Papa León XIV: liderazgo de monseñor Robert Prevost inspiró a migrantes a salir adelante

El Papa León XIV una ejemplar e inspiradora labor durante sus años como obispo de Chiclayo. Monseñor Robert Prevost socorrió a los más vulnerables como los miles de migrantes que llegaron a Perú y ahora ellos recuerdan con cariño su dedicación y compromiso. ANDINA/Difusión

El Papa León XIV una ejemplar e inspiradora labor durante sus años como obispo de Chiclayo. Monseñor Robert Prevost socorrió a los más vulnerables como los miles de migrantes que llegaron a Perú y ahora ellos recuerdan con cariño su dedicación y compromiso. ANDINA/Difusión

07:22 | Chiclayo, may. 16.

Durante seis de años, la diócesis de Lambayeque fue testigo de un trabajo incansable y lleno de amor por parte del obispo de Chiclayo, monseñor Robert Prevost, quien, con su liderazgo, espiritualidad y compromiso, transformó la realidad de miles de migrantes que llegaron a la región.

Desde 2018 hasta 2023, su gestión dejó una huella imborrable en la comunidad, promoviendo acciones concretas para acoger, proteger, promover e integrar a quienes llegaron en busca de una vida mejor.


Un trabajo coordinado y cercano


En diálogo con la Agencia Andina, la excoordinadora de la Comisión de Movilidad Humana y Trata de Personas, Yolanda Díaz Callirgos, recordó con gratitud cómo monseñor Robert Prevost, hoy Papa León XIV, siempre estuvo presente, escuchando y gestionando recursos para atender las necesidades más urgentes de los migrantes.


“Bajo su guía, la comisión articuló esfuerzos con instituciones como Migraciones, la Defensoría del Pueblo, Cáritas y diversas ONG como Save the Children, logrando que las acciones no se duplicaran y que cada iniciativa respondiera a las prioridades reales de los migrantes”, precisó Díaz Callirgos quien trabajó con Monseñor entre el 2018 y 2020.

Acciones que marcaron la diferencia


Entre los logros destacan la creación de casas de acogida, comedores y programas de regularización migratoria que beneficiaron a entre 3,000 y 4,000 personas en la región Lambayeque. La pastoral migrante, fortalecida por la visión de Monseñor Robert, promovió la inclusión educativa, ayudando a niños y jóvenes a no perder años escolares, y facilitó el acceso a trabajos dignos, mejorando las condiciones de vida de muchas familias.


Una iglesia sinodal y comprometida


El obispo, reconocido por su serenidad, firmeza y cercanía, fomentaba la unidad y la acción conjunta. Yolanda Díaz destaca cómo su espiritualidad agustiniana y su sensibilidad por los pobres inspiraron a toda la comunidad eclesiástica a ser un rostro cercano y solidario.


“En momentos críticos, como la pandemia, su liderazgo fue fundamental para organizar campañas de ayuda, incluyendo la adquisición de plantas de oxígeno, que salvaron vidas”, enfatizó.

Un legado de sembrar y esperar frutos


La historia de monseñor Robert Prevost en Lambayeque es un ejemplo de cómo la fe y la acción concreta pueden transformar realidades.

Yolanda Díaz comparte una inspiradora anécdota que refleja su filosofía de perseverancia y esperanza en el trabajo colectivo.


Durante una reunión, Díaz relató cómo, en una ocasión, se enfrentó a una situación de gran dificultad en su labor social. Ella explicó que, tras dedicar largas horas a atender, responder y canalizar ayuda para migrantes en diferentes parroquias, sintió que su esfuerzo todavía era insuficiente. Solo contó con el apoyo de algunas parroquias, como la Parroquia Vianey con el padre Luis Santa María y la parroquia de Reque con el padre Pedro Vázquez, además de los vicentinos que asumieron la pastoral migrante.

En ese momento, Díaz expresó su frustración, diciendo que sentía que estaban haciendo muy poco y que la situación requería un compromiso más amplio de toda la iglesia. Entonces, acudió a su encuentro con monseñor Robert Prevost, quien, con su calma y serenidad habitual, le respondió: "Yolanda, acuérdate que estamos sembrando", aclaró el Papa León XIV.

El mensaje que le transmitió fue claro: los cambios y resultados no se ven de la noche a la mañana. La labor de sembrar, de hacer las cosas bien y de perseverar en el proceso, es fundamental para lograr un impacto duradero.


Esta anécdota refleja la filosofía de Yolanda Díaz de que el esfuerzo constante y la paciencia son esenciales para lograr cambios significativos en la comunidad y en la sociedad en general.

Un trabajo en equipo y una inspiración para todos


El trabajo articulado con la comunidad, las parroquias, las instituciones y los laicos ha permitido construir una red sólida de apoyo a los migrantes. La experiencia demuestra que, con liderazgo comprometido y fe activa, es posible generar cambios profundos y duraderos.

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(FIN)  SDC/MAO
JRA

Publicado: 16/5/2025