A Elmer Cóndor Lucchini, el médico de la familia, lo esperaban en su natal Huancayo para disfrutar, como todos los años, de sus vacaciones y celebrar su cumpleaños. La espera esta vez fue en vano. El fatal accidente ocurrido en el Serpentín de Pasamayo el último martes le arrebató la vida y la de toda su familia.
Elmer, médico pediatra; su esposa, Marianella Chirito Cano, y sus pequeños Andrea (de 14) y Sergio (de 7) habían pasado la Navidad y recibido el Año Nuevo junto a la familia materna en Huacho, como era su costumbre.
Los Cóndor Chirito solían partir de Chachapoyas, donde residían, hacia Huacho para las fiestas de fin de año. El
fatídico martes 2 de enero abordaron el bus de la empresa San Martín de Porres para retornar a Lima y de allí dirigirse a Huancayo. Lo hacían así desde hace 15 años, compartían su tiempo libre con sus dos familias y descansaban de las labores cotidianas propias de su trabajo.
Marianella era licenciada en Enfermería y Elmer, médico en la Red Asistencial Amazonas de EsSalud.
"Elmer fue siempre el primero de su clase, desde pequeño cuando estudiaba en un colegio de Huancayo tuvo claro que quería ser médico, carrera que siguió en la Universidad Nacional del Centro y luego hizo su internado en Huacho", cuenta a la Agencia Andina su hermano Christian, el menor de los cuatro hijos Cóndor Lucchini.
Fue precisamente en el norte chico, mientras estudiaba, que conoció a la huachana Marianella. Así surgió el amor, que los llevó a vivir a Chachapoyas, donde el médico seguía su servicio Serums. Allí establecieron su hogar en el que nacieron Andrea y Sergio.
"Elmer era nuestro hermano mayor y era siempre muy alegre y correcto, pero sobre todo humilde. Nunca se creyó superior por ser médico, nuestros padres siempre nos enseñaron a ser humildes", expresó Christian.
El recuerdo más cercano que tiene de su hermano es la celebración de su cumpleaños 44 el 22 de enero del año pasado, en Huancayo. "Fue una fiesta grande, con orquesta", rememoró.
También los amigos y colegas del fallecido pediatra lo recuerdan como un profesional responsable. "Me han llamado muchos amigos de Elmer. Me han dicho que él era muy considerado con sus pacientes y que siempre estaba presente si se trataba de una emergencia, a la hora que fuera".
Hoy, Christian, sus hermanos y sus ancianos padres, Nicasio y Magda, lloran la pronta partida de su hijo, su nuera y sus pequeños nietos, en espera de que el tiempo traiga resignación a sus corazones.
El velorio de la familia Cóndor Chirito se realiza hoy, desde la 16:00 horas, en su casa de Campoy, en San Juan de Lurigancho.
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(FIN) ART/RRC
GRM
Published: 1/4/2018