En el sitio arqueológico de Montegrande, situado en el distrito y provincia de Jaén, en la región Cajamarca, se realizan excavaciones en la tumba de un personaje de alta jerarquía religiosa, sepultado en el centro de un templo con forma de espiral. Este hallazgo se acompaña de evidencias del cacao más antiguo del mundo, con una antigüedad de 5,300 años.
El arqueólogo Quirino Olivera, descubridor de esta huaca, informó a la Agencia Andina que actualmente se trabaja en el retiro del segundo anillo de la espiral. “Es un proceso complejo, nos falta alcanzar más de tres metros de profundidad para localizar la tumba del personaje de mayor relevancia religiosa en el templo”, aseveró.
Olivera explicó que su hipótesis sugiere que se trata de una mujer vinculada al cacao. “La arquitectura en forma de espiral, que abarca cuatrocientos metros cuadrados, representa de manera antropomórfica a una mujer en estado de parto. Sus extremidades inferiores envuelven toda la espiral, y la tumba está situada en el centro, en una posición fetal, como si estuviera en el vientre materno. Desde su cabeza, la espiral se extiende hacia afuera en sentido antihorario, simbolizando el camino que recorre el alma después de la muerte hacia la otra vida. Es un hallazgo realmente hermoso”, destacó.
El arqueólogo agregó que este personaje parece estar orientado hacia la salida del sol, y que se trataría de la tumba de la figura religiosa más importante que se ha excavado en América en relación a una mujer, con una antigüedad de 5,300 años, aunque es posible que esta pueda retroceder incluso hasta 3,300 años antes del presente.
“Me refiero a la cultura Marañón, un desarrollo cultural que se produjo en el Valle del Marañón, donde confluyen importantes ríos como el Chinchipe y el Huancabamba, que descienden desde la cordillera”, anotó.
Olivera anticipó que han encontrado indicios de la presencia de esta dama, pues están excavando de forma paralela en el frente norte y han descubierto que la tumba podría estar dentro de uno de los elementos arquitectónicos muy compactos, orientado de sur a norte, debajo de la espiral. “Ese es el núcleo principal del templo. Dentro de este muro compacto se encontraría la tumba”, enfatizó.
El investigador resaltó que este hallazgo tiene también un significado astronómico. “Hay una relación con la constelación de Orión, y en determinados años, durante el solsticio de junio, el sol ilumina exactamente el centro de la espiral, como si fuera una gran luminaria. Igualmente, durante las lunas llenas, la luna del lado opuesto también comienza a iluminar el centro”, explicó.
Quirino Olivera sugirió que podría existir la tumba de un personaje masculino que la acompañe, aunque la de la mujer sería la más significativa. La arquitectura en forma de espiral, construida con piedra de río, simboliza la fuerza del agua y la parte femenina, mientras que las piedras de cerro, extraídas de canteras de la montaña, representan la fuerza del apu y la parte masculina.
En Ecuador, a unos 160 kilómetros de Jaén, se encuentra el sitio arqueológico de Palanda, donde el arqueólogo Francisco Valdés excavó una tumba en el centro de otra espiral, que contenía dos personajes.
Olivera mencionó que han encontrado ofrendas, principalmente artefactos líticos de piedra.
“Estamos descubriendo mazorcas de cacao en piedra a lo largo de la excavación, acompañadas de sodalita, lapislázuli y otros objetos preciosos de piedra. Este hallazgo podría cambiar la historia, ya que nunca se había considerado que existiera un desarrollo cultural tan significativo en la Amazonía. Se creía que la región estaba ocupada solo por cazadores y recolectores, pero este descubrimiento marca el inicio de la religión en la Amazonía”, afirmó.
El investigador prevé que la excavación de la tumba central se reanude el próximo año, ya que actualmente han suspendido temporalmente los trabajos para realizar mantenimiento y conservación debido a las lluvias y a la falta de recursos financieros.
Recientemente, Olivera llegó de París, donde estableció contactos con personas en Estados Unidos para intentar reunir fondos que permitan continuar con las excavaciones. “Vamos a necesitar análisis de microbotánica y antropología física, así como otros elementos. Estimamos que se requieren alrededor de 104,000 dólares para excavar específicamente la tumba”, indicó.
Plan Copesco
Por otro lado, informó que cuenta con el apoyo del Plan Copesco Nacional para la valorización de este sitio arqueológico, con una inversión de 10 millones de soles. “Esto generaría un dinamismo económico y un circuito turístico importante, junto al cuarto eje vial de Ecuador”, agregó.
El sitio arqueológico de Montegrande se encuentra a solo cinco minutos de la Plaza de Armas de la ciudad de Jaén. Esta investigación, iniciada en 2010, ha sido financiada en diversas temporadas por la Municipalidad Provincial de Jaén y el Plan Binacional Perú-Ecuador, a través de la Oficina del Capítulo en Lima.
Refirió que en la zona también se ha realizado la restauración de árboles de cacao de 150 años. “La ruta del cacao se sumaría a este circuito arqueológico, buscando que la arqueología forme parte de un desarrollo cultural y productivo”, concluyó.