Andina

Viernes Santo: así se conmemora el día de mayor recogimiento cristiano en las regiones

Día emblemático de la Semana Santa se conmemora incorporando tradiciones y costumbres de los pueblos

Conmemoración del Viernes Santo en el distrito de Omate, provincia de General Sánchez Cerro, región Moquegua.

08:46 | Lima, abr. 7.

El Viernes Santo es el día de mayor recogimiento de la Semana Santa. Y en las regiones del Perú se manifiesta mediante expresiones en las que confluyen fe, misticismo, tradiciones y costumbres muy arraigadas en la población, las cuales se sostienen y difunden por generaciones, contribuyendo a fortalecer la identidad popular en cada una de las localidades donde se celebra la pasión y muerte de Jesús en la cruz.

A continuación, repasemos cómo se conmemora el Viernes Santo en localidades de las regiones del Perú cuyas festividades han sido declaradas Patrimonio Cultural de la Nación.

Ayacucho


En este día central de la Semana Santa se manifiesta con recogimiento en toda la feligresía que se reúne en el templo de Santo Domingo. Autoridades civiles, religiosas, miembros de la Hermandad de Cargadores del Santo Sepulcro y la Virgen Dolorosa, vestidos rigurosamente de color negro y portan cirios encendidos.


Esta procesión consta de dos andas. En la primera va Cristo yaciente sobre un lecho de rosas blancas y dentro de una urna de cristal iluminada que es acompañada por los integrantes de la hermandad que portan una vela encendida. 


La otra anda corresponde a la Virgen dolorosa, vestida de luto y con siete espadas hechas de plata incrustadas en el pecho y acompañada por damas que portan velas encendidas en la mano. La procesión recorre el perímetro de la Plaza de Armas.


Las actividades comienzan a las 10:30 horas con el traslado a la basílica Catedral de la imagen de Cristo crucificado que se venera en el templo de La Compañía. A las 12:00 horas se realiza, el Sermón de las siete Palabras de Jesús en la cruz, tanto en idioma quechua (templo de San Francisco de Asís) y en castellano (Catedral). Finalmente, a las 20:00 horas, se desarrolla la procesión del Señor del Santo Sepulcro y de la Virgen Dolorosa, que salen del templo de Santo Domingo y se dirigen a la Plaza de Armas.


Catacaos


El Viernes Santo se rememora la muerte de Jesús en la cruz mediante actividades conducidas por la Cofradía Jurada del Santo Cristo y centradas alrededor del Cristo yacente. Durante estas fechas se vuelven especialmente relevantes las figuras del Depositario y el Doliente, así como la Hermandad de Caballeros del Santo Sepulcro de Nuestro Señor Jesucristo. 


También se realiza la exposición del Santo Calvario a cargo de la Hermandad Concentración de miembros de la Cofradías. Otras actividades son la liturgia de la imposición de banda de luto al Cristo doliente, el compartir de los siete potajes, la liturgia del Sermón de las siete palabras.


Finalmente, se escenifica el descenso del cuerpo de Cristo desde la cruz, y la presentación de alfombras florales para la procesión de Viernes Santo encabezada por la imagen de Cristo yacente.

Huancavelica


El Viernes Santo es para los portadores de esta tradición un día de luto en que se conmemora la muerte de Jesús y no se celebra ninguna misa. En el altar es venerada la cruz sin la imagen de Cristo. 


En la madrugada las familias de Huancavelica caminan hacia los lugares de Qichka wayqu, Pukarumi, Saqsichaka y principalmente San Jerónimo, para recoger espinas en forma de cruz que se encuentran en estas zonas. Las espinas recogidas son adornadas con flores silvestres del lugar para luego ubicarlas en las puertas de las viviendas de Huancavelica en señal de buen augurio y fe.


Para los portadores de esta tradición, el recojo de las espinas es una costumbre familiar que refuerza las relaciones de parentesco y afinidad al ser un importante momento de reunión y compartir de las familias huancavelicanas.


Arequipa


En esta región el Viernes Santo tiene dos manifestaciones muy marcadas en las localidades de Pampacolca, distrito de la provincia de Castilla; y Huambo, distrito de la provincia de Caylloma.


El Viernes Santo en Pampacolca inicia con la preparación en los locales de altareros y alcaldes del amargo, bebida a base de hierbas amargas molidas en batán y cuyo jugo es luego mezclado con aguardiente o cañazo. Esta bebida, de acuerdo con la tradición local, representa la hiel o amargura del Señor, y es ofrecida a cada uno de los asistentes como una forma de ayudarlo en el suplicio que atravesará este día. 


Seguidamente, finaliza la construcción y cuajado de los montes altares con la colocación de los huallupes, los arcos o alhajas, y las cruces en sus paredes. Sobre estas últimas, las comunidades de Río Blanco y Tuhuallque colocan tres cruces a cada lado del monte altar de la Iglesia Matriz. Sobre los huallupes, se procura colocar hacia el frente a aquellos confeccionados con frutas más coloridas. Los montes altares completamente cuajados se convierten en estructuras sumamente vistosas que emanan un fuerte aroma a hierbas y frutas, para el deleite de la imagen del Señor del Santo Sepulcro.


Durante la mañana, al interior de la Iglesia Matriz, los “barones” o judíos hacen el armado del calvario, representación de la crucifixión. Para ello se coloca una gran cruz frente al altar del templo y se saca a la imagen del Cristo de la Agonía de su urna, retirando su túnica y limpiándola antes de subirla a la cruz. La escena se completa con la colocación a los lados de la cruz de las imágenes de la Virgen de los Dolores y San Juan Bautista. 


