Muchas personas permanecen aisladas en sus viviendas durante más de 250 días como medida de prevención ante el covid-19. Según el doctor Héctor Yaya, especialista de Sisol Salud, esta situación traerá secuelas físicas y psicológicas que aparecerían mucho después de que la pandemia deje de ser una amenaza.
“La cuarentena es un factor importante en el desarrollo del trastorno por estrés agudo, el cual genera
agotamiento, ansiedad, irritabilidad, insomnio, falta de concentración, deterioro del desempeño escolar o laboral, ira, entre otros. Debido a que es común presentar estos síntomas, hay una alta prevalencia de
secuelas pospandemia, ligadas a problemas psicológicos y que podrían durar meses e incluso años”, asegura el especialista.
Entre estas secuelas físicas están el
deterioro visual, debido a las continuas
horas frente a la pantalla de un dispositivo electrónico; la
atrofia de los músculos, por la falta de ejercicio físico y sedentarismo;
debilidad,
pérdida de densidad ósea e incluso
enfermedades periodontales por la falta de vitamina D, a causa del aislamiento.
Para evitar estas alteraciones secundarias, Yaya recomendó trabajar o estudiar en un lugar cómodo, colocar los
dispositivos a la altura de los ojos, descansar de 3 a 5 minutos entre cada actividad, hacer ejercicios, cuidar la alimentación, centrar los pensamientos en el presente y no resistirse a los cambios.