Después de cerca de siete meses de permanecer cerrado al público, hoy reabrió sus puertas el cementerio El Carmen, de la Sociedad de Beneficencia de Chiclayo, y registró una regular afluencia de deudos que acudieron a dejar ofrendas florales a sus familiares que estaba prohibido por la emergencia sanitaria por el covid-19.
Para ingresar al camposanto,
los visitantes tuvieron que pasar por un control de temperatura corporal, desinfección de manos y calzado, uso obligatorio de mascarilla durante la permanencia y respetar la distancia social como parte del protocolo de bioseguridad para evitar el
covid-19.
De acuerdo con el protocolo de bioseguridad, el horario de apertura y cierre del servicio para visitas será de 9:00 a 15:00 horas, de lunes a domingo. La permanencia no debe exceder los 30 minutos.
Se permitirá el acceso a las instalaciones de mayores de 14 años y se considerará un aforo de 500 personas como máximo. Además, se fumigarán los ambientes del camposanto cada dos días.
El actual protocolo de bioseguridad podrá ser modificado según la dinámica de la pandemia del covid-19 y dejar sin efecto o ampliarlo a fin de evitar cualquier riesgo para la población que ingrese y los trabajadores.
Al mismo tiempo, se ha dispuesto que los días 1 y 2 de noviembre, en que se conmemora el Día de Todos los Santos y Día de los Fieles Difuntos, no habrá atención, ya que el camposanto permanecerá cerrado para evitar aglomeraciones.
Este cementerio ha permanecido cerrado a la colectividad desde marzo y solo se permitía el acceso para los entierros a un número reducido de personas, debido al estado de emergencia nacional para reducir la propagación del nuevo coronavirus.