Machu Picchu volvió a ser noticia y tendencia en las redes sociales con la reciente visita de Gianluca Lapadula Vargas, el destacado delantero de la selección nacional de fútbol. Y su presencia junto a la de los miles de turistas que llegan a diario y quedan fascinados con la espléndida ciudadela inca, Patrimonio de la Humanidad y maravilla mundial, nos recuerda la importancia de prepararnos bien para dirigirnos sin apremios y disfrutar al máximo el recorrido por el estandarte turístico del Perú.
En ese sentido, la prestigiosa publicación internacional de viajes y turismo
Travel + Leisure, en su artículo titulado
"Cómo viajar a Machu Picchu" brinda una serie de consejos para elaborar un buen plan de viaje con destino al monumento arqueológico más notable del Perú y también a la ciudad del Cusco, que vuelve a estar en los ojos del mundo al retomar la celebración del Inti Raymi y otras espléndidas festividades en su mes jubilar.
Cuándo ir a Machu Picchu
Machu Picchu está abierto todo el año. De noviembre a abril es la temporada de lluvias, pero puede llover en cualquier momento. Y aunque la temporada alta es julio y agosto, siempre se debe esperar una alta afluencia de visitantes.
Los domingos pueden ser los más concurridos, porque es cuando las personas que viven en la región Cusco pueden ingresar a Machu Picchu de forma gratuita, como parte del aforo máximo autorizado de 3,044 visitantes diarios.
Cómo aclimatarse
A menos que se haya reservado un viaje a
Machu Picchu que requiera una estadía de una noche en la ciudad de Cusco, Travel + Leisure recomienda tomar inmediatamente el tren desde Cusco hasta la estación de Aguas Calientes, en el distrito de Machu Picchu Pueblo, ubicado al pie de la montaña en cuya cima está la ciudadela inca.
Aconseja permanecer una o dos noches para acostumbrarse a la elevación relativamente baja de Machu Picchu pueblo antes de iniciar el ascenso al monumento arqueológico y luego volver a Cusco. También puede aclimatarse en el Valle Sagrado para minimizar los efectos del mal de altura o soroche, que comúnmente incluyen dolor de cabeza, fatiga y náuseas. Es clave evitar el consumo de alcohol y el esfuerzo físico mientras dure la aclimatación y hay que beber mucha e infusión de hoja de coca para adaptarse mejor a la altura.
Cómo llegar desde Cusco a Machu Picchu
La forma más fácil de llegar de Cusco a Machu Picchu es tomar el tren hacia la estación de Aguas Calientes en Machu Picchu pueblo. Es un viaje de tres horas y media a bordo de vagones panorámicos que permiten apreciar fabulosos paisajes andinos, avanzando sobre una vía férrea que sigue el curso del río Urubamba en el Valle Sagrado.
La reserva en cualquiera de las dos compañías ferroviarias que prestan el servicio de transporte hacia Machu Picchu debe hacerse con la mayor antelación posible, en vista de la alta demanda de visitantes. Si los boletos de tren desde Cusco están agotados, no todo está perdido. Trate de comprar un boleto hacia Machu Picchu pueblo que salga desde el distrito de Ollantaytambo, en el Valle Sagrado, y viceversa para retornar al Cusco. Hay amplia oferta de taxis y minivan entre Ollantaytambo y Cusco, cuyo viaje dura poco más de una hora en cada sentido.
Si tiene tiempo, planifique una noche en Ollantaytambo para visitar la ciudad, que cuenta con el parque arqueológico del mismo nombre, así como muchas calles y edificios construidos por los incas. Llegue lo más temprano posible o pernocte en Ollantaytambo para disfrutar del espléndido amanecer.
También se puede pasar la noche en Urubamba, a 20 minutos en vehículo desde Ollantaytambo, que tiene un grupo de hoteles de lujo y boutique para quienes poseen más presupuesto de viaje.
Camino Inca
La otra forma de llegar a
Machu Picchu es transitar por el
Camino Inca o
Qhapaq Ñan en un trayecto que toma varios días dependiendo de la ruta elegida. Docenas de operadores turísticos ofrecen caminatas hacia la ciudadela inca a través del Camino Inca con diferentes duraciones y niveles de comodidad, aunque todos requieren acampar. Hay que tener en cuenta que el Camino Inca que conduce a Machu Picchu está cerrado durante todo el mes de febrero de cada año por mantenimiento.