Por la tarde, jóvenes y niños recorren las calles de Pampacolca haciendo sonar grandes matracas de madera, convocando a la población a los actos litúrgicos. Tras esto, se realiza la ceremonia del descendimiento, consistente en el desmontaje del Calvario. Las imágenes de la Virgen de los Dolores y San Juan Bautista se colocan en sus respectivas andas mientras la imagen de Cristo es retirada de la cruz, limpiada, y vestida con una túnica especial antes de ser puesta en la urna hecha de pino y vidrio.


La procesión del Señor del Santo Sepulcro inicia a las siete de la noche, antecedida por el sonido de las matracas que anuncian su paso. La comitiva es presidida por uno de los alcaldes según el acuerdo tomado previamente entre ambos. A este le sigue la imagen de San Juan Apóstol, cargada por un grupo de jóvenes que hacen correr a la imagen, haciéndola adelantar y retroceder, anunciando la proximidad del Santo Sepulcro. Les siguen las autoridades de Pampacolca, el segundo alcalde, el párroco, y la urna del Señor del Santo Sepulcro que es cargada por los cuatro barones o judíos. Por detrás de la urna va una banda de músicos y, finalmente, la imagen de la Virgen de los Dolores que viste de luto. El recorrido es acompañado por vecinos devotos con velas en mano, reservistas del ejército que flanquean la urna, y miembros de la antigua Hermandad de Caballeros del Santo Sepulcro.


Por su parte, el Viernes Santo en Huambo es el día de la penitencia en la iglesia principal. Se reproduce el rito con las Tres Marías, seguido de una serie de oraciones y cánticos por parte de la feligresía que pide perdón por sus pecados.


En esta ocasión los “Barones”, acompañados por los “Barones menores”, proceden a desclavar cuidadosamente la imagen de Cristo de la Cruz, vistiéndola y colocándola en una urna de cristal. A la medianoche se inicia la procesión del Santo Sepulcro, llevado sólo por los Barones, iluminados por la luz de las velas llevadas por autoridades y feligresía.

La Libertad


En esta región se vive el Viernes Santo de manera muy singular en la provincia de Bolívar. Es el día del Santo Descenso, también llamado de la “desclavación de Cristo”, costumbre propia de toda la región, atendida por cuatro hombres llamados “Santos Varones”.


A la medianoche del Jueves Santo se retiran los clavos que sostienen la imagen del Cristo crucificado, la imagen de la Virgen, y se coloca la imagen en un lecho acolchado, llamado el Santo Sepulcro, en una urna de cristal. Así será cargado en andas como el Señor de las Ánimas, en una procesión encabezada por los Santos Varones, quienes se encargan de llevar el anda de la imagen.


Chancay


En el Viernes Santo la Virgen de los Dolores viste de luto por su hijo Jesús muerto en la cruz. Al mediodía se realiza el Sermón de las tres horas o Sermón de las siete palabras de Cristo. El día continúa con la comunión, la adoración de la Cruz donde murió Jesús y la ceremonia del descenso del cuerpo de Cristo. Esta ceremonia se caracteriza por su gran realismo, dado que la imagen tallada del Señor del Sepulcro posee los brazos articulados. 


Luego de la ceremonia del descenso, el Señor del Sepulcro es presentado ante su madre y luego es trasladado al sepulcro. Una vez allí, las llagas y heridas del cuerpo del Señor son limpiadas con algodones por sus devotos, quienes se llevan consigo los paños utilizados como recuerdo y como vehículo de fe para la curación de enfermos. Luego de ello, el anda del Señor sale en procesión, acto que se caracteriza por su solemnidad, siendo acompañado por la banda de músicos que entona marchas fúnebres.

Moquegua


En el distrito de Omate, provincia de General Sánchez Cerro, se conmemora el Viernes Santo de forma muy especial. En horas de la mañana se realiza la escenificación del Vía Crucis, que empieza en el sector de “200 Millas” y recorre las principales calles, culminando con la crucifixión de Jesús en la Plaza de Armas. 


Mientras tanto, los responsables de la construcción de las “posas” o altares trabajan arduamente en su ensamblado, que tarda dos días en completarse. Las posas que se estructuran son siete e instaladas en las esquinas destinadas a las estaciones de la procesión del Santo Sepulcro. Estas posas representan a los caseríos de Laje, Tamaña y Linchaypampa; los anexos de Chichilin y Challaguayo; el distrito de Omate y su anexo Cogri;  los anexos de San Francisco, San Juan de Dios, Urinay y Moromoro; el caserío de Amata; Quinistacas y los anexos de Escobaya y Colohuachi. 


En cada una de ellas se emplean más de 200 palos de madera que pueden ser de molle, eucalipto, sauce o huarango. También se requiere cientos de metros de cuerdas de cabuya y bancas de madera. Para la construcción de las posas se necesita de tres “poseros”, de los cuales el primero es denominado Cabecilla, porque se encarga del ensamblado de la parte central, el segundo se encarga del a la derecha y el tercero del ala izquierda. El armado es como una escalera ascendente estructurada con palos amarrados, donde cada grada es una tabla o banca de madera. Algunas llegan a tener más de 30 gradas.


Desde las 10 de la noche se realiza la procesión del Santo Sepulcro junto a la imagen de la Virgen Dolorosa. El recorrido por las principales calles del distrito culmina en la Iglesia de San Lino, alrededor de la una de la madrugada.

(FIN) LZD/MAO
JRA

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Publicado: 6/4/2023