El primer barco autosostenible del mundo, que funciona con energía generada a partir del Sol, el viento y el agua, se encuentra en aguas peruanas y tiene una misión: crear conciencia sobre la gran contaminación que genera el plástico dentro de los océanos.
Construida en 2010, el Race of Water Odyssey tiene 521 metros cuadrados de paneles solares, una cometa de tracción de 40 metros cuadrados que aprovecha la potencia del viento, así como un sistema de hidrógeno para acumular la energía producida por el agua de los mares que surca.
La embarcación de bello diseño es una “manera de atraer a la gente” para sensibilizarla sobre el problema de la contaminación plástica en el mundo, sostuvo Camile Rollin, especialista de proyectos de la fundación suiza Race for Water (Carrera por el Agua), que administra la nave.
De acuerdo con un estudio realizado en el 2016, si se continúa con el sistema actual de producción, uso y abandono de este material, los océanos tendrán mayor cantidad (en peso) de plástico que peces para el año 2050.
“La misión de la fundación es la protección del océano y también demostrar que es posible ser completamente autónomo solo con energía natural, renovable y que es posible hacer un giro en el mundo solo con Sol, agua del mar y viento”, agregó la experta en diálogo con la Agencia Andina.
Vuelta al mundo
Desde abril del 2017 esta nave ha iniciado una travesía de cinco años por todo el mundo con el objetivo de proponer soluciones para la conservación de los océanos, informó por su parte el presidente de la fundación suiza, Marco Simeoni, para quien es una utopía pensar que se podrán recoger los residuos de plástico del mar.
“Muy pronto nos dimos cuenta de que la solución se encuentra en tierra.
Es imperativo evitar que los residuos de plástico lleguen al mar. Cada minuto se genera un camión lleno de estos residuos en el mundo, además el 25% de peces ya tiene restos de plástico en sus estómagos.
Se trata de un estado de emergencia”, se lamentó.
Pero la fundación no se ha quedado solo en el discurso ambiental, pues como parte de sus objetivos promueve e implementa soluciones sostenibles con impactos económicos, ambientales y socialmente significativos. Por ejemplo, junto a la empresa francesa ETIA, ha desarrollado una tecnología capaz de transformar los residuos plásticos en energía, ya sea a gas o electricidad.
“La venta de esa energía nos permitirá pagar a los recolectores de desechos de plástico que trabajan en la calle, a fin de animarlos a recoger este material al final de su vida útil, como ocurre ahora con el papel, el vidrio o el metal”, detalló.
Dicha iniciativa será implementada próximamente en Europa para luego compartirla con el resto del mundo.
¿Por qué en el Perú?
Camile Rollin indicó que han hecho una parada en Lima porque se trata de una ciudad con 10 millones de habitantes y que eso la convierte en una gran fuente de contaminación por plástico. Por tanto, añadió, existe la necesidad de “concientizar a la gente sobre el peligro que el plástico encierra para la naturaleza y sobre todo para los océanos”.
Markus-Alexander Antonietti, embajador de Suiza en el Perú, quien estuvo en la presentación oficial de la Race of Water Odyssey, se mostró entusiasmado con los efectos de esta visita entre el público nacional.
“Mi país tiene una cooperación muy larga con el Perú desde hace 54 años y ahora los dos ámbitos más importantes de trabajo conjunto son el agua y el cambio climático. Así la presencia de Race of Water era necesaria, porque justamente está sensibilizando al público sobre la polución con plástico en los océanos y el mundo, por tanto su visita en el Perú era una obligación”.
Por su parte, Juan Alberto Wu, presidente de L+1, grupo de empresarios peruanos que busca un cambio sostenible y que facilitó el ingreso de la nave en el país, indicó que se sentían honrados con su visita y que era esencial que “todos desarrollemos una nueva conciencia de negocios” para hacer viable el avance del mundo sin destruir nuestros recursos naturales, sobre todo en un país tan diverso como el Perú.
El novedoso barco, estacionado en el Punta (Callao), se quedará en nuestro país hasta el 15 de mayo, tiempo durante el cual sus expertos se reunirán con distintas autoridades de gobierno, investigadores y estudiantes de colegios públicos y privados.
Antes de llegar al Perú esta embarcación recorrió Francia, Portugal, diversas islas del Caribe, Las Bermudas, Cuba, República Dominicana y Panamá.
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(FIN) KGR/RRC
Published: 3/20/2018