Los viajeros interesados en la arqueología pueden considerar la caminata
Choquequirao-Machu Picchu con un itinerario de cuatro días que incluye caminatas espectaculares, pero muy duras, que conducen al empinado Cañón del Apurímac y la exploración del sitio arqueológico de Choquequirao antes de llegar a Machu Picchu pueblo y luego explorar la ciudadela inca.
Cómo aprovechar mejor la visita a Machu Picchu
Si se viaja de forma independiente, puede comprarse el boleto de entrada individual a
Machu Picchu en el siguiente
enlace. Y si se reserva un paquete turístico a través de un operador o un hotel, los boletos de entrada deben estar incluidos. Desde el año 2019 todos los boletos de entrada están programados con día y hora de visita, lo que permite permanecer en la ciudadela inca hasta un máximo de cuatro horas.
Es importante portar agua embotellada para hidratarse bien y una casaca impermeable por si llueve, dado que puede ocurrir incluso si hay un hermoso día soleado. Y hablando del sol, es fundamental llevar puesto un sombrero o gorra y usar protector solar debido a la fuerte radiación solar que se registra en zonas de altura. También se recomienda aplicarse repelente de insectos.
Evitar llevar drones, paraguas o bastones o bastones de excursionismo, ya que todos están prohibidos en Machu Picchu. Los viajeros que requieren bastón para su movilidad pueden traerlos, pero solo llevan puntas protectoras de goma sobre los extremos. En las puertas de entrada hay una estación donde puede obtener el novedoso sello Machu Picchu para ser colocado en el pasaporte.
Para subir a la montaña en cuya meseta se encuentra la ciudadela de Machu Picchu se puede realizar una caminata muy empinada de 90 minutos o viajar en autobús reduciendo el tiempo de viaje a 30 minutos. Para ello se debe adquirir el boleto en la taquilla de Machu Picchu, incluso el mismo día del ascenso. Los buses operan cada 15 minutos a partir de las 5:30 a.m., y el público empieza a hacer fila mucho antes de esa hora.
Al llegar a la ciudadela es bueno alejarse de las multitudes que fluyen hacia las estructuras principales y dirígete a la Casa de la Guardia. Esta es un área ligeramente por encima de la parte principal del sitio arqueológico, y generalmente es menos concurrida a medida que los visitantes se apresuran a ir al corazón de la ciudadela. Al llegar es recomendable hacer una pausa para disfrutar de la hermosa vista general de la ciudadela y orientarse.
No hay un momento perfecto para visitar Machu Picchu. En estos días, el sitio está repleto a todas horas y el clima es impredecible. Sin embargo, durante la temporada de lluvias, es más probable que las mañanas sean brumosas. Dependiendo de su disposición, la niebla arruina la vista o le agrega un halo de misterio. Las tardes pueden ser un poco menos concurridas a medida que los excursionistas regresan a la estación de tren para su viaje de regreso a Cusco.
Quienes desean una estadía de lujo existen dos hoteles principales en la ciudad, pero también hay docenas de opciones de gama media, además de albergues súper asequibles para turistas mochileros.
Camine por la Av. Pachacútec y encontrará una serie de restaurantes y bares discretos, algunos de los cuales sirven una selección de la creciente cosecha de cervezas artesanales de Perú. También hay restaurantes de alta gama dentro de los dos hoteles de lujo, que están abiertos a los no huéspedes.
Machu Picchu pueblo cuenta con un complejo de aguas termales abiertas al público por una tarifa económica. También hay muchos restaurantes y locales de venta de recuerdos. Si bien Machu Picchu es la atracción principal, también puede visitarse el mariposario de Machu Picchu.
Después o antes de visitar Machu Picchu es importante conocer y recorrer la hermosa ciudad de Cusco. Sus edificios precolombinos le han dado a esta ciudad el estatus de Patrimonio Mundial de la Unesco y sus calles empedradas, excelentes hoteles, museos, sitios arqueológicos cercanos y un ambiente relajado hacen que valga la pena pasar al menos un par de día en esta fascinante urbe.
La oferta de hospedaje en Cusco es amplia, variada y para todos los bolsillos. Asimismo, existe una vasta oferta de restaurantes que ofrecen deliciosos potajes con precios asequibles y también hay lugares de cocina gourmet.