar la atención hacia la acción. Si se lava los platos, por ejemplo, concentrarse en el agua, su caída, el olor del detergente. Y si la mente se va, regresar al presente con tranquilidad.
3. Caminar lentamente en casa, un jardín o en el espacio que se tuviera tomando conciencia de cómo se mueve el cuerpo, respirando y concentrándose en el aire que ingresa y sale por las fosas nasales.
4.
No se trata de
meditar para tener la mente en blanco sino de
aprender a estar en el presente. “La mente hay que traerla al cuerpo”, afirmó Velasco Mosto.
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(FIN) SMS/RRC
Published: 4/13/2020