El inicio de la segunda jornada de la 10° edición del CADE Educación abordó la necesidad de enfrentar nuevos modelos de gestión y de liderazgos en las escuelas, para lo cual se contó con las exposiciones de Flor Pablo, jefa del área técnica del Consejo Nacional de Educación, y de Rosa López Olivan, especialista en educación de la Fundación Trilema.
Flor Pablo planteó la necesidad de pensar en una Nueva Escuela Integrada (NEI), una institución que acompañe al estudiante en todo el proceso educativo. “La NEI es una escuela que asegura aprendizajes y una trayectoria educativa exitosa”.
Si bien reconoció que en los últimos años, en Lima, se ha producido un crecimiento intenso de escuelas, “dentro de la estructura no hemos cambiado”.
La Nueva Escuela Integrada acompaña al estudiante en todo su proceso escolar para consolidar colectivos profesionales y asegurar aprendizajes y una trayectoria educativa exitosa. “Es autónoma, rinde cuentas, y funciona como una comunidad de aprendizaje que cuida el bienestar integral de sus estudiantes”.
Se requiere que la NEI opere en red para articularse territorialmente y tender puentes entre las instituciones educativas. “La red es la instancia descentralizada del sistema y brinda soporte pedagógico, socioemocional y de gestión, a cargo de un equipo multidisciplinario. La red debe fortalecer la autonomía de las escuelas”.
Para ello, la UGEL debe asegurar las condiciones para que esta red funcione. “Hay que tener autonomía para mirar cada propuesta pedagógica y responder a las necesidades de un contexto específico. No es lo mismo enseñar en Carabayllo que en Condorcanqui”.
Finalmente, remarcó la necesidad de formar líderes pedagógicos para la gestión escolar, revisando y actualizando las normas a los nuevos desafíos de los tipos de escuela.
Protagonistas del cambio
A su turno, Rosa López Olivan expuso sobre los nuevos liderazgos que se imponen en la actualidad. “El líder de hoy debe saber qué priorizar, como priorizar y cómo implementar. Saber discernir entre todo lo bueno, qué es lo mejor posible para su escuela. Debe de generar entornos de aprendizaje para sus alumnos, provocando situaciones para trabajar contenido exponencial”.
En ese sentido, señaló que un líder debe ser capaz de acompañar los procesos de crecimiento de comunidades de aprendizaje porque aporta visión a largo plazo, de futuro, de construcción de significados posibles, porque asume riesgos.
Finalmente, López Olivan señaló que para convertir a los alumnos en protagonistas del cambio, es necesario empezar a empoderarlos desde el propio aprendizaje. “El alumno debe de ser capaz de monitorear su propio aprendizaje y ello se logra a través del empoderamiento”.
Más en Andina:
(FIN) NDP/RRC