¿Cómo se llama esta técnica innovadora y en qué consiste?, ¿Cuándo y dónde se empezará a aplicar?, ¿Qué porcentaje de éxito tiene?, ¿Es replicable a todas las realidades geográficas de nuestro país? A continuación, la respuesta a estas y otras preguntas.
Técnica innovadora y pionera en Perú
La técnica innovadora que se aplicará por primera vez en la restauración de los bosques y otros ecosistemas afectados por los incendios forestales se llama “Bolitas reforestadoras” reveló, en entrevista con la Agencia de Noticias Andina, la presidenta del IIAP, Carmen García Dávila.
Explicó que estas bolitas reforestadoras son esferas compuestas de una semilla de una especie forestal nativa de la zona afectada por los incendios forestales, mezclada con abono, arcilla y nitrógeno y que están cubiertas con almidón de yuca que las impermeabiliza.
“Las bolitas reforestadoras sirven como un vehículo que lleva la semilla y los nutrientes, además de conservar la humedad, lo cual va a ser clave al momento de la germinación de la semilla. Asimismo, le va a permitir tener las condiciones adecuadas en la primera etapa de crecimiento de la planta”, detalló.
Refirió que esta técnica ha sido utilizada con éxito en la recuperación de ecosistemas degradas en países del continente africano y el IIAP la ha adaptado a la realidad peruana, especialmente en la Amazonía que es el ámbito en el que desarrolla sus investigaciones científicas.
Especies forestales para restaurar zonas afectadas por incendios
García Dávila indicó que para la elaboración de las bolitas reforestadoras se utilizarán especies amazónicas que tienen semillas pequeñas e idóneas para la recuperación de los bosques dañados por los incendios, como la bolaina, la capirona, la shaina, la topa y el aliso, a las cuales se sumarán muchas otras que se vienen estudiando para incluirlas en este proceso. El tiempo estimado para que estas especies alcancen un crecimiento idóneo es de aproximadamente cinco años, anotó al tiempo de subrayar que, como consecuencia de la recuperación de la cobertura vegetal, se podrá recuperar también la fauna que forma parte del ecosistema.
“Estamos en proceso de evaluación de otras especies para saber cuánto demoran en germinar sus semillas, porque ello es clave para el éxito del uso de las bolitas. Es clave trabajar con especies nativas y evitar introducir especies exóticas para no alterar ni afectar la frágil biodiversidad de nuestra Amazonía. Por eso, en el IIAP realizamos un estudio previo para conocer cómo era el paisaje natural para apuntar a su correcta restauración”, expresó.
Agregó que el IIAP está adaptando algunos equipamientos para la producción masiva de las bolitas reforestadoras. “Se trata de un trabajo en varios frentes. Los que están viendo el proceso de germinación para saber cuánto tardará en crecer cada especie a sembrar, a fin de establecer un cronograma de trabajo adecuado, y estamos adaptando la tecnología para la producción masivas de estas bolitas con maquinaria. Se han solicitado los fondos económicos adicionales para adquirir la maquinaria que permita la producción masiva y para la colecta de las semillas de los árboles en campo”, acotó.
¿En qué zonas del Perú comenzará a trabajar el IIAP?
En una primera etapa de la estrategia de recuperación de bosques y ecosistemas afectados por los incendios forestales, el IIAP aplicará las bolitas reforestadoras en las regiones amazónicas de Loreto, Amazonas, San Martín, Huánuco (Tingo María), Ucayali y Madre de Dios, donde tiene centros de investigación.
Más adelante, se espera ampliar la intervención en otros departamentos con bosques amazónicos afectados como Cajamarca, Junín y Cusco, por ejemplo.
¿Cuántas bolitas reforestadoras se producirán para recuperar las zonas afectadas?
García Dávila informó que en esta primera etapa el IIAP producirá 50 millones de bolitas reforestadoras que serán aplicadas a razón de 2,500 bolitas por hectárea.
“El IIAP cuenta con seis sedes con invernaderos y capacidad técnica de sus especialistas para producir las bolitas reforestadoras”, aseguró.
¿Desde cuándo se aplicará esta técnica y en qué plazo?
La titular del IIAP afirmó que la diseminación de las bolitas reforestadoras empezará a fines de octubre, con el inicio de la temporada de lluvias, y debe finalizar a fines de diciembre de este año.
¿Cómo se aplica esta técnica?
Aseveró que el mecanismo principal de aplicación de las bolitas reforestadoras es mediante el lanzamiento aéreo con ayuda de helicópteros, aviones y drones para cubrir con mayor rapidez y alcance las áreas quemadas por los incendios.
