El Fondo de Cooperación para el Desarrollo Social (Foncodes), programa nacional de Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), utiliza el modelo núcleo ejecutor en la implementación y desarrollo de sus proyectos Haku Wiñay, Mi Abrigo, Agua Más y otros dirigidos a mejorar la economía y el nivel de vida de las familias pobres en las zonas rurales de la Sierra y la Selva. En el país existen 2,200.
Hace 28 años, Foncodes creó el núcleo ejecutor, inspirado y sustentado en dos prácticas andinas ancestrales: el ayni, es decir, la ayuda mutua o apoyo recíproco entre las familias; y la minka, el trabajo comunitario o cooperativo con fines sociales.
Este mecanismo de gestión ha sido validado a lo largo de cerca de tres décadas de trabajo, con resultados beneficiosos debido a sus características: es voluntario y participativo. Los cargos de presidente, tesorero y secretario son elegidos en asamblea comunal; el fiscal es designado por la municipalidad distrital o provincial.
Todos los cargos se ejercen ad honorem y el núcleo asume los principios de rendición de cuentas. La eficacia es uno de los factores que han marcado la historia exitosa de los núcleos ejecutores en la gestión de los proyectos sociales en el mundo rural.
Los directivos del núcleo ejecutor representan a la población usuaria y se encargan de administrar los fondos transferidos por Foncodes para la compra de bienes (insumos, equipos) y la contratación de servicios (profesionales y técnicos).
Los recursos económicos no gastados son devueltos al tesoro público. El programa nacional del Midis capacita y brinda asistencia técnica, además de supervisar la marcha del proyecto.
Fortalezas
Entre otras fortalezas significativas de los núcleos, puede referirse la alta vigilancia social que fomenta su modelo participativo, así como su contribución a la generación de capital social y la formación de liderazgos comunales.
Alrededor de 2,220 núcleos ejecutores implementan proyectos productivos (Haku Wiñay en la Sierra y Noa Jayatai en la Selva); proyectos de infraestructura Mi Abrigo, que acondiciona viviendas térmicas, y Agua Más, que rehabilita sistemas de agua clorada.
También el proyecto Residencias Estudiantiles, que construirá albergues para alumnos y docentes en 30 instituciones educativas; y proyectos especiales (programa Compras a MyPerú).
La reciente publicación de la Ley 31015, que autoriza la ejecución de intervenciones en infraestructura social básica, productiva y natural, mediante núcleos ejecutores, abre las puertas para que otras instituciones públicas también utilicen este mecanismo de gestión. Esto permitirá que haya mayor transparencia en la inversión pública, señaló el director ejecutivo de Foncodes, Hugo Vila Hidalgo.
Administradores de recursos del Estado
El núcleo ejecutor es un organismo comunal de naturaleza privada y con personería jurídica temporal. Opera bajo convenio tripartito con el gobierno local y Foncodes. Tiene como función gestionar el proyecto y administrar los fondos transferidos por el Estado desde la fase de ejecución hasta su conclusión y entrega a la comunidad.
Igual ocurre con los núcleos ejecutores centrales (NEC), conformado por varios núcleos, que gestionan los proyectos productivos Haku Wiñay y Noa Jayatai.
La participación directa de los usuarios evita el mal uso de los fondos públicos. Sobre la base de esta buena experiencia, el modelo núcleo ejecutor de Foncodes, ha sido replicado con éxito por otras instituciones públicas como el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento en sus proyectos rurales.
Además, delegaciones de gobiernos de países como Colombia, Ecuador, Paraguay, Honduras, Líbano, Egipto, Kenia, Angola, Mozambique y Sudáfrica, que visitaron en los últimos años los proyectos de Foncodes, recogieron las experiencias de este mecanismo de gestión y varios de ellos evaluaron aplicarlo en sus proyectos de desarrollo productivo y desarrollo rural.