¿Qué hace que nuestra navidad sea inolvidable? ¿comprar regalos costosos? ¿tener una cena fantástica? ¿olvidar nuestros problemas familiares por ese día y solo celebrar? Conversamos con un especialista para saber cómo lograrlo y nos dejó estas cuatro recomendaciones que detallamos a continuación.
Aunque la Navidad es una de las fechas más esperadas por las familias de todo el mundo, su celebración no siempre termina siendo la Nochebuena que todos esperan debido a que la presión social por regalar, ser feliz, así como comer y beber en exceso en ocasiones no deja los mejores recuerdos.
Así lo indicó el doctor Guillermo Ladd Huarachi, director ejecutivo de la Dirección de Adultos y Adultos Mayores del Instituto Nacional de Salud Mental “Honorio Delgado-Hideyo Noguchi”, durante el programa Saludable Mente de Andina Canal On line, donde ofreció algunas pautas que podrían ayudarlo a reducir la ansiedad en estas fechas.
1.- Olvidarse de la propaganda. El experto señaló que es clave no caer en la trampa de la publicidad que nos vende una gran variedad de objetos, que muchas veces no necesitamos, sino además una idea de familia y celebración que no se siempre es posible tener.
“Primero hay que olvidarse del impacto que tiene la propaganda y los grupos sociales que están alrededor de esto. Uno debe vivir su navidad desde el entorno familiar y personal, en cómo cree mejor vivir sin estas presiones”.
Refirió que hay una presión enorme, socialmente aceptada, por tener y comprar de manera desmedida.
“Existe la presión de
regalar y obsequiar, aunque nadie nos lo esté pidiendo. O podría ser que alguien sí lo pida, pero no de la manera que muchos imaginan. Eso supone un gasto cuando a veces no se tiene el dinero para ello. De esta manera, muchos se endeudan, planean viajes que pueden escapar de su economía”.
2.- Evitar los excesos. Es común que en Navidad y Año Nuevo las familias se excedan con los
almuerzos y cenas además del consumo de alcohol como una muestra de alegría y bonanza económica.
“Lo recomendable es evitar los excesos en todo sentido. Algunos, incluso, pueden condicionar la aparición de problemas bulímicos o de anorexia, como otros problemas asociados, que pueden agudizarse por el alto consumo de alcohol y otras sustancias”.
El doctor Ladd dijo que, ante la demanda por celebrar de manera constante, las personas que ya tienen una enfermedad mental podrían agudizar sus cuadros de
depresión o ansiedad al no poder responder a tanta expectativa.
El exceso de comida y de alcohol pueden ser contraproducente para este grupo de personas, más vulnerables ante la gestión de sus emociones.
3.- No aislarse socialmente. El psiquiatra comentó que no debemos olvidar que si bien la Navidad es una celebración que une a todos, está alimentada por tradiciones de otros países, donde las familias no viven juntas, debido a que sus integrantes se independizan muy jóvenes.
“Pero eso no ocurre en nuestro país. Sin embargo, habrá personas que por diferentes motivos no podrán pasar Navidad con su familia o aquellas que han perdido recientemente a un ser muy querido. A todos ellos les recomiendo no aislarse”.
Para los que se encuentran en una
situación de duelo, el especialista sugirió no dejar de celebrar, pero hacerlo de una manera más íntima y también simbólica.
“La persona que ha perdido a alguien no debe aislarse. Tal vez podría donar su tiempo a diversas instituciones caritativas. Eso será más gratificante y sensato, que simplemente sufrir. Podría recordarse qué le gustaba a ese ser querido y honrar su memoria haciendo cosas que a él o ella le hubieran gustado”.
4.- Tener expectativas saludables y reales. Este es uno de los aspectos claves para hacer de su Navidad un día inolvidable, detalló el experto, debido a que muchas personas durante estas fiestas son gobernadas por ideas que algunas veces no se ajustan a la realidad.
El borrón y cuenta nueva no es la salida sensata, refirió. Eso podría funcionar únicamente en familias bien estructuradas, donde hay respeto y cariño y hay un real entendimiento de la frase y el compromiso que demandará a todos.
“Sin embargo, en entornos familiares donde hay rencillas permanentes esto no funcionará de ninguna manera. Tal vez podría ser el inicio de un compromiso para resolver la problemática que tiene la familia y plantear una estrategia a seguir durante el resto del año. Si se trata de una familia patológica, tal vez podría ayudar la intervención de alguien más o el apoyo de un terapeuta”.
A todo lo dicho, Guillermo Ladd agregó que ya sea en cualquier momento del año y tal vez con mayor ahínco en Navidad, “la gente necesita conversar, compartir experiencias, vivencias, disfrutar las relaciones. Gastar debe ser siempre lo secundario”.
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(FIN) KGR/ART
Publicado: 24/12/2018