En el pasado, los padres no podían ingresar al quirófano y presenciar el nacimiento de su hijo. Ahora, gracias al parto humanizado, los papás no solo pueden participar de este momento inolvidable, sino también profundizar sus vínculos emocionales con la pareja y su bebé antes, durante y después del parto.
Es normal que la fatiga, el miedo y la duda coexistan con el orgullo y la alegría de convertirse en padre por primera vez. Este es el caso de Brando Berrospi (28), quien decidió acudir junto a su esposa al Instituto Nacional Materno Perinatal (INMP) para combatir esos temores ante la llegada de su primer hijo.
De acuerdo con María Esther López Miranda, responsable del área educativa, psicoprofilaxis y planificación del INMP, cada vez más hombres acompañan a su pareja a los controles prenatales y participan en los cursos preparatorios, donde aprenden todo lo necesario para el gran día.
“En las sesiones de psicoprofilaxis (curso preparatorio), el varón participa activamente en los ejercicios, en el masaje y también en la parte más importante, que es el parto, donde se trabaja la respiración y la técnica de pujo, convirtiéndose en el soporte emocional de la mujer gestante. Esto es muy beneficioso para la pareja”, comentó a la agencia Andina.
Para Kihara Arroyo (30), recibir el apoyo de su esposo Brando es esencial. “Ambos somos primerizos en esto y me fortalece bastante que me apoye en estos momentos, a veces con los masajes, con la tranquilidad, diciéndome que todo va a estar bien, todo eso me transmite seguridad”.
Parto con acompañante
Desde 2002, el Instituto Nacional Materno Perinatal (INMP), del Ministerio de Salud (Minsa), impulsa y promueve la paternidad responsable a través del parto con acompañante y la intervención del padre en la atención inmediata del recién nacido .
Según Rosmary Hinojosa Pérez, directora general del INMP, la colaboración del padre durante el parto otorga tranquilidad, seguridad, afecto y confianza a la pareja.
Por esa razón, Miguel Rojas (29) y Dubraska Suárez (28), una joven pareja de nacionalidad venezolana, decidieron compartir juntos el momento más esperado de sus vidas.
“Apenas le dije que quería que estuviese en el parto, aceptó, le encantó la idea de acompañarme, y aquí estamos preparándonos para recibir a nuestro bebé”, contó emocionada la futura madre.
“Estar en el nacimiento de tu niño crea un lazo muy grande porque ves en persona ese momento. Hasta quizá te den la oportunidad de cortar el cordón, una cosa que no todo padre puede hacer”, agregó Miguel.
Papás canguros
Percy Gavilán Paredes no tiene palabras suficientes para describir lo que sintió cuando cargó por primera vez a su pequeño Evans, luego de que este permaneciera cuatro días en la incubadora.
“Cuando lo han pegado (a mi pecho), comienza a tocarme, a querer agarrarme, se siente que está en calma, que se tranquiliza. Sientes esa conexión en un instante (...). Es una conexión padre e hijo que solamente lo puedes saber cuando lo tomas en brazos”, confesó.
Percy es parte del programa Papás Canguros del INMP, donde los padres brindan calor corporal a sus bebés prematuros, con bajo peso al nacer o que llegaron al mundo por cesárea, de esta manera se fortalece el vínculo afectivo entre ambos, lo que impactará positivamente en la recuperación del recién nacido.
“Los padres que hacen la técnica de canguro establecen ese vínculo que no se generó tras el nacimiento, donde hay una separación muy larga. Los padres (por lo general) están en su casa, mientras que el neonato prematuro tiene más estancia hospitalaria, a veces dos meses, tres meses”, indicó Elsa Torres, médico responsable del programa.
Este método ayuda a mantener la temperatura adecuada del bebé, además de brindar seguridad y mejorar su neurodesarrollo.
La especialista destacó que los padres que han pasado por este programa son más responsables, generan hogares más integrados y los niños crecen sintiéndose más seguros.