La Ley de promoción de la alimentación saludable para niños, niñas y adolescentes N° 30021 no prohíbe nada al consumidor ni a la industria alimentaria, simplemente ofrece información valiosa al ciudadano, además de promover una alimentación saludable en su conjunto.
Así comentó el representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el Perú, Raúl González, quien añadió que esta medida no obliga a nadie a comprar o no un producto, sino que le informa adecuadamente para que tome una decisión.
El experto saludó la prepublicación del Manual de Advertencias Publicitarias de productos procesados y ultraprocesados del Ministerio de Salud (Minsa), el cual permitirá la entrada en vigencia del reglamento de la Ley Nº 30021.
“Eso lleva años de negociaciones. La ley se aprobó en 2013 y durante toda la legislatura anterior no hubo la publicación de un reglamento, ni manual que permitiera la implementación efectiva de esa ley. Felizmente, esta administración ha priorizado el tema de salud pública y eso es realmente encomiable. Ha publicado el reglamento y ahora el manual se ha puesto a recepción de comentarios por 90 días”, destacó.
Curva peligrosa
González advirtió que si bien el Perú no tiene el índice de consumo de comida procesada más alto de América Latina, “presenta una curva ascendente realmente peligrosa, con el riesgo que eso significa en el sobrepeso y obesidad de la población”.
Detalló que Chile registra más de 200 kilos de consumo de comida procesada y ultra procesada, mientras que el Perú apenas supera los 80 kilos, “sin embargo, en este momento, el Perú registra el crecimiento más rápido de consumo que otros países de la región”.
Invitó a la industria entender el contexto en el que suceden estas modificaciones, además de poner de su parte.
Tendrá que adaptarse
“Para nosotros ha sido sorprendente la gran beligerancia de la industria en el Perú, porque si bien es cierto, que en Chile también puso sus objeciones al desarrollo de estas regulaciones, finalmente hubo una cierta colaboración y aceptación de la situación”, comentó.
Consideró que “la industria es un animal que se adapta” y que no es cierto que disminuyan las ventas.
Informó que, en Chile, de una manera autorregulatoria, la industria controla los elementos que en exceso producen obesidad y sobrepeso. Es decir, se autorregula y disminuye el concentrado de azúcar, las grasas saturadas y disminuye o elimina las grasas trans
“El efecto neto de un marco regulatorio lo que ha hecho es lograr que la industria frene la utilización masiva de estos componentes”, anotó.
Iniciativas
El experto comentó que la emblemática empresa Coca-Cola lanzó en Brasil un concurso para premiar con un millón de dólares al que obtenga un sustituto eficaz del azúcar.
“Es decir, la gran empresa plantea modificar sus productos para que sean más saludables y eso es lo que debe hacer la industria, adaptarse a ese interés superior, que es la salud pública”, dijo.
(FIN) KGR/LIT
Published: 8/31/2017