Especialistas, técnicos y obreros de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de Cusco retiraron pintas y grafitis de aerosol que dejaron desconocidos en fuentes, piletas, el mirador y otros sitios históricos ubicados en el tradicional barrio de San Blas, en el centro histórico de la ciudad de Cusco.
Las labores de protección y preservación del patrimonio cultural inmueble se desarrollaron con la participación de cuadrillas de obreros conservadores de la Coordinación del Valle de Cusco y el asesoramiento técnico del Departamento Físico Químico de la entidad cultural.
En los espacios del Tococachi, como se llamó en la época incaica San Blas, donde se conservan calles angostas, fuentes hídricas y casonas coloniales con historia, que le han permitido a Cusco ser declarado, en 1983, Patrimonio Cultural de la Humanidad, se han desplazado los expertos para limpiar los restos pétreos con solventes amigables.
El lugar ha sufrido en los últimos años de constante agresión por parte de malos cusqueños y de visitantes mochileros, quienes realizan
pintas y grafitis en diferentes muros coloniales, calles y piletas, afectación que también se aprecia en otros barrios del centro histórico.
Desde la entidad cultural informaron que
atentar contra el patrimonio cultural es un delito sancionado por el Código Penal peruano. Además, el reglamento del Plan Maestro del Centro Histórico de Cusco, en su Artículo 151, señala: “Queda terminantemente prohibido realizar pintas, grafitis o similares, en cualquier paramento, pavimento o cualquier elemento conformante de la imagen urbana del centro histórico”.
Por último aseguran que la Dirección de Cultura de Cusco continuará con estas acciones en los barrios que conforman el casco monumental de Cusco, y hace un llamado a los pobladores y visitantes a proteger el patrimonio monumental al ser un legado histórico y fuente de identidad cultural.