El mayor porcentaje de niños y adolescentes con covid-19 contrajo la infección en su propio domicilio, de alguien que vivía con ellos o estaba cuidándolos, alertaron expertos del Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja (INSN-San Borja).
“En todos los hallazgos, es decir en los casos que no tenían ningún problema respiratorio y llegaron a consulta por otros motivos, pero salieron positivo a covid-19, el 80% se debió a un contagio intradomiciliario”, alertó Daniel Anchante Llosa, pediatra e intensivista de UCI Pediátrica Covid-19 de dicho nosocomio.
Es decir, algún familiar (hermano mayor, papá, mamá o abuelo enfermos con el coronavirus) contagiaron al menor. Situaciones similares han sido reportadas en niños que proceden de comunidades indígenas de la Sierra y Selva del país
que buscaron atención en el instituto.
El experto comentó que, en la primera ola de la pandemia, ocurrida el año pasado, los más afectados fueron niños con enfermedades previas. El 99% que ingresaba a hospitalización o UCI tenía problemas de fondo (comorbilidad).
En la segunda ola esto cambió. Los más afectados fueron menores a partir de los 8 años hasta la adolescencia. Eran en su mayoría menores sin enfermedades preexistentes importantes y aparentemente sanos; con vacunas completas, buena nutrición, pero, sin embargo, hicieron formas graves de la enfermedad.
Aunque la mayoría de los menores contagiados con covid-19 en el país salió de la infección sin mayor problema, no todos lo lograron.
De los cerca de 200 mil peruanos fallecidos a causa de esta enfermedad, alrededor de 1,080 fueron niños y adolescentes.
Anchante Llosa detalló que cuando los menores se infectan, por lo general, no hacen síntomas muy severos: problemas respiratorios leves, tos, fiebre, malestar muscular; en los adolescentes puede haber cefalea, dolor muscular y falta de apetito.
La mayoría de menores infectados con covid-19 presenta síntomas muy leves
“En el instituto hemos tenido unos 350 niños atendidos en toda la pandemia. De ellos, el 80% terminó en hospitalización y un 20% en cuidados Intensivos. Las secuelas están vinculadas con la gravedad de la enfermedad. Hemos tenido pacientes que han tenido el compromiso del 70% a 80% de los pulmones. Después de salir de UCI, gracias a un seguimiento posterior, pueden superar ese daño”.
No ver televisión juntos
Para evitar contagiar a los menores, ante la sospecha de que alguien pueda tener la infección, es recomendable aislarse inmediatamente y dejar de participar de las actividades comunes.
Si el aislamiento se complica debido a que las familias viven en un solo cuarto, la casa es muy reducida o no hay posibilidad de que el menor se vaya a otro lugar, la mamá o papá con covid-19 debe usar la doble mascarilla dentro del hogar. Se le colocará mascarilla también al niño si es mayor de dos años.
“Lo mismo debe suceder con las
mamás que tienen covid-19 y dan de lactar. No deben suspender la lactancia porque el virus no se trasmite por la leche, pero debe usar doble mascarilla cuando estén frente al bebé”.
Se debe extremar la prevención con el lavado frecuente de manos, ventilación de ambientes y evitando realizar actividades comunes hasta que haya transcurrido al menos dos semanas.
Es importante el lavado frecuente de manos para evitar el contagio cruzado
“Las actividades familiares comunes son la que ocurren por lo general a la hora del desayuno, almuerzo, cena, a la hora del juego. Si tengo una persona que sospecho tiene coronavirus, no puedo sentarme junto a ella para ver televisión o comer porque puede contagiar al resto. Tampoco se debe almorzar ni comer junto a ella o a la misma hora, porque eso implica el retiro de la mascarilla”.
¿Volver a clases?
El pediatra comentó que, si bien es necesario que los menores vuelvan a clases por razones académicas como emocionales, el retorno debe apoyarse en el cumplimiento de una serie aspectos. En su opinión, la vacunación debe ser de toda la comunidad educativa, no solo de docentes.
“Es necesario que se vacune al personal de seguridad, auxiliares, los que hacen la movilidad, a quienes hacen labores de limpieza. Los países que han vuelto a clases no han visto un incremento de contagios, incluso aún si un grupo de ellos no está vacunado, pero lo han logrado porque han cumplido con tener espacios adecuados, con ventilación, con lugares para lavarse las manos, etc.”
El pediatra e intensivista dejó en claro que, de todas maneras, habrá una tercera ola de la pandemia, pero que su impacto dependerá de nosotros y la preparación del sector salud.
“En los países donde se ha visto el incremento de casos, como Estados Unidos o Europa, esto se ha dado entre personas no vacunadas. En ese grupo están los niños y adolescentes”.
¿Cómo reducir ese riesgo? Vacunando al entorno de los menores y cuando hay que salir -porque es parte del desarrollo social- debe haber una interacción controlada por los padres, con mensajes claros y mucha responsabilidad.
Los niños y adolescentes no deben sacarse la mascarilla por ningún motivo cuando están fuera de casa
“En el caso de los niños, el padre es el responsable en todo momento, quien vigile el uso de la doble mascarilla. Y en el caso de los adolescentes, ellos están en la capacidad de entender cómo deben cuidarse, pero esto debe reforzarse en casa porque vemos a muchos chicos en la calle, cuando están con los amigos, con mascarilla en el cuello, en la mano. No debe bajarse la guardia”.
El experto reflexionó sobre la urgencia de mensajes destinados a ellos, enfatizando en que no deben comer con personas con las que no viven y siendo muy prudentes con las decisiones que toman porque, si enferman gravemente, pueden llegar a una UCI, estar alejados por semanas de sus seres queridos, con todo lo que ello implica, y que puede evitarse cumpliendo las medidas de cuidado personal y familiar que conocemos.
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(FIN) KGR/RRC
Publicado: 13/8/2021