Tiene 29 años y es madre de una niña de dos. Desde pequeña, María Génesis Díaz Chavarría quiso ser piloto de la Fuerza Aérea del Perú y lo reafirmó al terminar el colegio. Hoy forma parte de la FAP y se siente orgullosa de poder ayudar en situaciones de emergencia.
Egresada de la promoción "Mayor FAP Dante Alva Gustavson" en 2020, la joven teniente FAP labora en el Grupo Aéreo 42 de Iquitos como piloto de transporte a personas en emergencia. Su misión es llevar ayuda humanitaria o trasladar órganos para trasplantes que salvan vidas, entre otras labores.
"Es un orgullo pertenecer a esta gran familia con presencia en todo el Perú. Esto me ha permitido ver de cerca todo el apoyo que brinda la Fuerza Aérea del Perú a las personas que más lo necesitan. La realidad en la Amazonía es muy distinta a la que se vive en la ciudad", comenta con emoción en diálogo con Andina.
El Grupo Aéreo N.º42, en Iquitos, es la unidad que alberga a los aviones Twin Otter, que se utilizan en todo el mundo y, entre otras virtudes, tienen gran fiabilidad y rendimiento en despegues, así como en aterrizajes cortos. Por ello, son elegidos para acudir a zonas de difícil acceso.

"Llegamos a lugares de difícil acceso, donde solo se puede acceder por vía aérea o fluvial. El apoyo es muy importante y lo hacemos con muchas ganas. Es gratificante, un alivio poder ayudar a nuestros compañeros, porque muchas veces el mismo desconocimiento de las personas hace que no busquen ayuda oportuna", destaca.
Las operaciones no se limitan a Iquitos o el área amazónica, también brindan apoyo en cualquier zona donde ocurra una emergencia o contingencia. "Por ejemplo, durante el fenómeno del Niño la FAP trasladó personas a la costa. Arequipa, Piura, Chiclayo han recibido este auxilio que puede llegar a cualquier parte del Perú".
Ser madre y piloto militar a la vez
Hace dos años, la teniente Díaz emprendió uno de los mayores retos de su vida: convertirse en madre de la pequeña Renata. Desde entonces, ha demostrado que con convicción, disciplina y amor es posible equilibrar la maternidad con una carrera tan exigente como la aviación militar.
“Renata es mi mayor orgullo. No es fácil ser madre y piloto militar al mismo tiempo, pero avanzamos paso a paso. Cuento con el apoyo de mi pareja y, en cada decisión, me siento acompañada por mi hija y mi familia”, cuenta.
Su historia sirve de inspiración a jóvenes y, sobre todo, a muchas mujeres para creer en volar alto sin renunciar a sus sueños ni a su familia.
"Me esforcé en todo lo que pedían para ingresar a la escuela de oficiales y luego a la de pilotos, todo es posible cuando uno sigue sin rendirse".
Arriba siempre arriba
Como digna representante del brazo aéreo de las Fuerzas Armadas, Génesis Díaz se alista para celebrar el 84.° aniversario de la inmolación del capitán FAP José Abelardo Quiñones destacando la labor de todos los integrantes de la institución.
"Toda la Fuerza Aérea del Perú es un engranaje, no existen solo pilotos, volamos gracias a los mecánicos, el personal de abastecimiento, los ingenieros, equipos que mantienen activa la flota, a ellos nuestra gratitud y felicitación también en esta nueva celebración".
Y no podía concluir el diálogo con Andina sin invitar a los jóvenes a ser parte de su institución. "Tengan espíritu aeronáutico. No se rindan, el camino es largo y hay pruebas en el camino, pero no se desenfoquen de lo que realmente quieren, Dios les dará el premio a su esfuerzo.
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Publicado: 23/7/2025