Si hasta el 2023 ya no quedaba dudas que el origen del cacao estaba en la selva peruana, con evidencias que se remontaban a más de 5,300 años de antigüedad, nuevos descubrimientos, confirmados por resultados de laboratorio, revelan que los orígenes de la domesticación de esta planta se iniciaron muchos siglos antes, a alrededor de 6,100 años.
El equipo de investigadores, encabezados por
Quirino Olivera, halló en un sector de la Huaca Montegrande ofrendas significativas, esculturas de piedra que representan mazorcas de cacao, y restos de la mandíbula de una llama que, de acuerdo a Olivera, fue traída desde los Andes con fines ceremoniales.

“El trabajo consistió en excavar por estratos de manera vertical. El hallazgo de estas muestras se realizó a unos 3.5 metros por debajo del nivel donde antes se encontraron las evidencias de cacao de hace 5,300 años. Esto nos indicaría que podríamos estar frente a muestras de 6,100 años de antigüedad”, aseveró.
El hallazgo de estas evidencias se efectuó en mayo y se informó de ello al Ministerio de Cultura y luego se envió las muestras a Estados Unidos con fines de análisis, un proceso que pudo realizarse gracias al apoyo económico que brinda el Capítulo Perú del Plan Binacional Perú – Ecuador. En febrero el Plan Binacional firmó un convenio con la Asociación para la Investigación Científica de la Amazonía del Perú para continuar la investigación en Montegrande y realizar otros trabajos.

Olivera afirmó que hace unas semanas se conoció el resultado de los análisis (pruebas de radiocarbono) a 16 muestras realizados por un laboratorio especializado de Miami (Estados Unidos) que confirman que estas esculturas de piedra tienen una antigüedad de 6100 años.
Sobre las esculturas de piedra, precisó que se encontró carbón vegetal asociado a los objetos hallados que facilitó el fechado de radiocarbono y permitió dar un fechado exacto.
Perú, centro de origen del cacao
En 2016 Quirino Olivera inició las investigaciones en Huaca Montegrande, un sitio arqueológico en forma de espiral ubicado en la provincia de Jaén, en la selva de la región Cajamarca y pronto halló las primeras evidencias que este fruto emblemático se domesticó y cultivó hace más de 5,000 años.

Su hallazgo terminó por refutar las teorías que indicaban que los orígenes del cacao estaban en Centroamérica. Las pruebas que halló demostraron que las antiguas poblaciones amazónicas no solo conocían, sino que domesticaron, cultivaron y dieron un uso ceremonial al cacao, mucho antes que lo hicieran en otras partes de América.
Su trabajo fue verificado después por investigadores de la Universidad de Montpellier en Francia, que a comienzos de 2024
publicaron en la prestigiosa revista Scientific Reports, revela que este fabuloso fruto, considerado un regalo divino desde tiempos ancestrales, surgió en realidad en territorio amazónico peruano hace al menos 5,000 años y desde allí se extendió a otras regiones de Sudamérica y Centroamérica.

En el artículo titulado “Una historia revisada de la domesticación del cacao en la época precolombina revelada por enfoques arqueogenómicos”, el equipo de investigadores liderado por Claire Lanaud, del Instituto Agap de la Universidad de Montpellier, afirma que la Amazonia fue un importante centro mundial de domesticación de plantas, donde la selección comenzó entre el Pleistoceno tardío y el Holoceno temprano, explotando y generando así una nueva diversidad proporcionada por una mezcla genética de árboles de Theobroma cacao (nombre científico del cacao) introducidos de diferentes orígenes.
El estudio argumenta que las interacciones entre la Amazonia y los pueblos de la costa del Pacífico que involucraron el uso y domesticación del cacao probablemente ocurrieron durante las primeras etapas de la agricultura.

“Esta inferencia se basa en nuestra observación de que el cacao originario de varios grupos genéticos de Theobroma cacao ubicados en la Amazonia peruana, se observó en las culturas más antiguas de la costa del Pacífico de Valdivia, en Ecuador, y Puerto Hormiga y San Jacinto en Colombia, que datan de hace más de Hace 5.000 años”, manifiesta.
Ahora con los nuevos hallazgos científicos los orígenes del cacao en Perú se remontan muchos años atrás, a unos 6,100 años.
Santuario del cacao
Quirino Olivera no solo impulsa el rescate arqueológico de Montegrande sino que impulsa un programa de conservación genética del cacao y en esa tarea buscar articular con los productores de los valles de Jaén, San Ignacio, Bagua y Chachapoyas, zonas donde sobreviven árboles de cacao centenarios, cuidados por familias durante generaciones. “Con este material genético único, se busca producir un chocolate ceremonial y de alta calidad”, aseveró.

Precisamente el investigador se encuentra en Lima para participar como expositor en el Salón del Cacao y Chocolate 2025. Allí expondrá sobre el avance de su trabajo en la Huaca Montegrande, la importancia del cacao en la cultura peruana, su origen ancestral y cómo ayuda esta especie a proteger la Amazonía.
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(FIN) MAO