Lima, la capital del Perú, arrastra un silencio sísmico desde 1746, lo que significa que tiene mucha energía acumulada y que en algún momento podría generarse un movimiento telúrico de magnitud importante, para lo cual debemos estar preparados.
Así lo manifestó a la Agencia Andina el titular del Instituto Geofísico del Perú (IGP), Hernando Tavera, al señalar que si bien todo el país es sísmico hay espacios como Lima donde hace mucho tiempo la tierra no libera energía.
En la misma situación, agregó, se encuentra el sur del país, específicamente Tacna, donde, de acuerdo con el mapa sísmico del IGP, tiene menos puntos rojos, es decir, epicentros de sismos fuertes.
"Somos un país de alta actividad sísmica, pero cuando vemos a Lima y el sur del país notamos que hay un vacío importante y puede haber un sismo de magnitudes grandes", refirió. Debe señalarse que en Tacna el silencio sísmico data de 1886.
En otro momento, Tavera pidió a la población interesarse en reforzar sus viviendas, señalizar rutas de evacuación o zonas seguras y organizarse entre todos los miembros de la familia para saber cómo reunirse luego de ocurrido un terremoto.
Ratificó que el sismo en sí no es el culpable del desastre, sino que el problema se da por cómo se construyen las casas o edificios y en dónde se levantan. "Esto es algo que va de la mano con la responsabilidad de las personas", aseveró.
Detalló que antes de edificar o comprar una vivienda, las familias deben saber que hay suelos blandos que amplifican las ondas sísmicas y donde un temblor será más fuerte; mientras que los suelos compactos hacen que el movimiento telúrico se sienta menos.
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