16:46 | Chiclayo, dic. 18.
En la calle Poemas Humanos del barrio César Vallejo, en la provincia de Chiclayo, la vecina Consuelo Rodríguez confiesa que, hasta hace un tiempo, no tenía idea de quién era el cholo Vallejo. ¿Los Heraldos Negros? Tampoco. ¿Los dados eternos, Trilce, Paco Yunque? Menos.
Como Consuelo, la mayoría de moradores de este sector de la capital lambayecana –poblado un poco al azar hace medio siglo–, solo entendían que el suyo era un barrio picante, movido, inseguro, una zona roja a la que el resto de la gente prefería no llegar si no era necesario.
Y así como vivieron cercados por la pobreza y la violencia durante décadas –hay golpes en la vida tan fuertes…–, hoy han iniciado un cambio profundo en todo el vecindario, calle por calle, de puerta en puerta. “Hemos tomado conciencia de que el futuro del barrio está en nuestras manos”, dice Consuelo.
Turismo barrial
En este proceso, la municipalidad provincial de Chiclayo ha jugado un papel clave con la puesta en marcha de un proyecto para la recuperación de la imagen del barrio César Vallejo.
Así, con apoyo edilicio, se colocan vistosos carteles con los nombres de las calles, rebautizadas con los títulos de los poemas del más grande de los poetas peruanos. Además, en los muros se escriben sus versos más sentidos, de modo que pasear por el barrio es ahora –de una manera simbólica– introducirse un poco en el universo Vallejo.
El subgerente de Turismo y Cultura de la municipalidad de Chiclayo, Filiberto Cueva, asegura que estos trabajos rescatan el valor de los barrios y, en especial, el de César Vallejo. Y a partir de ello, se desarrolla el concepto de turismo barrial, una opción donde el principal protagonista es el vecino.
Buscamos que la gente reconozca el espacio que habita y, en consecuencia, valore y proteja su patrimonio barrial, dice Cueva. “Desde el municipio, estamos rescatando parte de nuestra cultura de la mano del vecino, y es éste el protagonista del desarrollo cultural y turístico de su zona”.
Vallejo no ha muerto
Con el compromiso del alcalde de Chiclayo, Marco Gasco, se espera también que este tipo de proyectos se reproduzcan pronto en otros barrios de la provincia.
En poco tiempo y con entusiasmo, la comunidad le ha dado la vuelta a ‘Piedra negra sobre una piedra blanca’ para afirmar ahora que César Vallejo no ha muerto; vive y lo hace en la memoria colectiva de los vecinos del barrio que lleva su nombre en Lambayeque.
Aquí, niños, adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores están dispuestos a conocer un poco más de este poeta universal, un hombre y un nombre que los han colocado en el radar de la Capital de la Amistad.
Honor al poeta
El encargado de pintar los murales en César Vallejo es José Oliden, un artista plástico para quien este encargo significó redescubrir al poeta de Santiago de Chuco, reencontrarse con la profundidad de su poesía y aprender más de sus vivencias.
“Fue todo un honor el realizar el este trabajo. Cuando la Municipalidad de
Chiclayo me convocó para asumir el reto, pensé que se trataría de algo trivial, pero no, fue todo lo contrario, fue una experiencia de vida”, relata Oliden.
“Retratar a Vallejo –dice el pintor–, ha sido lo mejor que he hecho en esta etapa de mi vida. Y espero que esta experiencia se repita muy pronto”.
De París a Chiclayo
“Ya sé qué son Los dados eternos, Los Heraldos Negros, Trilce, Paco Yunque”, dice Consuelo Rodríguez, contenta de vivir en César Vallejo.
“Aprendí también que París, aparte de ser el nombre de uno de sus poemas, es la ciudad donde falleció el poeta”, añade. Si el cholo Vallejo murió en París, esta vez ha revivido –una vez más– en un cálido vecindario de Chiclayo que espera a visitantes dispuestos a respirar un poco de poesía.
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(FIN) SDC-CCH
Publicado: 18/12/2020