También se puede colocar las esferas desde la superficie “al boleo”, es decir, manualmente, aunque con esta manera tradicional la cobertura de espacio es menor y tarda mucho más en cubrir el espacio deseado.
Destacó que esta labor debe ejecutarse de forma articulada con instituciones como las Fuerzas Armadas, los gobiernos regionales y locales, instituciones públicas como el Sernanp, el Serfor y otras, así como entidades privadas y la propia ciudadanía organizada. “Vamos a necesitar la ayuda de todos, porque hay que diseminar las bolitas reforestadoras en amplios espacios y en un plazo corto. Necesitamos que la población tome conciencia de la importancia de conservar los ecosistemas y restaurar aquellos que están dañados lo más pronto posible”, subrayó.
¿Cuál es el porcentaje de éxito de esta técnica?
La presidenta del IIAP precisó que al utilizar las bolitas reforestadoras correctamente se puede obtener un 80% de éxito en la germinación de las plantas sembradas y ello permitiría apreciar, en un plazo de dos meses, el verdor de las zonas dañadas por los incendios forestales.
Importancia de aplicar con rapidez las bolitas reforestadoras
La presidente del IIAP comentó que cada bolita reforestadora contiene la materia orgánica necesaria para poder sobrevivir en esas condiciones y hacer viable la restauración del ecosistema. Luego, cuando germine la semilla, esta utilizará los nutrientes que hay en el suelo en forma de ceniza tras el incendio forestal como el potasio, el fósforo y compuestos orgánicos.
“Por eso es muy importante actuar con rapidez en la aplicación de las bolitas reforestadoras al inicio de la temporada de lluvias para evitar que esos compuestos sean “lavados” por la lluvia y las escorrentías los trasladen ladera abajo. Tenemos que generar, en el menor tiempo posible, una cobertura vegetal, que evitar que esos suelos en recuperación pierdan calidad y queden inertes”, enfatizó.
Experiencia del IIAP en reforestación amazónica
García Dávila manifestó que, si bien es la primera vez que se aplicará la técnica de bolitas reforestadoras en el Perú para recuperar ecosistemas afectados por incendios forestales, el IIAP tiene una importante experiencia en restauración de ecosistemas degradados por actividades como la minería aurífera fluvial, en la región Madre de Dios.
Al respecto, recordó que como consecuencia de esa experiencia el IIAP ha creado un paquete tecnológico sobre restauración de ecosistemas amazónicos degradados por la minería aurífera fluvial. “Entonces, tenemos experiencia institucional y la infraestructura adecuada también. En este caso, estamos comprometidos con el Estado peruano a restaurar más de 100 hectáreas en la zona de Tambopata con especies nativas como la castaña y la shiringa. Hay que considerar que, como consecuencia de la minería fluvial, los suelos son arrancados y terminan muy degradados en condiciones muy extremas de calor. Por ello, el IIAP ha desarrollado una tecnología para devolverle la salud a esos suelos, creando las condiciones para fijar materia orgánica para la posterior siembra de especies forestales nativas de rápido crecimiento”, puntualizó.
“No podemos permitir que siga perdiéndose cobertura vegetal en la Amazonía. Tenemos un compromiso como país, en cuyo territorio existe este bioma amazónico, de conservarlo. El bioma amazónico en Sudamérica ha perdido el 20% de su cobertura vegetal por deforestación y si superamos el 25% este ecosistema va a perder su capacidad de resiliencia. Entonces, es un compromiso ante la humanidad, que tiene el Perú a través de su Ministerio del Ambiente y del IIAP, de contribuir a trabajar para mantener este ecosistema de la Amazonía que comparen nueve países de Sudamérica. Mantener esta cobertura vegetal es muy importante porque asegura la provisión de agua dulce y los árboles son fundamentales para que se generen las nubes que a su vez generan las lluvias. Además, tiene vinculación con la existencia de los glaciares y para evitar un mayor estrés hídrico. Asimismo, la Amazonía regula el clima del mundo y al enfrentar todas estas amenazas que provocan su deforestación está jugando su partido más importante”, remarcó.
¿Es posible replicar esta técnica en la sierra y la costa?
La titular del IIAP sostuvo que con certeza se puede replicar esta técnica innovadora en bosques y otros ecosistemas de la sierra y de la costa devastados por los incendios forestales.
“Nosotros como IIAP trabajamos en la Amazonía, pero definitivamente se puede replicar esta técnica en otras regiones geográficas, teniendo en cuenta siempre que se debe utilizar especies vegetales nativas de cada región para obtener los resultados esperados”, dijo finalmente.
(FIN) LZD/MAO