Un grupo de estudiantes de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) ha desarrollado Qhatu, un dispositivo que mide el aforo y la temperatura de las personas que asisten a un establecimiento y lo sistematiza en una interfaz interactiva.
Este dispositivo tecnológico fue planteado en respuesta a la normativa de bioseguridad vigente, que restringe el aforo y exige la toma de temperatura de los ciudadanos que también deben
acudir con mascarilla y protector facial para prevenir nuevos riesgos de covid-19.
"Queremos ser un aliado en la lucha contra la covid-19 y permitir la reactivación segura de los comercios en nuestro país", señala Luis Huayaney, alumno de la Facultad de Gestión y Alta Dirección de la PUCP.
¿Cómo funciona esta tecnología?
Este dispositivo se debe colocar en la entrada del local. Al momento de ingresar, la persona acerca su muñeca a la máquina para que esta mida su temperatura y confirme su acceso. Además cuenta con una serie de sensores que permite saber cuánta gente entra y sale del establecimiento.
"Toda esta información se sube a la nube para que el encargado del local pueda actuar según data real”, dice Sebastián Caballa, estudiante de Ingeniería Mecatrónica, en el sitio web de la PUCP. "Es amigable, poco costosa y efectiva", enfatiza Iván Ames, estudiante de Gestión y Alta Dirección.
Prueba piloto en Lima
La historia comenzó cuando, en junio del año pasado, Inntegra organizó el reto de innovación Open INN: COVID-19, el cual buscaba proponer soluciones en torno a la mitigación del riesgo de contagio en espacios concurridos. Fue allí donde surgió Qhatu. Su éxito fue tal que la Municipalidad Metropolitana de Lima escogió la iniciativa para implementarla como piloto en el Mercado Central entre junio y agosto del 2020.
"Los dueños de los negocios nos decían que con nuestro dispositivo podían cerciorarse de que se cumplieran los protocolos y transmitir esa seguridad a sus clientes", señala Huayaney.
Próximamente, Qhatu será implementado en los diferentes locales de un importante grupo financiero. “La consigna del proyecto siempre ha sido llevarlo a la realidad. Ahora salimos de la esfera de desarrollo interno para empezar a compartir lo que tenemos con actores relevantes, como las empresas”, indica Anthony Montalván, estudiante de Derecho.
Los también integrantes de la startup Inntegra buscarán más aliados comerciales para el escalamiento de esta solución tecnológica.
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Publicado: 19/4/2021